*** Desde hace más de un año esperan sentencias; su delito es ser pobres y tener hambre.-
*** Mientras, los verdaderos delincuentes hacen de las suyas desde el gobierno y en las calles de las ciudades.-
Torreón, Coah., 29 de Mayo.- Las cárceles de Coahuila están llenas de injusticias. Mientras los verdaderos delincuentes se pasean por las calles y cometen a diario sus crímenes, un puñado de hombres y mujeres pobres purgan condenas o esperan que les dicten sentencias por delitos menores.
La Asociación Civil Sueños de Libertad que lucha por la liberación de gente inocente o con delitos que no ameritan prisión, puso sobre la mesa una serie de casos que causan sorpresa y provocan el malestar ciudadano que sabe de esas detenciones injustas mientras las ciudades son “controladas” por verdaderos criminales e inclusive hay pillos que desde el poder se enriquecen y nada se hace por aprehenderlos.
Así, el 95 por ciento de los crímenes que se cometen en Coahuila se encuentran impunes mientras en las cárceles se puede encontrar a “verdaderos delincuentes”, uno de ellos robó un paquete de carne de una tienda Soriana y ¡desde hace un año espera sentencia!
El preso, cuyo nombre no fue dado a conocer por los voceros de Sueños de Libertad, sostuvo que había robado el paquete de carne para llevar de comer a su familia, pero eso no sirvió para que el ministerio público lo pusiera en libertad y ordenó que fuera encarcelado.
Otro caso es el de Erick Javier, muchacho con discapacidad intelectual, que fue enviado a prisión por robar de una tienda dos manzanas y un refresco. El encarcelamiento del muchacho provocó indignación entre la población que está cansada de vivir en la inseguridad, temerosa de que sucedan hechos violentos cuando circulan por las calles, mientras la policía de Miguel Riquelme se dedica a detener a personas roban por hambre.
Un caso más es el de una persona que tuvo la ocurrencia de robar una bicicleta. Fue hace un año que cometió “tremenda fechoría” y es tiempo que permanece preso, sin que la justicia le dicte sentencia u ordene su liberación.
Otro es el de una joven mujer que se armó de valor para robar un bote de leche “Nido”. Su pequeño tenía hambre, ella no contaba con dinero y se decidió a entrar a una tienda de autoservicio. Ahí trató de ocultar entre sus ropas el “botín”. Se le habló a la policía municipal y ésta, sin más, la trasladó al penal de Torreón por instrucciones del ministerio público. La “peligrosa” delincuente espera también su sentencia.
Existen además otros 15 expedientes de hombres y mujeres presos en el penal de Torreón por delitos menores. Casos semejantes se presentan en los penales de Saltillo, Torreón, Monclova y Piedras Negras. Hombres y mujeres cuyo único delito ha sido el de tratar de saciar su hambre o el de sus familias hoy se encuentran a la espera de que los jueces les dicten sentencia… Y como la justicia es un “poco tardada”, ya llevan más de un año encarcelados, sin nadie que haga nada por ellos. Solo esperan que llegue la justicia divina.
Arturo Ramírez, presidente de la asociación, dijo que ya se analizan expedientes y se acercarán a los “peligrosos delincuentes” para que acepten que Sueños de Libertad lleve sus casos. Se calcula que en los Ceresos de Coahuila hasta un 10% de los reos se encuentren ahí por haber cometido delitos menores; en el caso de Torreón el 8 % de los 1,056 reclusos están delitos menores.
Hacia esta población dirigirá sus esfuerzos la asociación que pretende no cobrar ni un peso a quien lo solicite para que recupere su libertad.
“Nuestro objeto social es apoyar con asesoría gratuita y los trámites que sea necesarios a toda la población primodelincuente o delitos menores”. Las oficinas de la asociación se ubican en Comonfort 848 Sur, colonia Luis Echeverría. El teléfono es 712-31-71.
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