¿Quién teme a Gabriela de León.-
Escribe: Alfredo Reyes Ramos
Dice el puntilloso Politicón de VANGUARDIA (22/12/2017), que Gabriela de León Farías, presidenta del Instituto Electoral de Coahuila (IEC), organizó unos cursos de capacitación exclusivos para alcaldesas, regidoras y diputadas electas –ahora ya en funciones- o sea, sólo para mujeres, y que los temas fueron “Ética y valores en la administración pública” y “El modelo de comunicación política”, lo cual nos parece una exageración ociosa en asuntos de género; desperdiciar recursos públicos cuando bien se pudo capacitar equitativamente tanto a mujeres como a hombres, pero doña Gabriela quiere posicionarse como la Virginia Woolf de un feminismo trasnochado, una farsa que cuesta dinero del erario, hacer de Coahuila su “propia habitación”.
Ya imaginamos a doña Gaby inaugurando los cursos con un discurso leído en masculino y femenino, aunque ella misma haya marginado a los hombres de dicha capacitación.
Y en este espacio ya habíamos escrito sobre Virginia Woolf como tema de feminismo, igualmente sobre Gabriela de León, que nada tiene que ver con la Woolf, solamente que coinciden en aspectos de la farsa feminista.
Por otra parte, “Quién teme a Virginia Woolf” es el título de una obra de teatro de Edward Albee, autor del que nunca entendimos el motivo de poner ese título a su corrosiva pieza teatral, excepto que Albee use el sarcasmo para señalar el falso feminismo de Virginia o la patética condición de una Elizabeth Taylor gorda, abotagada por los excesos y sobreprotegida por la autoridad, que se conduce de manera destructiva en la versión cinematográfica de la obra.
Por eso mismo nos preguntamos ¿Quién teme a Gabriela de León? En primera instancia hay que decir que le temen las madres de familia del Colegio Americano que, de manera ordenada van a dejar a sus hijos a dicha institución. Y es que en cualquier momento puede aparecer la prepotente presidenta del IEC conduciendo de manera destructiva, violando el reglamento de vialidad, abusando como protegida del poder.
¿Quién teme a Gabriela de León? Es obvio que también le temen los demócratas de Coahuila, pues la certeza que ofrece esta mujer es de urnas voladoras y ovnis metidos en la legalidad del proceso electoral. Un disparate de la doña porque se sale de madre al meter a los ovnis como argumento legal, pues uno de los principios del IEC es la objetividad, la cual consiste en que la toma de decisiones esté apegada a la realidad y reduzca al mínimo el error en su arbitraje. ¿Los ovnis son una realidad para doña Gaby? Pues vaya que estamos jodidos con una ufóloga como presidenta del IEC.
¿Quién teme a Gabriela de León? Pues todos debemos temer a esta mujer que ofrece poca credibilidad e imparcialidad, nula certeza e independencia y ridícula objetividad, asimismo, tener en cuenta que para disimular todas esas carencias le ha dado por reivindicar un feminismo gimiente, plañidero, lleno de lamento y victimización. El feminismo de doña Gaby es un barniz, una pretensión patética de darse ella misma una identidad, una urgente justificación.
Virginia Woolf fue feminista pero humillaba a su empleada Nellie Boxall a quien le negó su “Habitación propia”. Luego se suicidó casi al borde de la locura. ¿Debe ser temida Gabriela de León? Claro que sí, poder y dinero la han llevado al suicidio democrático, a legitimar con su parcialidad la permanencia del cacique Evaristo Madero Marcos en Parras de la Fuente, cuna de la democracia en México.
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