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PARRAS: NO TAN MÁGICO COMO LO PINTAN

BAILE Y COCHINO

Ejidatario de La Constancia, que dio entrevista sobre el consumo de alcohol no ingerible que realizan normalmente en su comunidad, al canal de televisión local TV Parras, en Parras de la Fuente.

Por Horacio Cárdenas.-

Pues, ah que caray, el pueblo mágico de Parras de la Fuente ha demostrado no ser tan mágico como la propaganda turística lo hiciera querer ver.
Tampoco vamos a ponernos idealistas, lo de los pueblos mágicos no fue otra cosa que una idea publicitaria de algún gobierno del que no queremos ni acordarnos, para que la gente de horrendas ciudades dormitorio, de deprimentes municipios fabriles, en fin, de asentamientos cuando mucho buenos para vivir y trabajar, pero definitivamente carentes de ningún atractivo, se dieran la vuelta a sitios pintorescos, con un aire de provincia y nostalgia de antaño.

No que estos lugares no tuvieran su propia realidad triste, normalmente tanto o más desagradable que el de las ciudades de origen de los visitantes, después de todo, su provincialismo radica precisamente en su incapacidad para adaptarse a la modernidad y al desarrollo, literalmente se quedaron en el pasado porque el presente los olvidó, y alguien pensó que valdría la pena capitalizar su bucolismo, siempre y cuando se escondieran todos los horrores que suelen ocurrir de puertas para adentro en todos lados.

Esto está bien claro, pero entre que Parras de la Fuente ha sido motivo de escándalo político burocrático desde hace años, exacerbándose esto desde la llegada del actual presidente municipal, que hasta en proceso de juicio político está ante el Congreso del Estado, pero a últimas fechas esto a lo que ya estábamos todos más o menos acostumbrados, pero dos acontecimientos han venido a echarle todavía más lodo al de por sí ya deslucido título de pueblo mágico del otrora Oasis del Desierto.

Primero fue que la semana pasada Parras perdiera su calidad de Municipio de la Esperanza. En efecto, cuando a nivel federal el presidente de la República había dividido a los mexicanos en dos: aquellos que vivían en lugares infestados por la pandemia de coronavirus, y los otros, los afortunados, el pueblo bueno y sabio que vive sobre todo el lugares aislados y remotos, en donde no se había registrado ni un solo caso de infección por COVID 19, a esos los llamó municipios de la esperanza, entre los cuales destacaba en Coahuila, Parras. Y ya sabe cómo son, los politiquillos, ya querían treparse en que los municipios y estados gobernados por MORENA tenían una menor prevalencia de casos que los gobernados por partidos neoliberales, fifís, conservadores y demás majaderías que les atribuyen.

Pero más pronto cae un municipio de la esperanza que un cojo, y allí tenemos con que el alguna vez paradisiaco e inmune Parras, comenzó a registrar casos de coronavirus, mandando la medallita de la esperanza al olvido, lástima, ni tuvieron tiempo de aprovechar esa publicidad que les mandaban desde el centro. A vivir en la angustia como todo el mundo. Hasta el último recuento llevaban seis casos, ojalá no pase de allí.
Y luego vino a complicarse la cosa todavía más, uno, dos, creo que van ya seis casos confirmados de severa intoxicación de habitantes de Parras, del área rural, por beber alcohol adulterado y otro por entrarle al alcohol industrial, por demás decir, no apto para el consumo humano. Otra tacha, tremenda sobre el ya bastante abollado buen nombre de Parras de la Fuente, que se vino a sumar así a las varias decenas de casos de muertos y lesionados por beber alcohol metílico, eso sí, suficientemente barato para que gente del pueblo bueno y sabio, dicho con toda la sorna del caso, le entre, porque no le alcanza para alegrar su existencia con otro licor, digamos un poco más cuidado en su elaboración.

Muchos de los casos que se han presentado han ocurrido, como el de Parras, en sitios donde hay una larga tradición y una fuerte industria alcoholera, para no salir con la vacilada de vitivinícola. Tal cual, varios decesos han ocurrido en Jalisco, tierra donde se elabora la bebida alcohólica mexicana por excelencia, el tequila, y ponga que sí, el bastante caro el que llega al comercio de acá, pero supondríamos que hay fábricas que destilan producto más económico acá para que la raza de bronce alegre sus penas. Jalisco también es lugar donde conocen los secretos de la elaboración artesanal e industrial del sotol y el mezcal, que solían ser beberecua para el pueblo llano, pero las cosas están tan críticas, que la gente le entra a lo que sea, con tal que sea barato, allí están las consecuencias.

Pero viéndonos en ese espejo, el reflejo que arroja el caso Parras no es menos deprimente. Parras presume de que sus vinos son de lo mejor del mundo, así lo atestiguan los múltiples premios que ha recibido al paso de los años. Pero por lo mismo de que su vino es tan codiciado, sus precios son prohibitivos para la gran masa de población que quisiera degustarlos… que quisiera ponerse hasta las chanclas con él, con o sin motivo para festejar.

Llámele injusticia social, inequidad en la distribución de la riqueza, marginación propiciada por la corrupción, todo el catálogo de frases ideologizantes que maneja a diario el presidente Andrés Manuel López Obrador, el caso es que la gente quiere consumir algo que lo ponga feliz, feliz, feliz, como para subir el indicador de felicidad espiritual como lo quiere la Cuarta Transformación, y la triste realidad es que no le alcanza más que para productos que si acaso serían buenos para limpiar los inyectores del carburador, y para poco más.

¿Se acuerda cuando hace algunos años una maquiladora de ropa interior ubicada en Saltillo, saltó a la fama porque prohibió a sus trabajadoras adquirir no solo las prendas nuevas que habían contribuido a fabricar, sino que ni siquiera las segundas y las de desecho, porque cómo iba gente pobre a usar lo mismo que los ricos que las comprarían en una boutique? Bueno, pues con lo del vino de Parras pasa más o menos lo mismo, en una tierra pródiga para el cultivo de la uva, los que la trabajan, los que viven cerca, los que la ven de cerca o de lejos todos los días, no pueden disfrutar de su sabor, ya que no de sus pretendidas cualidades. Eso sí que calienta.

Lo más trágico de beber alcohol adulterado es que si no te mata, te deja ciego, entre otros serios daños a la salud. Si el alcohol “de calidad” es capaz de convertir a un ser humano en un ente ridículo a veces divertido, el que no es apto para el consumo humano te deja hecho una piltrafa… o un cadáver.

Ni qué pedir que en la etiqueta se especifique que no se debe ingerir, la desesperación de la gente es tal, que le entran a lo que sea, con tal de olvidarse momentáneamente de sus miserias ¿Qué importa que les provoque otras?, entre tanto ¡Viva Parras, y salud!

9 thoughts on “PARRAS: NO TAN MÁGICO COMO LO PINTAN

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  1. Que manera mas horrenda de ver las cosas, que pobreza mental.

    Para el público que no conoce Parras Coahuila. Lo que escribe este señor es ver solo lo negativo.

  2. Lastima de cerebro, si es que tiene, forma equivocada, de hablar y expresar, se ve que esta usted enfermo, lastima, ofende a toda una ciudad, con mas , muchos años en los que de usted no quedaran ,ni polvo ni palabras ,da usted lastima. Acaso, algo, o alguien ofendió su triste paso por este mundo? Le repito, da usted lastima. Sus palabras ,su triste reflejo interior.

  3. Y no se diga cuando hablamos de las elecciones, sea de alcalde, de diputado de presidente, del puesto que sea que se quiere tomar… regalando una despensa, nadamas en esos días o en esas ocaciones se acuerdan de aquellos lugares!! los políticos o los que andan por delante porque saben que sea el voto que sea ese el mismo que cuenta, quizá el político no tendrá la culpa de que si se toma vino o alcohol porque nadie más es responsable de lo que se toma más que uno mismo, pero porque nadamas en estos casos se acuerda de la gente, porque en esas ocaciones van ofreciendo lo que nunca van a cumplir.
    Que pueblo Magico, no se de donde saque lo mágico.

    1. Definitivamente carece de sentido común su desagradable publicaciòn, como habitante de esta hermosa ciudad le digo que cada lugar como cada familia tiene sus detalles. Lástima de espacio que se le dá para escribir,.

  4. Malisimo para redactar! Tuve que ir acomodando en mi mente yo mismo los puntos y las comas donde deben de ir para poder entender lo que quiere transmitir este señor.
    No se quien le dijo que utilizar palabras rimbombantes lo hace escritor o columnario.
    Deberian de conseguirse algun escritor que maneje un lenguaje mas sencillo, y no alguien que aparte de no saber redactar odie parras.

  5. Y los obligan a tomar??? No se porque éste comentario. Aparte me puedes decir en que rancho, ejido, comuna rural, pueblo, ciudad o país, no consumen alcohol???? Pobre tipo el que escribo esto. Quieres dinero o cual es el problema????

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