RETRIBUCIONES
Por: Luis Enrique Morales.-
La ambición sin escrúpulos, sin valores, sin inteligencia, se transfigura en codicia y perversidad, en la sobrevaloración de uno mismo y en un apetito insaciable de consumir, devorar y poseer interminablemente. El corrompido y codicioso, se ve cegado por la voraz ilusión del llegar a ser, considerándose a sí mismo merecedor de todo, dueño de todo, incluso de las personas que le rodean.
La ambición de unos cuantos recae hoy en la rectoría de la Universidad Autónoma de Coahuila, amuleto de la buena suerte que suele catapultar a los gobernantes del mañana.
Dicen algunos cafetólogos, expertos en la política coahuilense, que quien posee la audacia, astucia e inteligencia para abrirse paso en el espinoso camino hacia la rectoría, compra su boleto en la vida pública del estado. Nomás es cuestión de analizar actuales puestos estatales y alcaldías donde se encuentran incrustados el ex rector José María ‘Chema’ Fraustro Siller, alcalde de Saltillo, y el ex rector Blas Flores, Secretario de Finanzas de Coahuila.
Es por ello, que la rectoría de la UAdeC atrae muchas envidias y pérfidas ambiciones, sobre todo cuando los tiempos electorales se tornan inciertos y azarosos.
Algunos partidos políticos intentan colarse a las instituciones para corromperlas y hacer uso de sus recursos, deteriorando con ello el sistema educativo, atrasando el progreso de las comunidades y poniendo en riesgo la autonomía universitaria. En el caso de nuestro estado, Morena ha empezado a alimentar las aviesas ambiciones de algunos personajes, que por no ser los favoritos de la comunidad estudiantil, han optado por firmar hojas en blanco y vender su alma a la Cuarta Transformación, a cambio de su apoyo en la carrera por la rectoría.
Están los casos ya conocidos del club de los apestados de la UAdeC, entre los que medio destacan Montalvo y Luis Efrén, ex directores de facultades de Saltillo, casos que en su momento describimos en ediciones pasadas de esta columna; y está el caso del junior advenedizo, Octavio Pimentel, coordinador general de Vinculación, quien pregona por los pasillos de la Universidad que su tío, ex alcalde de Saltillo, ya le anda comprando la rectoría.
Dice Pimentel que ya la trae, que lo apoya la 4T, que Guadiana su candidato ya se la prometió y que la “transformación” ya se siente en el estado. Nada más alejado de la realidad: porque será Manolo el próximo gobernador de Coahuila.
Así, con las elecciones estatales en puerta y las promesas al por mayor, las ambiciones se multiplican. Uno y otro y otro alzan la mano, creyendo que por ser sobrino, nieto o yerno de algún funcionario, se sienten con derecho a encabezar la Máxima Casa de Estudios del Estado. Pero se toparán con pared, porque, para el próximo año, se perfila una mujer como próxima rectora de la UAdeC.
Deja un comentario