Del tintero.-
Escribe: Fidencio Treviño Maldonado.-
Un México convulsivo e incapaz de asumir consecuencias, un México preso de los que por décadas han tenido la bota del poder en el cuello de las clases desprotegidas ¿Dónde están Mina, Morelos, Guerrero, Negrete, Diaz, Zapata, Villa, Argumedo…? Para que defiendan al pueblo, porque nuestras autoridades, en todos los niveles, ya no pueden con el mugrero y embrollo que persiste en nuestro muy burocrático, débil, torcido y manoseado Estado de Derecho.
Ahora que dos o tres bandidos de los llamados con corbata y cuello blanco han caído en las redes, los «amigos» de estos millonarios desde las tinieblas sacan sus mejores gestos para decir que todo se hace por venganza política, que así no son las cosas, que los acusados, los detenidos y los que andan huyendo o estan en la lista de ser extraditables son más puros que la paloma de San Juan, de limpia y brillante conciencia, intachables, ínclitos, nobles, puros y como dijo Diaz Mirón en su poema «Gloria» –-Aves de plumaje blanco que cruzan el pantano sin mancharse y su plumaje es de esos—.
Pero resulta que debajo de la alfombra mágica se esconde la basura de saqueos que por años acumularon, basura que compra jueces, que compra comunicadores, que renta conciencias, lenguas, plumas para defender lo indefendible y echarle la culpa de todo a Manuel López Obrador, el presidente de México y que según ellos busca una venganza política ¿ Acaso el PEJE tiene necesidad de tener más adeptos a su proyecto de nación…?, pues la verdad no, si lo respaldan más de 30 millones de ciudadanos, incluyendo otros habitantes y se aplaude lo que sus ayudantes ahora sí llevan a cabo, como es la detención de ratas de cola muy gruesa y larga.
Lo que pasa es que los mexicanos nos impusimos en usos y costumbres ver como cada pelufustan, gamberro, truhanes, onagros y viles pillos de nueve suelas y muy bien protegidos entran a los círculos de la Casta Divina, donde hasta son convertidos en reyecitos. En esta casta o clase divina que políticamente domina el país, vemos que hasta presidentes municipales terminan en pocos años con más propiedades que el nopal y la moringa juntos. Y el pueblo callado, otorgando y aceptando que esta bien, porque robó poquito, porque para eso están, porque ahora ya le tocaba, etc.
De pronto son llamados a la verdadera justicia y sucede la paradoja, muchas veces es el mismo pueblo, los mismos oprimidos, las víctimas quienes defienden a los verdugos y devoradores del pueblo y lo tildan de inocente, pobrecito, no merece esta persecución, es venganza política, y muchos etc.
Para desgracia del pueblo, por años nuestro brazo de justicia ha estado escondido o ocupado recibiendo o contando $las pruebas$ de X bandido, encontrando fallas en la detención, en la investigación, inclusive en contubernio con los defensores de verdugos como lo son algunos que forman parte de la Comisión de Derechos Humanos o de este u aquel defraudador, que con una irrisoria fianza sale protegido con un jugoso amparo, sobre todo aquel político que se fue con millones de pesos y que así corrupto y truhán, sigue ocupando puestos públicos.
Sin duda el pueblo quiere ver también a los devoradores de los trabajadores, es decir los líderes de los 20 o más sindicatos y sus poderes fácticos que tienen en cada Estado o Ciudad, lideres estos que por años han sido eternizados y muchas veces son entronizados por los mismos obreros sobajados. LÍderes que llegan a esos puestos y nadie les pide ni por error que den cuenta de las cuotas
¿Quién conoce en este país a un líder pobre? al igual que las limosnas que se dan en muchas iglesias nadie de los líderes da cuentas de los gastos que se generan por concepto de cuotas. Total nuestro país esta más dividido que cuando llegaron los españoles en la mentada conquista, con el síndrome de Charly, es decir estamos mal y de malas, por aquello de que ahora los defensores de los gamberros, dicen y están consientes de que estos sigan robando, negociando con dinero del pueblo, para continuar nadado en la impunidad como lo hicieron Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto.
Es fácil decir que es venganza política y nada tiene que ver la aplicación de la ley, cual debe de ser. Por lo pronto ya cayeron algunos peces grasos y otros ya se ahogan en sus propios charcos, donde poco a poco se les agota el oxigeno; y no tardarán en salir a la superficie a tomar aire.
Ahora, si la persecución fuese por razones políticas, pues habría que hacer dos o tres cárceles cada una de las dimensiones tres veces del Estadio Maracaná de Brasil para encerrar a tanto gandalla que pasea sus $vergüenzas$ en el mundo, porque este país ha sido saqueado por cada gamberro que, a la sombra de los grandes padrinos, labraron fortunas que por muchas generaciones no se terminarán.
Que no se equivoquen, la justicia les va a caer a muchos que fueron o son jefes, pero por ladrones y corruptos… no por razones políticas..
Sugerencias y Comentarios; kinotre@hotmail.com
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