Saltillo, Coah., 04 de marzo 2019.-.- El ex dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira Valdés, rechazó tener cualquier cercanía con el presunto operador finaciero de Los Zetas en Europa, Juan Manuel «El Mono» Muñoz.
En un comunicado a la opinión pública, el también ex gobernador de Coahuila afirmó que como alcalde de Saltillo y como mandatario estatal recibió invitaciones a inaugurar negocios de Muñoz, pero ello no implica que haya tenido alguna una relación cercana con él.
«Es absolutamente falso que me encuentro entre las personas con las que estuvo cerca el señor Muñoz», sostuvo.
La aclaración sobreviene tras de que en una nota del periódico San Antonio News se asegura que el presunto líder de los zetas y operador financiero de esa organización podría implicar al profesor Moreira en la red delictiva que ahora lo mantiene en una cárcel de Estados Unidos luego de ser extraditado de España para ser juzgado en una corte federal de San Antonio, Texas.
Moreira Valdés aclaró: «En mi época como Presidente Municipal de Saltillo, entre 2003 y 2005, me solicitaban que acudiera a inaugurar de manera permanente negocios que se establecían en mi ciudad, entre comerciales, micro y pequeñas empresas, y como Gobernador, además de las anteriores, inauguré grandes empresas», afirmó.
Subrayó además que «Entre los cientos de negocios inaugurados, uno de ellos correspondió al del señor Muñoz, por lo que más allá de este hecho, la proximidad con este señor nunca ha existido».
Pobre iluso inauguraba negocios para el «mono» para lavar dinero y el ingenuo no sabia ……
Rata
Pinche jotolòn de mierda. Involucradìsimo con los zetas, todo Coahuila lo sabe desde siempre. Cuando fuè gobernador de Coahuila imperò la presencia de los zetas en los barrios de la periferia en Saltillo, donde se sentaban en las esquinas a vender la droga descaradamente y ante la complacencia de las autoridades. Todo el dìa de dedicaban a eso. Incluso vecinos fueron contratados por $1,500.00 por semana para vender droga, cantidad que nunca en su vida habìan visto junta, por eso aceptaban y eso les daba «personalidad» a los pobres inùtiles. Tambièn los zetas manejaban a los que regenteaban el jueguito de «¿Dònde quedò la bolita?» el cual era un burdo fraude, y se aposentaban en los mercaditos sobre ruedas.