“Secretos de Familia (capítulo XI)”.
Por Adrián Garza Pérez

El Secretario de Gobierno se destapa. “Tu firma si gobierna” es el escaparate de la plataforma. Abrir el candado del PRI de tener un cargo de elección popular para poder ser candidato a gobernador, es el tema. La constitución no prevé tal restricción. El profe se inquieta, el gordo se ríe. Ya estaba amarrado el asunto con el gober, ahora se ocupa contrarrestar la andanada sanpetrina.
Javier Guerrero, lloraba abrazado de los pilares de Finanzas, eso dicen que contó José Antonio Valdés Espinosa, el subsecretario que controlaba (cual cuña martinista) las manos de Javier.
Guerrero le había apretado las tuercas a Valdés Espinosa por vender juegos infantiles y “muchas cosas más”, a todas las escuelas del estado, facturadas por “Grecia”, un negocillo familiar. De ahí la filtración.
Nunca abrirá el candado nacional este lagunerito, despotricaba el profe. “El gordo sin título, maistro que no quería a los maestros”, dejaba correr las cosas. Nada fácil le resultaría al profe con su hermano jugándole las contras, aliado con el sanpetrino.
Rubén inquiere al profe: acercarse a “un financiador”… ¿Otro profesor, pegunta el profe?, no, ¿y porque no “un Ingeniero”?, sentencio el gordo fachas.
El Gober Martínez no debería pagar la campaña (el gasto personal, ya se había hecho). El compromiso habría de romperse una vez ganada la elección, “no te olvides de eso”, le gritaba insolente, Rubén. Las marrullerías del hermano mayor, confundían la cabeza obnubilada del bailador.
Algo pasó. Una desilusión (quizás política, quizás, no). Que se aplique Javier Guerrero, ordenó Martinez a Daniel Garza, golpeando el escritorio. El profe no sabía como complacer al jefe. Se desmoronaba la preminencia ¿Dos Candidatos?
CONTINUARÁ…
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