Parras de la Fuente: entre la tiranía y la democracia

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Escribe: Carlos E. Robledo.-

Sin duda alguna la fama de Parras de la Fuente se encuentra en que hombres ilustres en la historia de México nacieron en esta población del norte de México desde Andrés S. Viesca, pasando por Juan Antonio de la Fuente, hasta llegar al Mártir de la Democracia, Francisco Ignacio Madero González.

Estos tres parrenses aportaron un gran legado a la historia no solamente de Coahuila, sino de México y el mundo pues estos tres hombres tienen algo en común además de ser los oriundos de este pueblo mágico y es la justicia y la emancipación de México.

Por un lado, Andrés S. Viesca, luchó en la intervención francesa y en la Guerra de Reforma junto al nacionalista Benito Pablo Juárez García. Por su parte Juan Antonio de la Fuente, fue un destacado político y abogado que, junto a Viesca, luchó por la liberación de México de manos de la intervención francesa.

A su vez, Francisco Ignacio Madero González, hizo lo posible por hace de México un país democrático al buscar la no reelección de un dictador como José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, (mejor conocido como Porfirio Diaz), al dar inicio al movimiento revolucionario de 1910.

Sin embargo 110 años más tarde llegó a la Presidencia Municipal de este hermoso territorio un alcalde que llenó de júbilo y de alegría al pueblo al destilar carisma y buen sentido del humor al presentarse como “el gran salvador del pueblo de manos de la injusticia y el saqueo”.

Es así como al verse en el poder y ver que había recursos suficientes para hacer frente a las necesidades del pueblo decidió cambiar ese discurso de “bienestar y fortalecimiento”, por “se hará lo que se puede, porque mi antecesor no me dejó recursos para trabajar”, aunque en su lema de administración se lee “unidos hacemos más” pero no especifica si él, sus familiares y amigos harán riqueza personal.

Desde el inicio de la administración 2019-2021, este de quien hablamos cuyo nombre es Ramiro Pérez Arciniega, se ha negado a realizar obras públicas que resalten o al menos que se dejen ver a manera de obras de relumbrón.

Pero ni una cosa, ni otra se han dejado ver en este ahora llamado desde hace 15 años “Pueblo Mágico” en el que el turismo se ha convertido en su mayor fuente de ingresos, pero ahora no se nota que esos ingresos que se han recabado del turismo, sean bien administrados por la actual administración.

 Tristemente hemos visto que Pérez Arciniega no acepta críticas ni tampoco está dispuesto a dialogar, como lo harían los tres ilustres hombres que de alguna manera hicieron el cambio en un México en el que la tiranía y el desgobierno eran la realidad de esta nación.

De igual forma, vemos que la tiranía, el desgobierno y la falta de voluntad política se han adueñado de la figura del alcalde, este personaje que, tras haber llegado a la Presidencia Municipal del Pueblo, enarbolando la bandera de la democracia y la igualdad encabezada por el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.

Podemos decir esto debido a que Pérez Arciniega era el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), partido que hizo llegar al poder de México a López Obrador, gracias al voto masivo promovido desde las redes sociales para evitar “el fraude electoral”.

Así pues, desde su llegada al poder en el municipio de Parras, Pérez Arciniega dejó de lado los tres principios fundamentales de MORENA que son NO ROBAR, NO MENTIR Y NO TRAICIONAR, al mentirle al pueblo sobre su forma de hacer gobierno, al traicionar las leyes y códigos del municipio y del estado al hacer a un lado a su cuerpo edilicio y dejando a tres regidores a su lado para que sus testigos en todas sus fechorías y saqueos descarados a las arcas municipales.

Con esto no se puede cerrar los ojos a una realidad en la que además de todo, las multas que se cobran a los ciudadanos al salir a la calle en esta época de contingencia, además de otros agravios como el sufrido por el párroco del pueblo a quien el alcalde acusó de agitador social y promotor de la desobediencia colectiva al realizar actos religiosos en Semana Santa al acercar la imagen de Cristo a la ciudadanía.