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Cómo se orquestó el fraude de Oceanografía a Banamex

oceanografiaUna sola clausula, es la diferencia entre un crédito otorgado a «Oceanografía» y un crédito otorgado a cualquier empresa en México, en el contrato se pactó la cláusula 5.8, que a la letra señala:
«En ningún momento Banamex tendrá la obligación o responsabilidad de determinar o comprobar que los documentos que evidencian los derechos de cobro son válidos y legalmente exigibles, ni si su texto es correcto, ni si las firmas originales que aparecen en dicho documento corresponden a los firmantes, ni si las partes que celebraron dichos documentos contaban al momento de su celebración con facultades suficientes para ello.»
Que quiere decir, que el banco Banamex, no va a ir con quien realmente debe el dinero, para comprobar que realmente se le debe a quien está solicitando el crédito y por lo tanto que PEMEX va a pagarle a «Oceanografía» por un trabajo ya realizado, pero lo verdaderamente increíble, cuando alguien que no se apellide Yáñez, le solicite un crédito de diez pesos al mismo banco, lo investigan de todo y le solicitan hasta la fe de bautizo para concedérselo, pero si se analiza la cláusula anteriormente citada, BANAMEX da por hecho que lo que le presentan es cierto, sin siquiera hacer una llamada a PEMEX, para comprobar que los documentos presentados existen y en algún momento serán pagados a «Oceanografía», entonces si BANAMEX no tiene obligación o responsabilidad, entonces de quién es la responsabilidad y la obligación de que el dinero que presta el Banco Nacional de México tendrá una garantía que lo soporte, pero cuando se presume un fraude como el que se fraguó entre ellos.
El contrato se firmó en septiembre de 2012, 11 meses antes de que se pusieran en marcha los mecanismos con los cuales se concretó el fraude, revela la resolución del juzgado 14 de distrito en materia penal de la ciudad de México, que sustenta las órdenes de aprehension libradas contra los involucrados en ese delito, a solicitud de la Procuraduría General de la República (PGR).
El acuerdo se firmó el 21 de septiembre de 2012. Por Oceanografía, Amado Yáñez Osuna; por Banamex, Emilio Granja Gout y Alfonso Gerardo Ortega Brehm.
Los recursos se depositaron en la cuenta 296633, abierta el 24 de noviembre de 2009 a nombre de Oceanografía; su manejo estaba a cargo de Leonardo Olavarrieta Tinoco, Alfredo Vicente Briceño Perera y Amado Yáñez Osuna.
El juzgado estableció que el administrador único de Oceanografía y los funcionarios de Banamex cometieron delitos que resultan ser graves, porque dañaron, bienes de gran jerarquía tutelados por el Estado, como son la estabilidad y solidez del sistema financiero, pero el dictamen judicial, señala que con base en las pruebas aportadas por el Ministerio Público Federal, el fraude a Banamex fue un delito continuado, ya que los hechos se desarrollaron entre septiembre de 2013 y hasta el 10 de febrero de 2014 y en ese periodo se presentaron 166 estimaciones falsas y alteradas de los contratos que Oceanografía hizo con Pemex Exploración y Producción, para ello la empresa criminal, firmó un contrato del cual Emilio Gonzalo Granja Gout dijo a la PGR:
«Supe que había sido realizado y revisado por el área legal, el área de producto también estaba conforme con el contenido, y como yo no soy abogado me pareció correcto, además de que consideré que con este contrato marco el banco iba a estar mejor protegido.»
Los indiciados aprovecharon su «relación con altos funcionarios de Banamex», lograron que se celebrara el contrato regulador entre Oceanografía y el banco, y «los sujetos activos con calidad de funcionarios y empleados de la institución de crédito intervinieron directamente en la realización o autorización de operaciones, a sabiendas de que resultarían en quebranto o perjuicio al patrimonio de la citada institución de crédito», consideró el juzgado interviniente.
Granja Gout, Ortega Brehm y Cervantes Murillo «ingresaron 166 documentos como estimaciones verdaderas de Pemex Exploración y Producción a sabiendas que son falsas y otras alteradas, y que al momento en el cual depositaban el 90 por ciento de cada estimación a la cuenta concentradora se realizaba un quebranto a la institución bancaria».
La red delictiva operaba de la siguiente manera: Erick Cervantes Murillo (analista de negocios en la sucursal Banamex de Villahermosa, Tabasco) tenía asignada la función de recibir la documentación de Oceanografía relación de derechos de cobro en original y estimaciones de obra para la cesión en copia simple.
Su deber era acudir a la ventanilla única de Pemex a certificar que las estimaciones se encontraran en la base de datos de Petróleos Mexicanos, y que el valor plasmado en cada documento fuera el pagadero por Pemex Exploración y Producción en un futuro a dicha institución crediticia.
Sin embargo, esa función no se realizaba, toda vez que entre la división de tareas de dicha empresa criminal, en la que se encontraban inmersos el personal de Banamex, le correspondía ser totalmente omiso en verificar la autenticidad del contenido de las estimaciones que le eran entregadas por Oceanografía, concluyeron la Procuraduría General de la República y el juzgado al librar la orden de aprehensión correspondiente, por lo que solo se espera, desde hace ya algún tiempo, desde que se descubrió este inmenso fraude, que la autoridad judiciales haga su trabajo y ponga en la cárcel a los culpables de este caso delictivo.

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