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¿MANDARÁ SUBDELEGADO LOS PACIENTES REJEGOS A PRISIÓN?

BAILE Y COCHINO.-

Por Horacio Cárdenas.-

Sabemos, como todo el mundo, excepto los que creen que esto del coronavirus es un montaje de los conservadores neoliberales para descarrilar a la Cuarta Transformación, que el COVID 19 provoca distintas reacciones en el organismo, de las cuales apenas conocemos las más inmediatas, por ejemplo la fiebre, la dificultad para respirar, la pérdida del sentido del gusto y el olfato, y por allí ya andan algunos estudios en Corea del Sur y en China que sugieren que esta enfermedad sea de esas que no se erradican del cuerpo de quien las padece, pues en ambos países ya tienen documentados algunos cientos de casos de personas que habían sido dadas de alta, y que de repente al ser sometidos a un nuevo examen, volvieron a dar positivos, y van para atrás, a buscarles una cama de hospital, un espacio en una unidad de terapia intensiva, un ventilador… y oh sorpresa, son de los que mandaron a México en calidad de donación o vendidos al doble o triple de su valor, nuevos, siendo que eran usados.

Tampoco se conocen todos los efectos que el coronavirus está teniendo y tendrá en el corto plazo en la forma de vida de los seres humanos, de la sociedad, de las naciones, de la economía de los países y de las regiones.

Sí, se habla ya de que hay personas que han logrado reencontrarse consigo mismas luego de pasar tantas horas, días y semanas solos; también parejas y familias que vivían distanciadas pese a compartir el mismo techo, han logrado una compenetración perdida o que en muchos casos habían perdido; en internet se pueden ver videos, cientos de videos, miles de videos en los que se muestra como el histrionismo de los seres humanos es capaz de sobreponerse a las condiciones más duras; muchas personas en situación de ocio obligado, han descubierto su vocación artística, y en fin, los que ya eran artistas han dado ejemplo de ingenio a través de conciertos colectivos desde los puntos más alejados del planeta, eso en cuanto a lo bueno.

En cuanto a lo malo, muy probablemente sea más lo malo que hay que reportar, que lo bueno que se ha bosquejado arriba, por principio de cuentas ya para estas alturas se reporta una todavía mayor incidencia de violencia intrafamiliar, contra las mujeres, contra los adultos mayores y con los hijos.

¿Y cómo no iba a ser así, si desde antes de la contingencia ya la gente era violenta, si las parejas no se soportaban?, muchos que no habían llegado a los gritos y a los golpes, ya dieron el paso que nunca debería darse orillados por la incertidumbre y el miedo a una situación de la que no se tenían antecedentes.

Mucha gente ha perdido su trabajo y en consecuencia su fuente de ingreso, esto llevará más pronto que tarde a un incremento de la criminalidad por pura desesperación, e incluso por hambre, algo que se creía ya extinto en nuestra sociedad contemporánea, por supuesto la corrupción, los delitos de cuello blanco están a la orden del día, y no faltará que dentro de poco tiempo, nomás que haya, se comience a querer traficar con medicamentos, con las supuestas curas, y algo en lo que no queremos ni pensar: que mediante una corta feria a las manos adecuadas, le consigan acceso a un ventilador de esos que el código de bioética que anda promocionando la Secretaría de Salud de la Transformación de Cuarta le haya negado por su edad, con unos cuantos billetes, se lo quitan al niño o al joven, con tal de dárselo al que lo pueda pagar.

Es lastimoso tener que aceptar que el coronavirus ha sacado lo peorcito que alguna gente lleva dentro, en nuestro país, donde todo eran abrazos en esta república amorosa lopezobradorista, se han sucedido ataques contra personal médico y de enfermería, a quienes gente, digamos, desesperada y asustada, los ha agredido acusándolos de que los pueden contagiar del COVID 19. Los atentados se han venido sucediendo con cada vez mayor frecuencia, al grado que ya se está pensando en habilitar hoteles para resguardar a los médicos y enfermeras, quienes también tienen temor de contagiar a sus seres queridos y a conocidos, en una situación que nos recuerda cuando en la época del terror acá en Coahuila, se recomendaba a doctores, enfermeras, dentistas, que no anduvieran de bata en la calle, porque se presentaron varios casos de estos profesionales, y aún alumnos, que eran levantados por los grupos delincuenciales para llevárselos a curar a alguno de los suyos, principalmente cuando caía herido un cabecilla, y solo en muy pocos casos fueron devueltos, o se volvió a saber de ellos.

Ahora con el coronavirus también se les recomienda no andar de traje de fajina en las calles, pero la gente los conoce, y han sido vecinos los que con mayor frecuencia, y obvio desde el cobarde anonimato, han atentado contra ellos.

Pero uno de los efectos menos estudiados del virus en la población, es el que provoca en las autoridades, en quienes detentan alguna clase de poder y hasta la fuerza pública.

Uno esperaría que en posiciones de mando se ubicara a personas con criterio, gente que pudiera pensar con claridad en situaciones de mucha presión, después de todo, en la autoridad recae la misión de conservar la cohesión social, a veces con medidas poco populares, malo es cuando quienes deben actuar con frialdad pierden la cabeza, este es el caso del delegado de la Fiscalía General del Estado de Coahuila en la región centro, Rodrigo Chairez Zamora, quien excediéndose en sus atribuciones, anda amenazando a la población de la que se ha convertido en epicentro de la pandemia en nuestro estado, Monclova, haciéndole un favor muy flaco al esfuerzo del gobierno estatal, que lo que menos quiere es tener que apagar los infiernitos que su propio personal le anda encendiendo.

Según Chairez, si una persona está enferma de coronavirus, y sabe que está enferma, y aún así se anda paseando por la calle y por los cada vez menos centros de reunión que quedan abiertos, estaría incurriendo en una conducta delictiva, sobre la cual se le podría y se le abrirá proceso penal que pudiera llevarlo a purgar una pena de entre 3 meses y un año de hospitalidad en alguno de los cómodos penales coahuilenses, todos ellos de cinco estrellas.

Para nuestro gusto que el delegado está infectado de terror al coronavirus o alguna variante de esto, porque de lo que está hablando es de la supresión de los derechos constitucionales, en una situación que todavía no ha sido decretada y quien sabe si llegue a serlo, pero además él está presumiendo una actitud de intencional y alevosamente contagiar a ciudadanos, algo que los científicos de estilo rancherón como López Gatell no nos han dicho si es posible, ¿si porto el virus lo puedo contagiar a quien yo quiera cuando yo quiera?

Si de por sí a la Fiscalía se le pelan un montón de casos por estar mal integrados los expedientes, es difícil de creer que gente como el buenazo de Chairez Zamora podrán probar primero, que el presunto contagiador o como se diga, sabía que estaba infectado, segundo que había una intención dolosa en el hecho de haber contagiado a otros, tercero que no fue algún efecto de la propia enfermedad que le obnubiló la razón y lo obligó actuar como supuestamente lo hizo.

Además, ¿de cuantas personas estamos hablando?, si todo aquel que tosió en el codo o al aire pensó así fuera por un momento “ha de ser coronavirus”, y aún así siguió con sus actividades normales ¿se le puede procesar en los términos que plantea el delegado Chairez, entambarlo en una prisión donde pueda contaminar a quien sabe cuántos reos, donde aunque esté privado de su libertad hay que proporcionarle su ventilador, o también le quiere aplicar la fracción dura del código de bioética?

Total que una cosa es por la buena o apretando un poco, tratar de convencer a la gente, sana y medio sana, que se guarde en su domicilio, y otra cosa es dejarse llevar la autoridad por el pánico, pues en vez de facilitar las cosas las empeoran ¿no tuvo el gobernador Riquelme Solís que pedir disculpas al gobernador y al pueblo de Nuevo León por un agente de la policía estatal que regresó a un regio por que allá en Monterrey todos están infectados?, ¿también quiere Chairez que pidan sus superiores perdón por sus cobardías y excesos, o quiere él mismo inaugurar el pabellón de locos por coronavirus en el penal de Monclovita la Bella?

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