La quimera de Pep.-
Escribe: José Luis Cuevas.-
La llegada del pasado periodo vacacional trae consigo muchas reflexiones que aparecen año con año. Estas conmemoraciones religiosas (Judías y cristianas) invitan a la introspección del ser humano, a través de las diferentes figuras y hechos que se ven envueltos entre sí. Desde la liberación del pueblo hebreo y hasta la resurrección del Cristo. Todo ello en el desde entonces tan controvertido medio oriente actual.
Uno de los personajes que por excelencia destacan es el antihéroe, Judas. Quien en la búsqueda de su propio beneficio traicionó, según cuentan, a su maestro. Un beso fue la señal, el signo, el símbolo. La misma señal del amor y el aprecio, utilizada de manera antagónica.
Pero Judas, hay muchos. Iscariote no fue el único, sino que dio paso a una manera de calificar conductas. Judas, como una figura y no sólo como personaje. Individuos que la desmedida ambición –o no-, se llevan entre sus pasos el status quo.
Quizá el que se encuentra en la moda, estadísticamente hablando de esta, es Donald Trump. Su falta de liderazgo y de temple lo han llevado en fechas recientes a atacar pueblos, ya de por sí devastados antes, pero que ponen en el filo de la navaja (otra vez) la estabilidad del orbe.
En el que pareciera ser un nuevo capítulo de la guerra fría, el mundo se divide en bloques. La polarización de los líderes políticos y económicos incrementa las tensiones. Sin duda que si buscamos los ‘Judas’ no modernos, sino del momento debido a lo cambiante que puede ser este podio, el señor Trump figuraría por ahí.
Del otro lado del ring están otros que también podrían calificarse de esta manera. Al Assad, Putin, Erdoğan. El abanico de elección es amplio.
Recordando a Einstein y con ello la relatividad de las cosas, dependerá del lado en que se esté mirando la elección del ‘Judas’ que cada uno prefiera. Sin olvidarnos que tenemos unos más cercanos, más a la mano. Y ahí vamos, de Guatemala a ‘Guatepeor’.
Los años electorales al igual que la semana santa son ocasión de recordar a quienes han dado la espalda en momentos importantes.
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