fbpx

La auténtica izquierda coahuilense

BAILE Y COCHINO…

Por Horacio Cárdenas Zardoni.-

Nos llamó la atención una frase utilizada por Evaristo Lenin Pérez Rivera durante su discurso de aceptación de la constancia que lo acredita como candidato del Partido Verde a la gubernatura del Estado de Coahuila: él es quien representa la auténtica izquierda en el actual proceso electoral.

La frase es importante porque más allá de una declaración de relleno, es un pronunciamiento que debe ser tomado en cuenta por toda la clase política estatal y nacional, además por todos aquellos interesantes en analizar y comprender el devenir del pensamiento político en nuestros tiempos, que además, y sobra decirlo, más temprano que tarde tiene repercusiones en la vida cotidiana de los tres millones de ciudadanos que habitamos este estado. Lo que se decida en las urnas este próximo 4 de junio, tendrá un impacto significativo en nuestro futuro inmediato, como parte de una transformación, de una izquierdización si es que se le puede denominar así al movimiento encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, o por el contrario, la continuidad de lo local que conocemos, que tiene fuertes implicaciones de aislamiento de lo que era, de lo que solía ser, en un ambiente en el que priva una renovación, sin que en ningún momento estemos postulando que esta o aquella sea una mejor que la otra.

Decir que la postura política de Evaristo Lenin es la auténtica izquierda podrá querer decir muchas cosas, sabemos que la política es el arte de enviarse mensajes cifrados que terminan por explotarle en la cara a quienes van dirigidos, pero también es el ataque directo y contundente: yo soy el auténtico, lo que pone a los otros que se dicen izquierdistas como no auténticos, como falsos, o usando una de las palabras favoritas del presidente de la república, espurios.

Armando Guadiana… izquierda, izquierda lo que se dice izquierda?

Aquí es importante recordar que no todavía hace seis años, se conformó la coalición de partidos Juntos hacemos historia, que incluyó al Movimiento de Regeneración Nacional, al Partido Encuentro Social hoy desparecido, al Partido del Trabajo y al Verde. Todos llevaban como candidato a la presidencia de la república a Andrés Manuel López Obrador, y sin entrar en mucho examen, también a los candidatos al senado de la república, a la cámara de diputados y a otros puestos de elección popular en contienda en ese lejano 2018.

¿Se imagina una discusión del tipo: bueno sí, somos aliados y coaligados, pero el auténtico soy yo, todos ustedes son paleros, comparsas, colados, polizones, rémoras, agregados culturales, a los que se recibe y se les agradece, pero tampoco se sientan mucho?, no, de haber ocurrido una o varias pláticas parecidas, lo más seguro es que la alianza no hubiera existido antes de la elección, o que se hubiera resquebrajado al poco tiempo de transcurrida esta, eso considerando que ganaron, porque si hubieran salido derrotados, hubiera durado menos que lo que se tardó en emitirse la declaración de candidato ganador.

Pero lo cierto es que la alianza de la izquierda, y por un rato la extremísima derecha representada por Encuentro Social, estuvo aun en sus mejores momentos prendida con alfileres. Tan es así, que han seguido actuando cada partido como una entidad independiente, no se sumaron, no se mezclaron, no se conjuntaron para crear un instituto político mucho más fuerte que la adición de sus individualidades.

Lo visto en Coahuila en este proceso electoral es más que demostrativo de lo que comentamos, la afinidad dura solo lo que dura la conveniencia, y ni aun estirando por vergüenza la supuesta alianza, permanece más allá de lo que a cada quien cree que conviene. Es el caso que los tres partidos vivos que en la elección del 2018 lograron un triunfo apabullante, para la elección de Coahuila cinco años después, llegan, pero llegan solos, y hasta con un tufillo a enemistad y pleito.

No queremos meternos en la sórdida mente de los partidos de izquierda, tampoco en los de derecha, pero lo que nos parece lógico es que hubieran buscado acordar la permanencia y continuidad de la alianza que triunfó en el 2018 a nivel nacional, y a nivel estatal logró una muy buena votación, al grado que Armando Guadiana llegó junto con Martha Galaz al senado de la república, trepado en la conjunción de los esfuerzos partidistas.

Pero no, MORENA se distanció del verde y del PT, o este de aquellos dos, o como quiera que haya sido, el caso es que decide cada quien jugarla solo, y no solo eso, sino que en vez de reconocer las afinidades que los colocaron donde están, se dan el tiempo de criticarse, como lo hizo Lenin, quien no solo rompió con la alianza original, sino que creó otra compuesta por su franquicia familiar, la Unidad Democrática de Coahuila y el Partido Verde, en una fórmula mixta de un partido federal con uno local que no sabemos si se había probado en otro estado, y qué fin habrá tenido.

Pero… ¿de veras es Lenin el más auténtico representante de la izquierda?, ahora que está de moda los exámenes sobre temas políticos, refiriéndonos a los que están aplicando a los aspirantes a integrar el Consejo general del Instituto Nacional Electoral, que hasta la composición cromosomática les están exigiendo, y no es vacilada, sería interesante hacer pasar a los candidatos de ciertos partidos por un examen de conocimientos, pero no solo de haber leído a Marx, Engels, Lenin, Trotski y otros ideólogos, y ser capaces de exponer, explicar y defender sus tesis políticas, económicas y sociales, todas ellas de la más profunda izquierda, sino de demostrar cómo vive cada quien, en apego a la ideología que pregonan profesar.

Sí, porque, que sepamos, Carlos Marx, vivía poco menos que en la miseria, quien sostenía la casa y a la familia era su mujer, él vivía dedicado a las ensoñaciones de lucha de clases y otras por el estilo, ¿cuántos de los que hoy se la rifan para la gubernatura de Coahuila son gente del pueblo, queriendo entender por esto, que viven con los ingresos que tiene la mayoría del pueblo coahuilense?, le podemos decir que ninguno.

Ricardo Mejía Berdeja, quien también se ha calificado a sí mismo como el único y auténtico defensor de la cuarta transformación en el estado de Coahuila, tiene un nivel de vida envidiable.

Armando Guadiana Tijerina es otro que de izquierda no tiene más que la mitad del cuerpo, porque es un capitalista hecho y derecho, y tanto que ha sabido aprovechar las oportunidades que este brinda a los que están dispuestos a tomarlas, y el mismo Evaristo Lenin, lo suyo ha sido vivir de la política y los negocios derivados de esta, como lo aprendió de su padre, el creador de la franquicia UDC.

Realmente no sabemos a qué tanto pleito, decirse uno auténtico y descalificar a los otros, cuando piensan y actúan de la misma manera. Por eso es por lo que sintiéndose y diciéndose diferentes, lo único que logran es restar adeptos para sus causas… que son una y la misma.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Powered by WordPress.com.

Up ↑

Descubre más desde El Demócrata

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo