Entonces ¿cuánto es?

La actual administración estatal ha centrado su estrategia mediática en varios elementos que decidió que eran su auténtico salvavidas en una circunstancia en la que era simplemente imposible sobrevivir, habida cuenta el boquete financiero dejado por el fraternal gobierno anterior que imposibilitaba a la administración impactar a la población con la visión de grandes obras emprendidas y concluidas durante el período sexenal.
Muchos colegas periodiqueros y sesudos analistas han hurgado en el discurso para encontrar cuales son esos elementos y la manera en la que se articularon para hacer una oferta de gobierno a gente que se sentía saqueada, y que mucho miedo y desconfianza tiene de que pueda volver a ocurrirle.
Los elementos de estrategia política de Rubén Moreira pueden centrarse en los siguientes: el asunto de los derechos humanos, del cual el actual gobernador se encariñó cuando era diputado federal, él y su hermano hubieran preferido alguna comisión que le diera más proyección con rumbo a la sucesión en el gobierno de Coahuila, pero a falta de pan, tortillas, y con la banderita de los derechos humanos Rubén se ha paseado por todos los foros.
Algunos dirán que la estrategia es buena, otros la criticarán, el caso es que se aplica perfectamente aquí el principio aquel de dime de que presumes y te diré de qué careces, mucha gente de gobierno y fuera de él se queja del trato que ha recibido de parte de la gente de gobierno, y es que si se tratan mal entre ellos, ¿cómo esperar que traten mejor a los gobernados?, esta parte de la estrategia gubernamental tiene la ventaja de que cuesta muy poco, echar un discurso aquí, otro allá, reunirse con los familiares de los desaparecidos, darles por su lado a las minorías, y aparecer como adalid de los más vulnerables, pero solo para la foto, que quede claro.
Otro pilar de la administración estatal es el programa mídete, nútrete y actívate, el cual comparte con todos los de gobierno su bajo costo, en el fondo está excelentemente bien pensado, después de todo, previniendo a través de la buena nutrición y el ejercicio las enfermedades que su falta desencadenan, se ahorra uno luego millonadas en atención médica, en medicamentos, en hospitales, en pensiones, etc. Sí, nada más que aquí el altruismo y la guía que debe ser el gobierno esconde la falta de dinero para infraestructura en el sector, algunos se dejan confundir, pero la gran mayoría no les ha creído nada.
Un tercer pilar de la administración es el de la actualización de la legislación. Siendo abogado el gobernador, abogados sus cuates incrustados en el gobierno, y con poca chamba que hacer, pues se han dedicado a dejar el aparato legal de la entidad en las mejores condiciones mecánicas posibles… ahora solo falta echarlo a andar.
En efecto, le han hincado el diente a buena parte de los ordenamientos jurídicos, algunas veces para bien, otras para mal, otras para más o menos, y no pocas para ni fu ni fa, ah pero con todas han buscado pararse el cuello y donde ha sido posible, han creado polémica, pues se apegan a aquel consejo de vedetes de que no importa si hablan bien o mal de ti, lo que importa es que hablen, y sí, con dos o tres leyes, entre ellas la del matrimonio entre personas del mismo sexo o el de que los patrones tienen que seguir pagando los sueldos de los desaparecidos, han armado tal alboroto que les hubiera salido carísimo meter como publicidad pagada.
El cuarto pilar de la administración ni siquiera debería ser considerado así, porque en la práctica consiste en hacer exactamente lo contrario de lo que se dice, tal cual, bajo el cuento de que Coahuila es la región más transparente de toda la burocracia mexicana, han enredado a tal grado los temas que a la gente le interesaría saber, que de plano ya no encuentra nadie, ni ellos, la hebra para desenredar la madeja.
Lo que le importa saber a la gente es ¿cómo estamos realmente en materia financiera?, porque abnegados, sufridos y masoquistas que somos los mexicanos, sabemos que palo dado ni Dios lo quita, y el palo de la deuda heredada de la administración de Humberto Moreira y el mejor patiño que nadie haya podido jamás encontrar, Jorge Torres López, dispuesto a cargar con cuanta culpa le gusten endilgar, estamos perfectamente conscientes de que nos va a durar esta generación, y la siguiente y la siguiente, tanto o más que las pilas que anuncia el conejo de duracell.
Pero una cosa es saber que la cosa está del cocol, y otra que aceptemos que el pozo o tiene fondo o que el túnel no tiene salida, la metáfora que más le guste a usted. Así las cosas, cada vez que se habla de deuda gubernamental, debería cuidarse de ir dosificando los ramalazos, pero esto definitivamente no les ha funcionado como estrategia, cada vez que el gobernador, su secretario de finanzas o algún funcionario menor saca a relucir el asunto, resulta cada vez más aterrador el panorama, más impagable la deuda, y más cruel el yugo del empobrecimiento a que esta ratería condena a los coahuilenses, de parte de quienes se supone están para servirlos, o ya de perdida, para no dañarlos. Durante un par de años nos estuvieron dorando la píldora de que la deuda era de 36 mil millones de pesos, millones más, millones menos, nos han presumido que el manejo financiero es impecable, al grado de que nuestra calidad crediticia, que el primer mes de la administración era de bonos basura, ya pasó a bonos chatarra, un pequeño paso para un hombre pero un gran paso para la humanidad, según dicen los clásicos.
Pero luego resultó que en dos años la deuda no había bajado nada, entre los intereses que hay que seguir pagando y nuestra incapacidad para hacerlo con el capital, la suma no se reduce, momento en el que a algún inteligente burócrata que finge como secretario de finanzas, saliera acepando que sí, los rumores eran ciertos, se le debía a los proveedores la friolera de un par de miles de millones de pesos… desde hace tres años o más… deuda que no estaba incluida en los 36 mil aquellos. Para pronto le dan la salida elegante, que el Congreso les autorice contratar deuda para pagar deuda, total ¿que tanto es tantito más?, sí, nada más que por ejemplo se dice que en Saltillo se deben cien millones, ¿y entonces a quien se le deben 2,400 millones, si es aquí donde más obra pública se hizo?, algo muy apestoso y poco transparente hay allí.
Luego en su afán reformista, le meten mano a la legislación de pensiones, donde sale el dato espeluznante de que se deben otros treinta mil millones de pesos, que nadie había contabilizado hasta ese momento, entre ello está lo del fondo de pensiones del sindicato de maestros, ¿tendrá algo que ver allí el desfalco que dejó otro Moreira, de apelativo Carlos, cuando fue líder de la sección 38?, esa es otra de las cosas que jamás se van a transparentar. Y en fin que lo de los profes, más lo de los municipios, más lo de los proveedores, más lo de quien sabe que más, la deuda de Coahuila ronda los 65 mil millones de pesos, cifra que se mencionaba muy a las calladas, pero que ahora es oficial… o lo es hasta en tanto no nos receten otro susto del mismo tamaño o más grande.
Esos son los pilares que sostienen lo que pomadosamente han llamado una nueva forma de gobernar… las conclusiones puede sacarlas usted, pagano de tanta ratería.

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