¿Pueden los ciegos ver en sueños?

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

 

HEREJÍA POLÍTICA.-

Por: Luis Enríquez.-

Es interesante pensar cuál es el fin último de soñar para el ser humano. La vida y los sueños suelen mezclarse en causa, propósito y sentido. El umbral enigmático de los sueños se convierte en un campo de batalla para nuestros propios pensamientos, donde la ética, los temores y los más profundos deseos se enclaustran en una guerra sin fin, que sigue siempre accionando los cañones del subsconsciente, incluso estando despiertos.

El tema es, en conclusión, enigmático, al punto que grandes pensadores ya han profundizado sobre el tema, sin lograr a cambio una sola idea objetiva del significado, causa y metodología de los sueños.

Freud por ejemplo, aseguró que todos los sueños representan la realización de un deseo, incluso en las pesadillas. Afirmó que todos los sueños son interpretables. Hay sueños negativos de deseos, donde lo que aparece es el incumplimiento de un deseo. Para esto se dan varias explicaciones, entre las cuales está la satisfacción de una tendencia masoquista. No obstante sigue en pie la conclusión general de Freud: los sueños son realizaciones disfrazadas de deseos reprimidos.

Schopenhauer afirmó que la vida y el sueño son hojas de uno y el mismo libro. La lectura conexa es la vida real. Pero cuando las horas de lectura (el día) han llegado a su fin y comienza el tiempo de descanso, con frecuencia hojeamos ociosos y abrimos una página aquí o allá, sin orden ni concierto: a veces es una hoja ya leída, otras veces una aún desconocida, pero siempre del mismo libro. Y así, una hoja leída aisladamente carece de conexión con la lectura coherente: pero no por ello es muy inferior a esta, si tenemos en cuenta que también la totalidad de la lectura coherente arranca y termina de forma improvisada y no hay que considerarla más que como una hoja aislada de mayor tamaño.

Borges habla de los sueños, oscureciendo sus escritos a partir de su propia ceguera (Jorge Luis fue ciego los últimos años de su vida) con los que, en algunos de sus versos puede leerse que los sueños pueden ser reflejos truncos de los tesoros de la sombra, de un orbe intemporal que no se nombra, y que el día deforma en sus espejos. ¿Quién serás esta noche en el oscuro sueño, del otro lado de su muro?… Lo han despojado del diverso mundo, de los rostros, que son lo que eran antes. De las cercanas calles, hoy distantes, y del cóncavo azul, ayer profundo. De los libros le queda lo que deja la memoria, esa forma del olvido que retiene el formato, el sentido, y que los meros títulos refleja. El desnivel acecha. Cada paso puede ser la caída. Soy el lento prisionero de un tiempo soñoliento que no marca su aurora ni su ocaso. Es de noche. No hay otros. Con el verso debo labrar mi insípido universo.

Pero en fin, adentrándonos a un nicho más específico de la población, nos invade una pregunta que tal vez algunos se han hecho. Es el caso de los ciegos. Imaginar los sueños de un hombre que jamás ha visto imagen alguna, es un tanto complejo.

¿Pueden los ciegos ver en sus sueños?

La respuesta es sorpresiva. Los ciegos de nacimiento NO pueden ver en sus sueños.

No conocen las imágenes, por lo tanto no son capaces de representarlas en su imaginación. Es lo mismo para los sordos de nacimiento; su mente no es capaz de crear sonidos, pues son desconocidos para ella. Así, se puede concluir que no se puede soñar con lo desconocido.

Otro dato interesante, el cual se comprueba más adelante con algunos testimonios, es que ciegos que por un tiempo pudieron ver (1,2, 10 años), también pierden la vista en los sueños. Empiezan entonces a soñar con lo que perciben, que son sonidos, sensaciones, olores, y sabores.

El pensamiento se va deformando a sus capacidades físicas. Si a un hombre se le quita la vista, éste poco a poco irá perdiendo la noción de la imagen, incluso a la hora de dormir.

Aquí te presentamos una investigación y testimonios. (Por InfoCiegos)

No me atreveré a dar una respuesta demasiado general, pues hacen falta más investigaciones sobre este tema. Sin embargo, trataré de responder a esta pregunta basándome en mi propia experiencia y en los testimonios de muchos ciegos, a quienes les agradezco por su colaboración. Normalmente los ciegos de nacimiento o los que han perdido la vista a temprana edad (hasta los 3 o 4 años aproximadamente) no sueñan con imágenes visuales, pero en sus sueños pueden hablar, escuchar, sentir, oler, saborear, etc.

Los ciegos que han perdido la vista a una edad más tardía (7 u 8 años) pueden soñar en un principio con imágenes visuales, pero dichas imágenes pueden irse perdiendo conforme pase el tiempo llegando en algunos casos a desaparecer por completo.
Generalmente, los ciegos que han perdido la vista a una edad adulta pueden soñar algunos días con imágenes visuales, y otros días sin ellas.
Pero para dar a este tema un carácter más práctico,citaré a continuación los testimonios de 8 ciegos adultos, quienes voluntariamente han colaborado relatando o explicando sus propios sueños. De esta manera el lector tendrá una idea más clara y directa sobre cómo sueñan los ciegos.

(Algunas de estas personas han sido nombradas con seudónimos. Los testimonios han sido recolectados en 2003 y la edad de cada persona aparece registrada con referencia a dicho año).

Angela Marín. 27 años.
Ciega total de nacimiento.

“Generalmente mis sueños se repiten y la gente con la que sueño también se repite. Sueño que estoy con mis papás o que estoy en la casa o en el carro o caminando con mis amigos; en mis sueños no los veo, pero sé que están allí y me hablan y yo los escucho.
Una vez soñé que estaba viajando al Cusco en un avión en compañía de mi hermana y unos amigos. Y yo les decía:
-Pero ¿cómo vamos a llegar? Es posible que nos afecte la altura.
Y ellos decían:
-No importa. Anímate y vamos. Si tenemos problemas nos regresamos.
En mis sueños no veo pero en ocasiones puedo oler. También una vez soñé que comía y podía oler y saborear la comida”.

Luis Alberto Nakamatsu. 34 años.
Ciego total de nacimiento.

“Yo sueño con las cosas que hago siempre. Por ejemplo, me gusta mucho hablar de deportes. También sueño con las personas que regularmente están en mi entorno, que pueden ser amigos, familiares, etc”.

Seudónimo: Fernando, 29 años.
Ciego desde los 9 meses de nacido, con ceguera total.

“En mis sueños nunca veo, pero puedo escuchar, hablar e incluso oler. Asimismo, muy pocas veces sueño que camino por la calle con bastón, sin embargo, en la vida real lo hago muy seguido.
Algunas veces he soñado que converso u oigo hablar a personas cuyas voces en realidad nunca he escuchado. Por ejemplo, a los 6 años soñé que hablaba con una niña y como es obvio, oía su voz, sin embargo, en la vida real nunca la escuché, sino que sólo me hablaron de ella. En el tiempo en que leía la famosa novela El conde de Montecristo, soñé que hablaba con una mujer que aparecía entre los personajes de dicha obra, y a pesar de que en verdad era un personaje novelesco y ficticio, en mi sueño pude oír la voz de la dama.
Cierta vez soñé que me encontraba en la playa con unas amigas que conocía solamente en mi sueño. Yo estaba conversando con ellas alegremente cuando vino una ola gigantesca, pero antes de que la ola llegara hacia mí, fui levantado en el aire por una especie de ventisca; pude sentir claramente cómo aquel fuerte viento me levantaba y así permanecí en el aire como 7 o 10 segundos. Luego caí lentamente en un murito que estaba muy cerca de la playa, donde estaban mis amigas, las cuales estaban haciendo breves comentarios sobre lo que me había pasado. Luego seguí hablando con ellas, feliz e ileso”.

Charo Galarza. 33 años.
Ciega desde los 2 años.

“En mis sueños hay imágenes sonoras, es decir, voces u otros sonidos. En cierta forma sueño también con olores o sabores. Obviamente no sueño con imágenes visuales. Difícilmente sueño que estoy caminando con bastón, generalmente en mis sueños camino yo sola por lugares que conozco o en todo caso camino con personas que me guían”.

Seudónimo: Gustavo Adolfo. 40 años.
Ciego desde los 7 años.


“Hasta los 10 o 12 años, yo veía en mi sueños. Después empecé a soñar sin ver. Cuando en mis sueños veía, soñaba con lugares que conocía, pero cuando comencé a soñar sin imágenes visuales, soñaba con lugares que no conocía. Recuerdo que cuando era niño soñé que estaba con un amigo, y estábamos caminando por el patio de una casa, y yo veía una mancha al fondo en una pared, y yo le decía que eso nos podía hacer daño. Entonces él empezó a correr, pero cuando yo también quise hacerlo, sentía como si mis piernas fueran de plomo y no podía correr o corría con pasos muy lentos y pesados. Sin embargo, desde los 10 o 12 años en mis sueños ya no he vuelto a ver.
En el primer sueño donde ya no pude ver, yo estaba en el colegio que queda en el distrito de Barranco y estaba caminando por los ambientes de dicho colegio”.

Lucio Suárez Sánchez. 30 años.
Ciego total desde los 17 años.


“A veces sueño viendo y a veces sueño como ahora, es decir, sin ver, pero puedo escuchar.
Generalmente en los sueños en que veo estoy en cualquier lugar pero en un ambiente donde es noche, y muy pocas veces sueño viendo de día. También en mis sueños puedo ver a gente que he conocido después de que perdí la vista y las veo según las descripciones que la gente me hace de ellas y hago en mi mente una especie de proyección visual inconsciente de los rostros”.

Víctor Hugo Vargas. 37 años
Ciego desde los 20 años.

“Yo he visto durante mucho tiempo, entonces tengo una idea fija y precisa de algunas cosas, pero hay otras imágenes visuales que con el tiempo se van perdiendo en mi mente como una bruma.
En muchos de mis sueños yo puedo ver, pero no siempre sueño que veo. A veces en mis sueños hay simplemente imágenes sonoras. Hay sueños donde no recuerdo si he visto o no. Pero hay otros sueños donde veo claramente, por ejemplo hace poco soñé que estaba leyendo un periódico.
Generalmente mis sueños son relacionados a paisajes o acontecimientos de todo tipo”.

John Hinojosa. 23 años.
Ciego total desde los 9 años de edad.


“Yo perdí la vista a los 9 años y mientras más pasaba el tiempo yo iba soñando tal como percibo las cosas ahora, es decir, sin visión.
Cuando tenía 15 o 16 años soñé que estaba en un coliseo con varias personas. Y me pidieron dar 3 números, y el primer número que dí fue 8. Entonces todos movieron la cabeza para mostrar su desacuerdo, y todo se comenzó a destruir y la gente quedó aplastada. Luego aparecí en una tierra desértica donde había montes y cerros, y era como si hubiera habido una gran destrucción. Yo podía ver el coliseo con las personas y también pude ver cómo se destruía.

Todavía a los 18 años la mitad de mis sueños eran con visión.
Ahora en mis sueños tengo las imágenes visuales menos perceptibles. Rara vez sueño con blanco; todo lo sueño medio oscuro o plomizo. Desde que soy ciego recuerdo haber soñado solamente 2 o 3 veces con colores claros como el blanco.
Cuando sueño con personas, sólo las escucho, pero los objetos los sueño con mayor detalle.
Con lo que más sueño es con el mar y con los montes y en mis sueños los puedo recordar, pero no puedo recordar rostros de personas”. 

Deja un comentarioCancelar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ofrecido por WordPress.com.

Up ↑

Descubre más desde El Demócrata

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Salir de la versión móvil
%%footer%%