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Tríada Moreira-Zamora-Aguillón callaron y eliminaron a opositores

Escribe: Alfredo Reyes Ramos.-

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El adánico Rubén Moreira. El adanismo es la acción de comenzar una cosa como si nadie lo hubiera hecho antes y, en ese aspecto, don Rubén se siente el Adán que ha empezado a darle un nuevo nombre a los estados de la República. Lo hizo en la 61 Legislatura cuando impulsó una reforma para que nuestro estado no fuera Coahuila a secas sino “Coahuila de Zaragoza”. Ahora, de nueva cuenta diputado, Moreira bautiza a otra entidad junto con una reina de carnaval, la diputada Anilu Ingram Vallines, con una iniciativa para que el nuevo nombre de la tierra jarocha sea el de “Veracruz de Ignacio de la Llave”, flamante rinconcito donde hace su nido la nueva ola bautismal de don Rubén, que también se llama Ignacio, por lo que ahora será el padre putativo de todos los jarochos. Y conste que por esas huevonadas ha cobrado un dineral ¿Cuánto le costará a los jarochos cambiar escudos, papelería, sellos y demás nomenclatura? Pues otro dineral.

Otra más de Rubén Ignacio. Apareció en la Gaceta Parlamentaria 5133 del pasado 11 de octubre Una propuesta de reforma para que se castigue con ocho años de cárcel a las autoridades que se nieguen dar de baja a malos policías. Una iniciativa del diputado Moreira cuyo espíritu debería abarcar a toda la administración pública, para que no se vuelva a repetir el abuso cometido por el propio Moreira cuando a lo largo de 12 años impuso funcionarios en Coahuila, como fue la impostura de un cachanchán a los puestos de más alto nivel. Se trata Víctor Zamora Rodríguez que antes de la llegada de los Moreira al poder sólo llegó a ser testaferro de varios funcionarios pero que en el moreirato se convirtió en la estrella del corrupto régimen: Flamante secretario de Finanzas al que le “falsificaron” la firma. Secretario de Educación sin ser educador. Secretario del Trabajo con mentalidad de cuico. Secretario de Gobierno promotor de antros de vicio y legislador sin traza alguna de tribuno. Es obvio que Zamora no pasaría ningún control de confianza por lo que, si son ocho años de cárcel por sostenerlo en los puestos que ostentó, Rubén Ignacio hoy debería estar purgando 40 años de prisión.

Garrote vil a consejero del IEC. Hace un año, el consejero electoral del IEC, Alejandro González Estrada, firmó un desplegado en contra este columnista, un asunto por demás inocuo para quien no aspira a ningún puesto burocrático como en el que hoy parasita este sujeto que, al igual que todos los de su ralea, suscita el escarnio por vivir del presupuesto público ¿Sabe Ud. que pasó con este consejero? Pues que en el Senado de la República fue al único candidato de los 15 aspirantes a magistrado al que los legisladores le dieron garrote vil por ser un conocido correveidile de la dupla Moreira-Aguillón, un asunto que debemos agradecer al senador Armando Guadiana, que fue quien abortó al nonato magistrado electoral, el de la frase artera: “Pura madre que nos ganan, jefe Aguillón”.

¿Por qué decir todo esto a toro pasado? Por temor. Es bien sabido que desde el poder, la tríada Moreira-Zamora-Aguillón tenía la capacidad de callar, eliminar y desaparecer a opositores o acaso ¿la tienen todavía?

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