El PAN alquila rostros decentes

** Eso es tráfico infantil en su modalidad publicitaria
** Los periodistas gringos tienen dueño
** La India: Defensora de las Mujeres.-

El viernes pasado se supo de la muerte de la actriz cómica La India María. Esta columna poco habla de actores, pero en este caso se vale destacar que La India María a su modo, fue una de las grandes defensoras de los derechos de las mujeres, especialmente de las mujeres indígenas tan marginadas hasta nuestros días.
Representó a la indígena inteligente, ganadora, luchona, sin complejos y siempre de buen humor capaz de superar las dificultades propias de su condición social y étnica. Criticó a la sociedad señalando el desinterés que las autoridades gubernamentales y aún religiosas, tienen para llevar la igualdad a las mujeres.
Dicho lo anterior, desde estas modestas líneas, sea un homenaje para esa comediante que en broma y lo que usted quiera, dijo las verdades que los políticos no ven y cuando las ven, las ignoran y las esconden.
Tráfico infantil en su
modalidad publicitaria
Susana Núñez Granados, madre de Alondra, dijo que el Partido Acción Nacional (PAN) le pagó a Gustavo Luna, padre de la menor de edad, para que se presentara en un mitin acompañando a los candidatos de Guanajuato durante la visita de Josefina Vázquez Mota a la capital del estado.
Alondra, la niña que fue llevada a Texas y luego entregada s sus verdaderos padres en México, ahora la vida le sonríe y hasta personajes notables de la política la placean para enganchar votos. Un baño de gente buena, mucho sirve a los azules,
Nada tengo que reprochar a la menor, lo criticable es que Josefina Vázquez Mota, le de un mini-moche para participar en un mitin a favor del PAN en un plan de proselitismo oportunista sin respeto a la persona de esa jovencita menor de edad.
Esa niña, sin saberlo ya fue iniciada en el camino de la corrupción política y del tráfico de su imagen a favor de un partido político que no tienen mucho que ofrecerle para dignificar su futuro como ciudadana.
Pero el potencial electorero de la imagen de Jovencita Alondra, no sólo interesa al PAN, también Roberto Campa Ciprián, subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación le coquetea ofreciéndole el oro y el moro para ganarse su atención. Esa es una forma rara en la defensa derechos humanos a los menores.
El interés de Campa Ciprián en esa personita, contrasta con el abandono de miles de presos políticos, cuyos derechos humanos son pisoteados por Gobernación, sin que nadie los defienda para terminar con su injusto encarcelamiento, como sucede por ejemplo con el Dr. Mireles que es un preso político desde hace tiempo.
Bueno sería que organismos no gubernamentales que se atreven a defender los derechos humanos, defiendan a la menor Alondra del perverso mercantilismo político de los partidos que se apoyan en rostros decentes e inocentes.
Los periodistas gringos
tienen dueño
Hay muchos “periodistas” en México que, en realidad, son la voz del gobierno. No lo cuestionan, son amigos de los funcionarios -comen con ellos y van a sus fiestas- y son cómplices del Presidente»- Jorge Ramos. (Redes sociales).
Muy cierto lo que afirma el Sr. Jorge Ramos, lamentablemente, se le olvida aclarar que los periodistas oficiosos los hay en todo el mundo y sobre todo en los Estados Unidos, donde tanto cacarean una libertad de expresión que los gringos están muy lejos de tener.
Por lo demás, Jorge Ramos tiene razón; en México tenemos empresarios de la comunicación donde sus reporteros, columnistas y editorialistas, son despojados a su derecho a opinar con voz propia. Simplemente, esos empresarios de la comunicación masiva aplican la ley comercial: quien paga es el patrón y el patrón manda. Punto.
Durante años fui redactor: corresponsal, reportero, columnista y editorialista, por eso se de lo que hablo. Con esa experiencia comprendo el tema y me atrevo a opinar sobre algo tan delicado. En lo personal y con base a mi experiencia, siempre desconfío de los periodistas que se auto complacen exhibiéndose con los poderosos. Ese protagonismo innecesario les quita credibilidad.
En ese exhibicionismo tan lamentable, hay dos perdedores: la sociedad que se queda sin objetividad, y el periodista que se siente realizado ante el patrón, cuando su responsabilidad profesional es servir a la audiencia que los observa en los medios. En esos ma-ridajes de farándula los comunica-dores y a los poderosos confunden la amistad con la complicidad.
Es necesario hacer periodismo útil a la comunidad, por eso no podemos, ni debemos olvidar que la información es patrimonio de la sociedad y que esa misma sociedad tiene derecho a información veraz: completa, oportuna y documentada. Ese es el punto toral de tan difícil profesión.