PARRAS, MI PUEBLO… ¡TAN MÁGICO!
Por: Juan Lobatón.-

Quien diga que en mi Parras nunca pasa nada está más que equivocado porque aquí pasan cosas que jamás de los jamases sucederían en cualquier punto allende Paila y más allá…
Para abrir boca, comentaré que en el pueblo ya se cuenta con una propiedad que, los malquerientes de siempre, han bautizado como “el Rancho La Mordida” por aquello de que pertenece a una persona relacionada con asuntos de policía y tránsito, hasta ahorita no han dicho de que personajito de la política local se trata, pero ya investigaré y daré cuenta a todos mis cuatro lectores. Que conste que incluirá pelos y señales de esta o este nuevo propietario que en menos de 2 años, juntando moches de tránsito y robando los bolsillos del ciudadano logró agenciarse una propiedad por allá por donde se encuentran terrenos del notario Fernando Orozco Lara.
El tal “Rancho La Mordida” cuesta muy por arriba de año y medio de salario de comandante, pero mejor de eso hablaré cuando tenga todos los pelos de la burra arrejuntados en el puño de mi mano. Les aseguró que después de esa descobijada habrán de rodar algunas cabezas, aunque a lo mejor ni pasa nada, ahí sí, porque en eso de robar todo está permitido.
Mejor por ahora le damos a las cosas de las diputaciones locales, aunque a mi Parras ya tiene rato que no le alcanza para tener representante, parece que con el Partido Unidos, que controla el cachorro de la política comarcana Rubén Humberto Moreira, parece que se nos va a hacer contar con alguien dentro del Congreso ya que trae en verdadera campaña, y juntando piedras, varas y cuetes, al paisano Diego Alvidrez, un joven entrón que, con todo y sombrero inseparable anda ganándole la silla de diputada a la priísta Edna Dávalos que ya anda más que preocupada por la aceptación que ha tenido el chaval.
Diego es hijo del primer regidor de Parras, Ramón Alvidrez quien está a punto de convertirse en alcalde interino si el Congreso de Coahuila al fin resuelve pegarle a la mesa de la corrupción para que salten al suelo las fichas podridas que tanto daño hacen a los habitantes, a las calles, a los ejidos y a todo lo que es territorio traicionado por Morena.
Y estamos en esto de la grilla cuando empiezan a saltar nombres de aspirantes a suceder al alcaldito, al que en mala hora elegimos y que ahora está convertido en la cruz de todos, hasta de mis parientes que están encarcelados en el panteón de San Antonio, porque, por si no lo saben aún tengo ahí una tumba familiar que data de más de dos siglos, porque yo SÍ soy de Parras y a mucha honra, no como otros que se ufanan de serlo nomás porque llegaron a trabajar a algunas cantinas de mala muerte que estaban por el mismo lado del panteón.
Pero bueno haciendo a un lado los asuntos de familias de Parras y los advenedizos tránsfugas del PAN metidos a morenos, hay que comentar sobre las aspiraciones de Gerardo Dávila que tiene sentadas sus bases en el apoyo del actual alcalde que, al darse cuenta que no puede reelegirse ni acomodar en la candidatura a su compañera sentimental, buscará cubrirse la espalda con Dávila para impedir que alguien quiera sacar a la luz sus pillerías. Este amigo, como ya lo dije en otra colaboración, fue director del Sistema de Agua, pero hasta ahí.
Otro aspirante, más serio, con menos problemas y arraigado en Parras, es el notario Fernando Orozco quien con todo y que a su partido, el PRI, le ha ido como en feria, no abandona las siglas y se mantiene firme, listo para pelear por el cargo. Igual parece andarse acomodando Doña Gabriela Carrillo, una mujer luchona que está dedicada a apoyar a quienes más lo requieren.
Y para que los morenos del alcaldito no anden cantando victoria, hay otros aspirantes a los que deberán enfrentar y que ya gozan del apoyo del propio Armando Guadiana, a decir del partido del Peje Presidente: los regidores Elia Sandra Jiménez Segura, Ramón Alvidrez, el exdelegado del IMSS, Pablo Linares Martínez y hasta el eterno candidato, José Gerardo Mendoza, que ya anda picando piedra por todas partes.
Mientras, con la banderita de Nueva Alianza, que quién sabe si todavía exista este partido, se perfila el exalcalde Ignacio Segura Teniente, que aunque a muchos les duela hizo un buen papel en la ocasión que dirigió los destinos de Parras. Si hasta lo recuerdo caminando entre el agua y el lodo el día que se inundó el pueblo en aquel lejano 2006. Vaya que si me acuerdo.
También están Evaristo Madero, que ya fue presidente municipal en tres ocasiones, y José Luna, más conocido como “El Bombón” quienes intentarán a toda costa, que se desligue su partido el Verde Ecologista de Morena para atorarle de lleno a la contienda. En el pueblo se les quiere, aunque dicen preferir a “El Bombón” por aquello de que no era avorazado con la gente a la hora de cobrar los recibos de agua y sí en cambio les echaba una manita, trae cartel, ni hablar.
¿Y del PAN y el PRD? No pues esos partidos están muertos. Ahí no queda nadie, es más ya ni las oficinas abren.
Pero bueno, por lo menos ya empiezan a asomar la cabeza los aspirantes y lo hacen justo en el momento en que la desesperanza le aplasta el cuello a los habitantes que miran con tristeza que no tienen quien carajos les eche la mano en estos tiempos de pandemia.
¿Y ahora, quién podrá defendernos? ¿Ramón Alvidrez, Fernando Orozco, Pablo Linares, Evaristo Madero, José Luna, Ignacio Segura, Elia Sandra Jiménez, José Gerardo Mendoza?
Y la lista seguirá creciendo, no lo dude. Parras es tierra fértil para el cultivo político.
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