HEREJÍA POLÍTICA
Por: Luis Enríquez.-
El presidente Andrés Manuel López Obrador hará todo lo que esté a su alcance para que su Reforma Eléctrica no se apruebe. Generará un conflicto con todas las bancadas opositoras a Morena en el Congreso, al igual que lo hará con otros sectores de sociedad, contra diversos giros empresariales y contra quienquiera que pudiera influir en la decisión de la Cámara.
El presidente sabe que a México no le conviene cambiar las reglas en materia energética, que la reforma que propone es un suicidio monumental para el futuro del país, de su partido y su persona. Pero está obligado a fingir, a pretender que, por lo menos, lo intentó; dar la impresión, para con sus fanáticos, de que se buscó el absurdo y vano objetivo de la no privatización, ése que pregonó durante casi 20 años.
Por ello, el presidente de la República inició desde hace algunas semanas esta subrepticia campaña de autosabotaje.
Primero increpó desde el púlpito presidencial al corrupto ex gobernador y líder de la bancada del PRI, Rubén Moreira Valdés, acusándolo de querer moche; con ello, la mayor parte del tricolor está listo para votar en contra la reforma. Por otra parte, tan solo ayer el mandatario nacional se lanzó contra los congressmen de los Estados Unidos, amagando con exhibir a aquellos que no aprueben la regularización de migrantes. Incluso ya dijo qué explicación daría a Biden, en caso de ser cuestionado. Sabe que el tío Sam intervendrá, que ya lo mandaron llamar, sabe que empezarán a cerrar filas contra su gigantesca locura.
Y al final, el lector de esta columna se preguntará, así como la banda Intocable ¿y todo para qué?… Pues para poder decir “lo intenté, pero ellos, la oposición, la mafia del poder, los ricos, me lo impidieron.”
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