La Quimera de Pep:
Escribe: José Luis Cuevas
‘Retronarán los libros, las canciones, que quemaron los manos asesinas. Renacerá mi pueblo de sus ruinas y pagarán su culpa los traidores’
Esto cantaba Pablo Milanés en el tema ‘yo pisaré las calles nuevamente’ haciendo referencia a los caídos en Santiago de Chile a causa del uso del poder contra la población durante el golpe de Estado en los años setenta, sin embargo la vigencia de este tema es amplia y traspasa fronteras, encajando en el engranaje nacional… por desgracia.
Aurelio Nuño decía que iba a tener mano firme contra la CNTE, que es parte de los grupos que estuvieron al servicio del poder presidencial algunos sexenios atrás y que ahora se encuentran en descontento con una reforma laboral llamada ‘educativa’. Si esta reforma nos beneficia a todos ¿por qué hay que hacerla entrar en vigor a punta de ‘madrazos? ¿Es esta la mejor manera de legitimar un sexenio que se está cayendo a pedazos?
No es que se trate de estar del lado de los maestro o de los ‘patricios’ que toman decisiones, sino de reconocer la crisis de derechos que es boyante en el país. ¿Mano dura? No, hace más falta diálogo, voluntad e inteligencia.
Mientras más nos acerquemos al Estado de Derecho al resolver los problemas la situación será más favorable para todos; pero para eso hace falta que los líderes de todos los grupos en discordia o desacuerdo escuchen en un país que se encuentra en pleno grito.
Pero si los maestros deben cumplir con la reforma educativa sí o sí ¿por qué los servidores públicos se opusieron a entrarle a la 3 de 3?
Al respecto y de acuerdo al Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la economía mexicana tiene dos grandes problemas: la inseguridad y la corrupción, misma que cuesta alrededor del 10% de la producción total del país.
Ambos contemplados en la recién bateada ley ciudadana 3 de 3, y que desde luego causan muchas comezones en los involucrados. Y es importante decir que estos datos son obtenidos a partir de de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental publicada por INEGI.
No sólo eso, sino que de acuerdo con lo expuesto por Juan Pablo Castañón la perdida en la competitividad se ve estrechamente ligada con la ineficiencia burocrática, y es que estamos entre los países con peor evaluación a nivel mundial en desviación de fondos públicos o confianza en las policías.
Hay cosas que ya no se pueden esconder debajo de la alfombra, y no es ‘mal humor social’ como dice Peña Nieto, es la erosión del propio sistema que ellos explotaron.
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