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El gran Fraude de Telmex llega al fin en el Buen Fin

Y ahora, amigo periodista, usted dígame ¿con quién me quejo de esto? ¿Quién va a escucharme? ¿Quién creerá más en mi humilde palabra que en la de los empleados del señor Slim?

compusA veces, bueno son muchas veces, peco de inocente. Y, para variar, nuevamente en ese asunto del Buen Fin caí en la trampa de mis ambiciones alimentadas por páginas de comerciantes voraces e incumplidos, como lo es el señor Carlos Slim quien, a través de sus páginas de publicidad me ha engañado peor que a un chino.

Y tengo el deseo de contar todo, señor periodista, para que haga favor de colocar mi queja en un espacio donde la gente de Saltillo, y de Coahuila, pueda verla para que, el próximo año, si otra vez hay “Buen Fin”, busquen otras alternativas que no sean las de adquirir productos en Teléfonos de México.

Y no es que esté en contra de esa compañía, no señor. Estoy en contra del engaño en que he caído por segunda ocasión y que me ha llevado a quedarme con las ganas de tener en mi poder una computadora de primera línea. Y digo en mi poder, comprándola, porque nadie regala nada.

Hace más de un mes se descompuso mi laptop Toshiba, en la que realizo trabajos de ingeniería, planos, rendes, etc., etc., prácticamente quedé desarmado con tan inesperado acontecimiento. Ese día lloré porque es una extensión de mí mismo y es la herramienta con la que cumplo con mi trabajo y puedo ganar recursos para mi sostenimiento.

Esa computadora, desde que la compré, no salió muy buena, siempre tuvo problemas de calentamiento. De todas formas sirvió para sacar adelante algunos trabajos. Cuando se calentaba demasiado, la sentaba en un abanico y el aire de éste impedía que se apagara. Hay que darse mañanas cuando se trata de cumplir los encargos de algunos clientes exigentes.

De todas formas esto no podía continuar así. Por tal razón, desde ese tiempo, más de un mes para ser exacto, fui alimentando la idea de hacerme de una computadora que me permitiera realizar con celeridad los trabajos que tenía pendientes.

Fui a la sucursal de Telmex que se encuentra sobre Luis Echeverría. La gente se preparaba para el Buen Fin. Los empleados hablaban de ello y analizaban la forma en que se repartirían el trabajo sobre todo porque se trataba de laborar en días de descanso.

Ahí pregunté por la compu que quería, una LT Dell Alienware 17C17, con 16 GB, 1 TB, de 17.3 pulgadas, con procesador Corel 17-410HQ, de la Cuarta Generación, 6M (cache, up to 3.50 GHz), una belleza a la que nada mas le falta hablar y manejarse por sí sola, como esos autos nuevos que dentro de unos años saldrán al mercado.

Expliqué que la quería, que la incluyerán en mi recibo telefónico, desde donde iría pagándola mensualmente. Porque no soy una persona con dinero como para comprarla de contado, de ser así la hubiera pedido directo a la fábrica.

Una de las empleadas, muy atenta… y guapa, hay que decirlo, me recomendó que esperara la llegada del Buen Fin, que son tres días en que el comercio baja los precios de sus productos y los compradores logran ahorros increíbles. Que había descuentos hasta del 50% y No sé qué tantas bellezas más.

arriboEsas palabras me envolvieron en un sueño irreal, del que estoy despertando en estos momentos. Desde que me dijeron las posibilidades de conseguir más barata mi nueva lap, me puse a hacer cuentas. El valor de ese aparato era de 30 mil pesos y si me daban un 50 por ciento de descuento pues me costaría lo mismo que cualquier computadora que no es tan veloz ni tiene tantos beneficios como la que quería. O sea 15 mil pesos. Si nada más fuera el 40% entonces pagaría 18 y así… fuí haciendo cuentas, hasta llegué al grado de imaginar que esto sería una adquisición a precio de remate.

Unos días antes del Buen Fin regresé a la tienda y pregunté por mi compu y… ¡oh, sorpresa! Me explicaron que no sabían los descuentos que tendría pero que, como esas compras se hacen en línea tendría que hacer el pedido desde mi compu a la tienda de Telmex o, en su caso hablar a un 01800 donde me atendería gente especializada en ventas y en un santiamén levantarían mi pedido aunque el producto tardaría en llegar unos días a mi domicilio.

No importó todo eso. Si ya habían esperado dos meses bien podía esperar unos días a que la llevaran a mi domicilio.

Pero entonces ocurrió lo inesperado. A primera hora de iniciarse el Buen Fin, la página de la tienda de Telmex estaba saturada. No pude entrar. ¡La habían bloqueado! Y yo, como un tonto insiste e insiste y la página me rechazaba una y otra vez. Y una y otra vez volvía a intentarlo hasta que me cansé y hablé al 01800.

Ahí  una señorita hizo los intentos respectivos y cuando se cansó me mandó con otra ejecutiva. La ejecutiva hizo dos o tres intentos y me dijo que hablara más tarde porque había alguna falla (Nunca me explicó cual falla). Insistí en la página de Telmex, la tienda me mandaba a la fregada una y otra vez y yo necio insistía.

Volví al teléfono. Un nuevo ejecutivo me mantuvo en la línea ¡por dos horas!, cada quince minutos me decía “Lo sigo atendiendo” y así seguía yo, con la oreja aplastada de tanto tenerla pegada al auricular hasta que, de pronto, se escuchó un click… ¡me habían colgado!

Insistí. Ahora me atendió otro operador. Me explicó que esas computadoras Alienware nada más tenían un diez por ciento de descuento pero que, además, no me convenían porque tenía que pagar intereses ya que no tenía meses sin intereses. Le contesté que no me importaba. Que yo la quería.

El ejecutivo insistió en hacerme ver que no me convenía y yo insistía en decirle que quería esa laptop. Hasta que ese señor tuvo la grandiosa idea de mandarme por un tubo. Me dijo que el crédito que tenía mi número telefónico era de 50 mil pesos, pero que por alguna razón la tienda decía que ya había yo dispuesto de todo ese crédito, que fuera a checar a la sucursal de Telmex.

Y así lo hice. Más asustado por eso de que habían usado mi crédito. Pensé que algunos pillos cibernautas se habían llevado mi compu y mi crédito y ahora yo me quedaría con deuda y sin compu.

En la tienda me atendió el gerente. Una persona atenta que me explicó que ese no era problema de ellos. Que en la red aparecía mi crédito disponible, que en México había gente encargada de atender esos problemas. Que no se explicaba lo que ocurría y otras cosas más. Sin embargo, se comprometió a llamarme en 24 horas, cuando estuviera resuelto mi caso.

Pasaron las 24 horas y nunca llegó llamada alguna. Insistí en la tienda Telmex y nada. En el 01800 ya ni contestaban a mi llamado. Hasta que al fin una señorita respondió en el 01800, le expliqué mi odisea de tres días de Buen Fin.

Preguntó por el producto que deseaba comprar, que le diera la clave. Cuando busqué en mi celular los datos de la lap ¡Oh sorpresa! ¡No lo podía creer! ¡Estaba agotado ese producto!

Le dije a la ejecutiva lo que ocurría y muy socarronamente me dijo: “No, pues sí dice que es producto agotado, pues ya no hay, esperé a otro Buen Fin”.

Y ahora, amigo periodista, usted dígame ¿con quién me quejo de esto? ¿Quién va a escucharme? ¿Quién creerá más en mi humilde palabra que en la de los empleados del señor Slim?

No me queda más que usted me haga favor de publicar estas líneas, que la gente se entere del gran fraude que se comete en aras de promocionar al comercio organizado de México.

¿Buen Fín en Telmex? Mejor sería decir llegó al fin el fin de tres días de engaños y fraudes en Telmex.

3 thoughts on “El gran Fraude de Telmex llega al fin en el Buen Fin

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  1. LO PEOR QUE CUALQUIERA PUEDE HACER ES COMPRAR A TELMEX CUALQUIER APARATO ELECTRÓNICO.— LOS PRECIOS SON ALTÍSIMOS, LOS INTERESES, NO SE DIGA Y LOS EQUIPOS CUANDO SALEN DEFETUOSOS O SE DESCOMPONEN, PARA HACER VALER LAS GARANTÍAS ES UN VERDADERO VIACRUCIS EL DEL CLIENTE, SEA BUEN FIN O EN CUALQUIER TIEMPO.—- MI MODESTO CONSEJO, ES, NO COMPARLE A TELMEX, HACERLO EN CUALQUIER LUGAR DE SER POSIBLE, SIEMPRE SERÁ MEJOR.

  2. 2016 ahora y la tienda en linea de Telmex sigue siendo un asco, los años pasan y las quejas sigues acumulándose como si a nadie le importara el estúpido cliente que mantiene vivo el negocio. Yo compre una consola en el Buen Fin y me declaro culpable pues conozco y reconozco lo horrible de comprar en linea pero las ofertas que mostraron estaban de ensueño… al final 20 días después de estar esperando me dicen que se les agoto el producto, que no alcance y que esta cancelado el pedido hahahahaha que burla no? estaba tan al pendiente del Buen Fin que hice la compra al momento de ellos postular su oferta, habrán pasado 5 minutos talvez desde que habían iniciado el Buen Fin en Telmex (el Buen Fin comenzó el 18 y yo compre el 17 en la tarde pues a las 5 y tantas colocaron sus precios de oferta) y al final resulta que no alcance 🙂 alguien me dijo, ve a la Profeco para que te respeten la oferta porque hay una promesa de compraventa y pues no lo hice, no quiero mas líos con Telmex.

    1. Estos raterillos pasados de vivos, venden sus aparatos » nuevos», una vez que les han metido mano, para reprogramarlos. Cuando el aparato «sufre» una descompostura, en realidad cumple un ciclo programado para que comience un desajuste o problema ( sea pantalla, celular o tablets ) y sopeses qué es más conveniente, pagar una » compostura» o comprar uno nuevo. Recuerden, el vejete beduino Slim, proviene de una familia de «aboneros» de vecindades de quinto patio , aunque ahora se haga el «exquisito».

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