Ciudad de México, 10 de mayo 2020.- La casona de la calle Chihuahua 216, que fue sede de la casa de campaña del entonces candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, resultó haber sido propiedad de Manuel Bartlett Díaz y de su incondicional Jesús Hernández Torres.
De acuerdo con una investigación realizada por el periodista Carlos Loret de Mola, publicada por Latinus, esto demuestra las causas por las que no se investiga al actual director de la Comisión Federal de Electricidad y a su hijo León Manuel, envueltos en hechos de corrupción puestos al descubierto los contratos leoninos que hicieron con el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Ahora se sabe por qué el Presidente defiende a capa y espada a Bartlett. La oficina era la sede del presidente entrante, el inmueble que perteneció al clan Bartlett es un símbolo de las alianzas que llevaron al poder a López Obrador una radiografía de los cortes alcances de su pretendida lucha contra la corrupción.
Por cierto, esa casa será convertida por Morena en un museo: el museo de la cuarta transformación, y sí es todo un símbolo.
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