Baile y cochino
Escribe: Horacio Cárdenas
Allí donde siempre tacharon a Miguel de la Madrid de ser un personaje gris en la siempre folclórica política a la mexicana, el reparador de los daños causados por José López Portillo y el pavimentador de la llegada del neoliberalismo en pleno al poder público en México, dio cátedra durante su sexenio de una habilidad desusada: engañar con la verdad. En efecto, a sus espaldas podrían decir lo que fuera, que quizá tuviera su dosis de verdad, pero lo cierto es que durante su complicada administración en que el país parecía caerse en pedazos cual los edificios que se cayeron en el temblor de 1985, eran pocos los que adivinaban por donde venía el tiro presidencial.
Muchos luego han tratado de imitar esa técnica, no la de navegar con bandera de lerdo cuando se es un zorro, sino la de engañar con la verdad. Acá en estas lejanías fronterizas, la clase política en pleno debería buscar enterarse de aquella ya clásica manera de grillar, porque más parece que andan como chivos ciegos en cristalería, haciendo pedazos todo lo que está a su paso y que alguien ha dejado sin asegurar.
La administración estatal ha dado muestras de decisiones poco menos que delirantes, totalmente ajenas a la realidad que vive la población. Una de ellas es la del famoso premio de poesía Manuel Acuña, que promete ser de los más concurridos del planeta, no porque alguien quiera emular al enamorado de Rosario, sino por el jugoso premio de cien mil dólares de que han dicho que lo van a dotar. ¿Cuántos poetas en el mundo aspirarían a ver esa suma junta como producto de su creatividad?, muy pocos o tal vez ninguno, incluso pensaríamos que el no tener hambre está peleado con el genio, pero bueno, lo que quiere el gobierno de Coahuila es quitarse el sello de corrupto comprándose por un millón y feria el aura de culto.
A lo mejor con esa lana no se abona mucho a la deuda eterna heredada del sexenio anterior, pero como que a todos los que nos han subido desmedidamente los impuestos y a todos los que nos han reducido a menos de cero los programas sociales, nos parece un dispendio fuera de lugar, ah pero hágalos entender que queriendo quedar como promotores de la cultura terminan ofendiendo al pueblo, tan harto como está de sanceces.
En materia de seguridad el gobierno del estado está dando peores palos de ciego que en muchas otras áreas de su competencia. Comenzó con los pies cuatrapeados con lo de la fiscalía que se cambió a procuraduría y secretaría de seguridad, para a últimas fechas desaparecer esta para colgársela a la secretaría de gobierno, regresando a un esquema que se cambió por estar corrompidamente agotado. Eso fue al principio, de allí las cosas han ido para peor, para mucho peor.
Una decisión importante que anunció el gobierno del estado de repente se vio opacada por la balacera en pleno palacio rosa que puso en la peor de las evidencias el grado de incompetencia con que dizque opera la seguridad en el mismísimo corazón del poder ejecutivo. Lo de los gordos, viejos, impreparados, pusilánimes guardias de palacio, sirvió de ridícula cortina de humo para el anuncio que hizo la administración estatal de que a partir del mes de enero del 2014, el temible Grupo de Reacción Operativa Municipal pasará a formar parte de la estructura de seguridad pública del gobierno del estado, como una medida, con toda la evidencia de envidiosa imposición, de extender su cobertura a los municipios conurbados a Saltillo, y de pasada, desmantelando el costoso juguete consentido del alcalde Jericó Abramo.
Sacamos a colación lo de engañar con la verdad, porque una decisión que se quiere hacer parecer como de beneficio a más gente que los solos habitantes de la capital, esconde eso, envidia, aunque a lo mejor también la urgencia de acabar con lo que en cualquier momento algún periodiquero, servidor de usted, podría denunciar como una fuerza paramilitar, anticonstitucional y violatoria de los derechos humanos, y no descarte una venganza personal, aunque eso es lo de menos.
Todo fue que el gobierno del estado anunciara eso para que al dueño de los dineros casi le diera un síncope, ¿y como no?, porque ¿con qué dinero partir del mes de enero del 2014, el temible Grupo de Reacción Operativa Municipal pasará a formar parte de la estructura de seguridad pública del gobierno del estado, como una medida, con toda la evidencia de envidiosa imposición, de extender su cobertura a los municipios conurbados a Saltillo, y de pasada, desmantelando el costoso juguete consentido del alcalde Jericó Abramo.
Sacamos a colación lo de engañar con la verdad, porque una decisión que se quiere hacer parecer como de beneficio a más gente que los solos habitantes de la capital, esconde eso, envidia, aunque a lo mejor también la urgencia de acabar con lo que en cualquier momento algún periodiquero, servidor de usted, podría denunciar como una fuerza paramilitar, anticonstitucional y violatoria de los derechos humanos, y no descarte una venganza personal, aunque eso es lo de menos.
Todo fue que el gobierno del estado anunciara eso para que al dueño de los dineros casi le diera un síncope, ¿y como no?, porque ¿con qué dinero
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