La Berrueto: cantera de delincuentes

Lo que para algunas generaciones fue solo un canto, en la actualidad para los estudiantes de la secundaria Federico Berrueto Ramón de Saltillo, Coahuila, va más allá.

Con una población superior a los mil 500 alumnos en los turnos matutino y vespertino, esta escuela dedicada por décadas a la enseñanza y crecimiento académico es reconocida ahora como una «cantera» de delincuentes.

A principios del 2015, un maestro fue detenido en posesión de sobres de droga, que supuestamente vendía en la misma institución.
En octubre de 2015, unos 100 alumnos de la Federico Berrueto, protagonizaron una riña campal en el exterior de la institución.
En diciembre de 2015, a un estudiante de primer año, se le encontró en posesión de marihuana.
En febrero de 2016, se exhibió en redes sociales un video en el que participa una alumna y su compañero realizando actos sexuales.
Además, los maestros son amenazados por sus propios alumnos. El año pasado uno de los estudiantes ponchó las llantas y le quebró los vidrios al automóvil de un prefecto; los maestros por temor no denunciaron los hechos.

“Estuvimos ahí platicando con los profesores, no existe una denuncia por parte de ellos y que refieran algunas situaciones de amenazas o de ventas de drogas, hay un profesor que expresó algunas inquietudes y bueno nosotros lo invitamos a que nos estableciera con mayor formalidad esos hechos para nosotros abundar más”, comenta Enrique Flores Ruíz, coordinador jurídico de la Secretaría de Educación.

Son pocos los estudiantes que quieren hablar del ambiente que viven, y Adolfo, como llaman a uno de los líderes de la escuela, los tiene vigilados.

“Es uno de tercero el que amenaza a los maestros», expresa Laura.

¿Qué les dice?
» No pues nada más, se que es un niño que se llama Adolfo».
¿Qué es lo que ha hecho?
«Amenaza a los maestros, ellos venden mota, así dicen».
¿Aquí han vendido droga?
«Si”.

Los padres de familia, lamentan que la imagen de la escuela sea dañada por malos alumnos y consideran que los maestros deben imponer su autoridad.

«Muchas de las veces se burlan del maestro, hablan mal del maestro o los amenazan o hasta los han golpeado, entonces eso no se vale”, sostiene Rafael González.

La Secretaría de Educación, aunque argumenta que no hay una denuncia formal de maestros que estén siendo acosados o amenazados por sus alumnos, ha reforzado su vigilancia en la secundaria y ha solicitado el apoyo de la policía municipal.

La Berrueto es por hoy una escuela de delicuentes que ante la indiferencia de padres, maestros y autoridades permite a algunos alumnos llegar a actividades más graves, constituyendo «una cantera de organizaciones criminales».