*** Recrimina Carolina Viggiano en pleno evento público al gobernador Rubén Moreira
*** La dejó plantada al poner en marcha la macrobrigada del DIF en General Cepeda.-

General Cepeda, Coah.- La diputada Carolina Viggiano no pudo esconder su malestar por la irresponsabilidad de su marido, el gobernador Rubén Moreira. Llevaba más de una hora de retraso para dar el banderazo de las macrobrigadas del DIF con las que realizarían algunas actividades sociales en la cabecera de este municipio.
La presencia del gobernante era muy necesaria para tomar la fotografía y difundir el magnánimo trabajo que realizan el mandatario y su esposa. Todo para beneficio de miles de coahuilenses.
Cansada de esperar, la Presidenta del DIF dio por iniciadas las actividades, cruzando la alameda, se veían los vehículos en que había llegado el gobernador.
La señora Viggiano cruzó a toda prisa la plaza. Su malestar iba en aumento; el calor era insoportable. Al fin llegó hasta donde Rubén Moreira se disponía a declarar inaugurada una micro cancha de futbol que, según sus cuentas, tuvo un costo superior a los 30 millones de pesos, aunque esa inversión no se veía por ningún lado.
Muy sonriente, vio a su mujer cruzar la calle, pero cuál sería su sorpresa cuando la Primera Dama del Estado lo encaró y sin más, le lanzó una frase lapidaria: «¡Pendejo… hiciste que me asoleara!».
Los asistentes, sorprendidos, escondieron la cara, como para no darse cuenta de lo que ocurría frente a ellos.
Como respuesta a tal reprimenda, el gobernador intentó darle un beso a su mujer y ésta lo apartó haciendo una mueca de verdadero disgusto.
La inauguración de la magna obra sexenal en General Cepeda continuó y ya al finalizar, el jefe del poder ejecutivo de Coahuila ordenó a su nube de agentes de seguridad y colaboradores que se adelantaran, que él viajaría en el vehículo de su esposa, pero… Oh, sorpresa, ¡ella ya se había marchado!
Inmediatamente tomó un celular y le marcó. La llamada se fue al buzón una y otra vez. Cabizbajo, el gobernador subió a su GMC blindada. En su cara había preocupación, en sus oídos retumbaba aún la dureza de la frase: «¡Pendejo… hiciste que me asoleara!»
Jajajaja estas esposas de gobernantes son las que les ponen la cabeza llena de mier… y cuando traen a la gente humilde a sus miti es y los asolean todo el dia, por eso no saben gobernar porque no se ponen en los zapatos de la gente solo importan ellos egolatras presumidos . !!