NO ME AYUDES COMPADRE GUADIANA

BAILE Y COCHINO…

Por Horacio Cárdenas.-

Eso pasa, bueno es un principio de explicación, cuando una organización, del tipo que sea, no se reconocen líderes, no se aceptan las estructuras, no se dan por válidos los mecanismos, valga la perogrullada, de organización, para considerarla un ente razonablemente estable, con objetivos claros y programas de trabajo para alcanzarlos. 

Bueno, a lo mejor eso de considerar a las políticas como organizaciones es en sí mismo un contrasentido, ¿pero qué le vamos a hacer?, así está contemplado en la legislación electoral, que admite la existencia de partidos políticos, y un poquito más debajo de ellos, las organizaciones políticas, que desde que nacen en la mente de un vivales, ya se perfilan para eventualmente convertirse en partidos con todas las (prebendas) de la ley. 

Pero una cosa es que así se llamen, organizaciones políticas, y otra completamente diferente que se comporten como tales, y muy al estilo del presidente Andrés Manuel López Obrador, que para seleccionar a sus funcionarios de gobierno en el marco de la Cuarta Transformación, exige 90% de honestidad o de lealtad, que a estas alturas ya no sabemos, y solo un 10% de capacidad, y para adentro. Así las organizaciones políticas en México consideran un 90% de grilla, y solo un miserable resto de 10 para la parte de organización, sin pararse nadie a pensar que es esta la que eventualmente le permitirá obtener votos de los ciudadanos electores, a quienes sí, la polaca les enciende los ánimos, pero que luego de ver todo lo que ha visto, comienza a inclinarse por un plan de trabajo bien estructurado, vale decir bien organizado, y votar sobre eso, que ya de las calenturas bufonescas de Fox, las mentidas de lo firmado y no cumplido de Peña y los cien compromisos de los que todos se burlan del actual presidente, pues mejor meditar un poco. 

Es en este contexto de desorganización de las organizaciones políticas que se da la elección del 18 de octubre, en que se habrán de elegir los nuevos diputados al Congreso del Estado de Coahuila. Échele la culpa a la pandemia de coronavirus, que la pobre tiene la culpa de todo de unos meses para acá, pero el hecho es que a las organizaciones políticas la elección intermedia de Coahuila los ha agarrado bastante, pero bastante desorganizados.

Bueno, acá como en todo, hay distinciones y grados. Hay partidos, sobre todo los catalogados en la escala zoológica de la política a la mexicana, como partidos morralla o partidos bonsái, que conforme a la expresión coloquial, se lanzan como “El Borras”, cuando mucho el candidato y sus tres o cuatro alelotes, agarran un mapa de su distrito, y se lanzan a repartir volantes, a saludar a quien les permite acercarse a menos de los dos metros de la sana distancia, a agitar una banderola en el crucero más concurrido, y poco más, pero hay otros que se supone que por su tamaño, por su estructura orgánica, por su lo que sea, deberían estar en posibilidad de hacer una campaña más en forma, no es así.

Lo dijimos en su momento, la necedad casi enfermiza del Partido Acción Nacional y del Movimiento de Regeneración Nacional de que se retrasara, se reprogramara u olímpicamente se suspendieran los procesos electorales en Coahuila hasta en tanto no pasara la emergencia sanitaria, en el fondo lo que escondían era su incapacidad para presentar una campaña ya no digamos en toda forma, sino siquiera una decorosamente medianona. El PAN y MORENA lo intentaron todo para bloquear la elección, en el congreso, en el IEC, en los tribunales, en la calle, si ese tiempo y ese esfuerzo lo hubieran dedicado a hacer proselitismo, a afinar la maquinaria electoral del partido, pero no, confiaban en que espantando con el petate del contagiado o del muerto por COVID, los diputados que están se iban a quedar otros meses o años, haciéndonos el favor, sacrificándose ellos en sus suculentas curules, mientras nosotros pueblo de a pie, nos quedábamos guarecidos en nuestras casas. Les falló, y elecciones habemus. 

Del lado de MORENA las cosas están color de hormiga morenista, así entre rojo sangre quemada y negro, un color marrón raro, que refleja el desorden y la desorganización existente en la sucursal Coahuila del partido del presidente López Obrador, quien ni aun queriendo, podría ocuparse de los asuntos de estado y además los del partido hasta el nivel de las diputaciones locales, y eso si los militantes desplazados, los disidentes, los radicales, los moderados, no se le lanzan al cuello, porque como algunas razas de canes, no reconocen ni amo ni dueño cuando se enfurecen. 

MORENA Coahuila ha armado un san quintín con lo de la lista de aspirantes a las diputaciones plurinominales que se juegan el 18 de octubre. De por sí que esas ni deberían existir: el que gana, gana, y el que pierde no gana, no tendría por qué ser diputado alguien que no jugó o que jugando perdió, pero así es México, un país de vacilada. Otro asunto que da todavía más vergüenza, o debería, que los candidatos a las pluris apuestan a que los candidatos por la vía directa pierdan, pues de esa manera con los votos que obtuvieron se acumulan cual puntos de soriana para conseguir los premios de consolación, ahora sí que se sientan sobre los cadáveres, no de sus enemigos, sino de sus correligionarios que sí la sudaron.

Y finalmente cada partido baraja lo de las plurinominales a su gusto, el PRI desde siempre ha integrado su lista con políticos que son muy suyos, que cuida tanto que no quiere que se expongan a perder ni que se ensucien haciendo campaña, los pluris del PRI son la élite. En el PAN la cosa es mucho más justa, o era, las plurinominales se dan a los candidatos que más votos tuvieron en la elección, son gente que no alcanzó a ganar pero que es popular y las merece. ¿En MORENA?, no, en MORENA las candidaturas son para los consortes, los quelites, los compadres, los familiares, ¿y los militantes?, esos que se vayan mucho a pegar calcomanías, o más para allá, para el rancho de Andrés Manuel. 

Es en ese contexto en que el morenista más prominente en Coahuila, que aunque no lo crea, lo hay, el senador Armando Guadiana Tijerina, ante la imposibilidad de nadie de poner en orden al partido en el estado, y luego de que se zancadillearon de lo lindo hasta tumbar la lista de plurinominales que incluía a consanguíneos y seres demasiado queridos de muy pocos dirigentes, trata de erigirse en la voz de la razón… ¿qué propone Guadiana?, pues al estilo del PAN, las plurinominales en caso de que las llegue a haber, se les entreguen a los candidatos morenistas que más votos hayan obtenido.

Suena lógico, suena justo, pero no suena político a como lo entienden en MORENA donde se guían por aquella de que si no gano yo, que no gane nadie, lo que está en juego no es que lo reconozcan como la voz de la razón en el partido en Coahuila, sino que se termine de enemistar con todos, y que a la hora que requiera de la estructura de partido para sus ambiciones futuras, se tope con que es el odiado de todo.

Pobre Armando, queriendo poner a MORENA en paz, va a terminar siendo el primer tatemado, bueno, el que siga luego de los pluris que anularon.

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