Y ahora, amigo periodista, usted dígame ¿con quién me quejo de esto? ¿Quién va a escucharme? ¿Quién creerá más en mi humilde palabra que en la de los empleados del señor Slim? A veces, bueno son muchas veces, peco de inocente. Y, para variar, nuevamente en ese asunto del Buen Fin caí en la trampa... Leer más →