Si hablamos de bullying

La Quimera de Pep.-

J. LUIS CUEVAS.-

Cómo cambian las cosas carajo. Hay veces que quisiéramos que todo, o casi todo, permaneciera inalterado al inevitable paso del tiempo; esa maldita nostalgia que vive con los seres humanos, ese añorar el pasado que nos acompaña y que, incluso, nos puede hacer creer que todo tiempo pasado fue mejor. Mentira. Un fenómeno muy perceptible en América Latina, y si hablamos de México aún más. Ahí tiene usted la famosa película Coco, en la que uno de los elementos centrales del film es el apego. En fin.

También las conductas humanas cambian. Situaciones que quizá en algunos ayeres nos parecían tan normales, hoy se han vuelto insostenibles. La violencia en cualquier forma es siempre insostenible. El fenómeno del bullying ha encendido los focos rojos de las instituciones. Es decir el acoso que físico o de tipo psicológico.

En recientes declaraciones, el presidente nacional ha dicho que la ciudadanía le hace bullying a las instituciones, esto luego de que previamente manifestara que de todo se quiere culpar al gobierno. ¿Realmente es así?

Vivimos en una sociedad que se rige por la democracia, y una de las cosas más democráticas que pueden existir es el debate, un debate para conciliar puntos distintos, para rebotar ideas, para contrastar opiniones. Es democrático no estar de acuerdo, como también es democrático cuestionar el accionar de quienes están dentro de las instituciones de orden público. La democracia, una herencia de los antiguos griegos, los mismos que pensaban en la importancia de la formación de los individuos por si estos llegaban a gobernar.

Sólo una pregunta ¿Los actos cometidos contra Carmen Aristegui no son Bullying?

Hay a quienes la información y la transparencia no les vienen en gracia, por eso ante los cuestionamientos sólo saben reaccionar de manera defensiva, como víctimas o victimarios. Basta de maniqueísmo.

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