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La 4T contra la Educación Superior

BAILE Y COCHINO.-

Por: Horacio Cárdenas.-

Hubo un tiempo, algunos políticos contemporáneos quizá todavía lo podrían recordar si quisieran, en que los partidos de izquierda se nutrían de los estudiantes y académicos de las universidades públicas. De hecho no solo estas organizaciones, las universidades públicas, cuando prácticamente no existían privadas en el país, cumplían la función social de formar profesionales bien preparados en sus respectivas disciplinas, pero además de darles las herramientas de crítica social que los motivara a aportar su esfuerzo en el mejoramiento de la sociedad mexicana desde la perspectiva ideológica que cada uno eligiera, atendiendo a la gran gama de opciones que permitía un estado que posibilitaba su existencia y convivencia pacífica.

El mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, allí donde lo ve, es producto de la universidad pública mexicana… de algunos de los vicios en que la educación superior llegó a caer en cierto momento. Todavía recordamos que hace varias décadas la Universidad Nacional Autónoma de México emprendió una lucha difícil y compleja contra los que alguien con puntual imaginación bautizó como fósiles, gente que podía pasarse años y más años en la universidad, ostentándose como estudiantes al interior y fuera de ella, y quien es hoy mandatario de la nación, caía en esa categoría, inscrito en un programa de ocho semestres de duración, López Obrador se tardó 14 años en obtener el título… de licenciatura, tampoco vaya a creer que permanecía en las aulas universitarias por amor al conocimiento, la ciencia o la cultura.

La universidad pública, el sistema educativo, el propio gobierno y la nación mexicana, fueron generosos con esta clase de personas, que luego se dedicaron a la política, olvidando que la de “estudiante” fue su forma de vida durante años y décadas. Pero como tantos otros políticos a la hora que acceden al poder público, se convierten en traidores, y como en el caso actual del Movimiento de Regeneración Nacional, han jurado destruir a la universidad pública que ellos conocieron, y de la cual medraron a sus anchas.

Ojo, no es que, en calidad de gobernantes, busquen corregir los problemas y vicios que pudieran tener las instituciones de educación superior en lo particular, y en general todas las dependencias de la administración pública bajo su ámbito de control, lo que están procurando hacer es literalmente destruirlas, sin pararse a pensar en la afectación que esto tendría en la educación superior, en la investigación científica, en el desarrollo tecnológico, en la cultura y en la difusión de todo esto entre la población del país.

En uno de sus típicos desplantes moralistas, el presidente López Obrador dijo que las universidades eran corruptas e ineficientes, que estaban acostumbradas a dilapidar el dinero que el gobierno les otorgaba. Esto ocurrió más o menos en los tiempos en los que también dijo que las universidades públicas 1) deberían admitir a todos los aspirantes, sin excepción alguna, y 2) que no deberían cobrar ninguna cuota por los servicios educativos que prestaban.

Hablando solamente del sistema de las universidades públicas estatales, que son alrededor de 40 en el país, por lo menos trece de ellas están en quiebra, técnica, operativa o de otro tipo, pero financieramente quebradas. Estas universidades no tienen para pagar a sus jubilados, no les alcanza para cubrir los salarios de sus profesores en activo, algunas de ellas, ante la falta de cumplimiento de parte del gobierno federal en la dotación de recursos, han tenido que restringir su matrícula de ingreso a la mitad… ¿y el presidente dice que dilapidan el dinero y que con lo que tienen, profesores, aulas, equipos, instalaciones, deben incrementar su número de alumnos para aceptar a todos, además sin ponerles esa monserga que es el examen de admisión, que es visto como un instrumento de discriminación de los pobres?

El caso de la Universidad Autónoma de Coahuila no es distinto del de otras universidades públicas estatales. La mezcla de recursos federales y estatales que componen su presupuesto, apenas alcanzan para cubrir la nómina de empleados y algunos de los rubros del gasto corriente, no todos. En otros tiempos, en otros sexenios para decirlo con todas sus letras, había la posibilidad de interactuar con la autoridad educativa central para exponer los problemas que se denominan estructurales, los proyectos, las necesidades de la población del estado de Coahuila, entre otros temas, de esa interacción salían soluciones, no perfectas ni terminantes, pero por lo menos paliativas a los problemas, ¿ahora?, ahora las decisiones se toman de manera tajante en la Ciudad de México, o lo más común, no se toman, y dejan a las instituciones que sigan sorteando los problemas como mejor puedan.

La UAdeC, como tantas otras universidades, ejerce la potestad de generar recursos propios para auxiliarse en su sostenimiento. De hecho, la mayoría de los programas y proyectos universitarios se emprenden y mantienen con esta clase de recursos, provenientes, sí, de las cuotas que se cobran a los estudiantes que cursan sus estudios en la institución, entre otras muchas fuentes.

Cuando el presidente López Obrador comenzó a manejar lo del no cobro de cuotas, el rector de la universidad dijo que sí, que no había problema, incluso que eso sería lo correcto para estudiantes como los nuestros, de las clases más necesitadas, pero… una cosa es la “buena obra” de no cobrar cuotas de inscripción y reinscripción y los trámites administrativos, y otra cosa es el sostenimiento de la universidad. ¿Quieren quitar las cuotas?, dijo el rector?, bien, entonces que sustituya el gobierno esos recursos que aportan los alumnos, y si quieren aumentar la matrícula, que otorguen el dinero para la contratación de más profesores, de más administradores para llevar la operación, para la construcción de más aulas, para el pago de más servicios, para la adquisición de más equipo para dar una educación de calidad a cada uno de los admitidos… ¿o cuál es la idea?, dejar entrar en vez de a quince mil cada año, a treinta mil, a cincuenta mil, ¿y meterlos en las mismas aulas, de a dos y tres en cada mesabanco, en grupos en vez de 30, de 100 o 120?

Ahora con la manifestación, bronca, casi violenta del lunes, en la que unos supuestos alumnos, exigen que no haya aumento de cuotas, es más, que se quiten de una vez por todas, hay la sospecha más que probada de que, en estos tiempos de pandemia que vivimos, no es un movimiento de estudiantes y menos de aspirantes, sino una estrategia de MORENA para comenzar, en Coahuila, lo que su líder moral el presidente, ha manejado para todo el país, desestabilizar a las universidades públicas, presionar a los congresos estatales, golpear a los gobiernos de los estados que no son afines a su gobierno, pero lo más importante, atentar contra la educación superior en la nación.

Qué casualidad, lo han señalado los observadores de todo este embrollo, que al tiempo que acá se movilizaba un contingente de jóvenes que no son aspirantes, sino pretendidamente ya alumnos, la diputada federal Melba Farías, obvio, de MORENA, anunciaba que propondría un punto de acuerdo en el Congreso para exhortar a la UAdeC para que exima de pago de cuotas de inscripción y reinscripción en este período, a eso le llaman estrategia política… y lo que dijo el rector en su momento, muy bien, que no se cobren las cuotas, ¿y quién va a aportar ese dinero, o de plano que se dejen de hacer todas las cosas que se pagan con los recursos propios?, MORENA le está haciendo el juego a Andrés Manuel, que lo mismo ha golpeado a la ciencia que a la cultura, y ahora su blanco son las universidades, ¿en qué quiere convertir al país, en un circo de focas aplaudidoras en las que todos estén becados y todos vivan agradeciéndole al presidente sus universidades de bienestar instaladas en tejabanes?

6 thoughts on “La 4T contra la Educación Superior

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  1. Es un abuso les cobran por realizarse un examen médico el cual al final de cuentas no les van a realizar, ahora a dónde van a parar ésas aportaciones???? Se supone que es una universidad autónoma y me preguntó yo por qué los desvíos de fondos recaudados van a dar a las campañas del PRI???? Aquí nada tiene que ver morena ni mamá coco!!! Antes de escribir infórmate bien antes de publicar tonterías como está!!!!

  2. Pulula la corrupción!!
    Lucran con la. Educación, bueno con que no se lucra hoy en día en Coahuila y lo más lamentable es que los. Medios que deberían defender la justicia, defienden al que más dinero les Aporte, eso es una vergüenza

  3. Y QUE CHINGUE A SU MADRE EL HORACIO CÁRDENAS, ten tantita dignidad, das pena ajena, por tu bien deja de escribir estas pendejadas y ponte a trabajar en otra cosa en la que seas capaz weyyy aunque lo dudo mucho

  4. El problema financiero de la UAdeC espora la corrupción y los excesivos beneficios a sus trabajadores gente con 3 plazas, aviadores, desvío de recursos uso de empresas fantasmas y facturas falsas todos lo sabemos los gobernadores le sn partido la madre a la mayoría de las universidades si no porque hay algunas bien administradas que no están en quiebra? No quieran tapar el sol con un dedo yo estudié la preparatoria allí y me di cuenta de todo eso, AMLO no da recursos porque se los siguen robando

  5. Horacio, porqué no te refietes a los desvios del presupuesto y a las observaciones de la Auditoria Superior del Estado? Tienen muchos millones sin explicar ni les intetesa hacerlo.
    Tu tratas de desquitar tu sueldo, pero no lo hagas mintiendo ni haciendo la chamba del Rector…no vas a progresar más…lo que la sociedad ve, es que los ex Rectores salen millonarios y son dueños de jugosos negocios.

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