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Tiempos de Siembra

Fidencio Treviño Maldonado.-

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Rubén Moreira, punta de la corrupción en Coahuila.

Los que siembran vientos cosecharan tempestades, los que sus semilla caiga en cardos cosechará espinas, los que hacen rumores cosecharan mentiras.-

Nuestro país está inmerso en mentiras, en simulaciones, en corrupción y desde luego también es un país benévolo, apacible, manso y con una bondad y orgullo que espanta.

Son tiempos de siembras y como la suerte del ayudante del cuetero, sólo nos queda escuchar los truenos y después recoger varas. Así pasa en el país, los que siembran vientos cosecharan tempestades, los que sus semilla caiga en cardos cosechará espinas, los que hacen rumores cosecharan mentiras y así podemos seguir con el rosario de penas que afligen a los habitantes de esta, aun vasta y hermosa nación, que poco a poco se va cayendo a pedazos, destrozado por tanta maldad, rapiña, opacidad y saqueo de quien debería, según las leyes, defenderla.

En esta república  cualquier momento es adecuado para hablar acerca de la verosimilitud, de profecías y hasta ciencia ficción, sin embargo sólo basta hojear cualquier periódico o diario que no pertenezca al gobierno y ver la realidad, páginas que revelan la certeza con la que el mexicano vive o sobrevive día a día, arrastrado por circunstancias fantasmales que son como la telarañas, no matan pero nunca se sale de ellas.

Nuestros políticos hace décadas sembraron crisis, corrupción, simulaciones, mentiras, nos cantaron verdades a medias y mentiras completas, durante años reímos, sumergidos hasta el cuello en lágrimas, porque ahora y desde hace tiempo la cosecha de esa siembra nos da y produce  frutos amargos, granos podridos y muchas espinas y la nación se convirtió en el valle de lágrimas.

Mi padre, que toda su vida fue campesino, (nunca tuvo título de ejidatario) sólo sembraba su tierra y decía que la agricultura es fácil de llevar a cabo  ya –comentaba– que sólo son cien lecciones, y cada lección dura un año. Y en algún rincón de la patria cada año se llevan a cabo elecciones, cada año se siembra el temor, la desconfianza, la incertidumbre, la tranza, el cohecho, de los que llegan o quieren llegar a puestos por los que luchan y hasta cometen delitos, sabiendo que la impartición de justicia es parte de la cosecha que levantamos por tanta indolencia, tanta corrupción en la impartición de justicia y tanto dinero que está en juego en cada cosecha de lo sembrado.

No hay esperanzas de levantar buena cosecha para el pueblo, y para variar la de estos tiempos que llegan será magra, pestilente y los que están arrojando la semilla son los mismos que hace años sembraron y su cosecha fue benigna para ellos y amarga para el pueblo.

En un verdadero caos o circo de muchas pistas se han convertido nuestra democracia, así conviene al corrupto INE, así ordena la clase gobernante, que cientos  de candidatos de partidos prostituidos entren en la siembra para cosechar e implantar desechables y  híbridos (candidatos de alianza o varios partidos) en donde la cosecha se reparte, este es el resultado infalible en el entorno político.

Este merengue en que se han convertido las elecciones de este año es el futuro inmediato e infausto que nos espera, revolcados en el lodo, como aún estamos cosechando lo que siguen sembrando los gobernantes en la República Mexicana, violencia imparable con más de 87 mil muertos, 12 mil desaparecidos, miles de secuestros, aunado a  otras tantas extorsiones, cadáveres sembrados, cientos de criminales y secuestradores sueltos porque a la averiguación presentada ante los incorruptibles jueces le sobro un acento o alguna coma, sistema penitenciario instalados como un Estado dentro de otros Estado, con jefes de los capos, como directores de esos penales y miles de presos sin proceso, cosechamos unos cuerpos de policías al servicio del crimen, políticos metidos a narcos o al revés, gobernadores ratas y asesinos, lideres encumbrados con obreros y agremiados muriéndose de hambre, traicionados por sus mesías, sin embargo siempre fieles a ellos;

Este, señores, es parte del entorno que está sembrado nuestro panorama a nivel nacional y es la cosecha que merecemos por la dejadez, la indolencia, el aguante y la apatía, será pues también la paupérrima herencia y cosecha que dejaremos a nuestros hijos y nietos y  que en cada elección demostramos que poco o nada nos importa lo que nuestros politicos siembren…

Sugerencias y Comentarios ; kinotre@hotmail.com

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