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El lugar donde residen los Milagros 

Por: Luis Enrique Morales.-

Parras de la Fuente, Coahuila, 27 Octubre 2023.- Dentro de aquellas delgadas paredes que rodean un humilde espacio hecho recinto, miles de susurros, de voces ahogadas, han implorado peticiones secretas. Al borde del quebranto, los creyentes se arrodillan ante el Santo Patrono de los Desesperados. Muchos de ellos, muchos, son escuchados. Ahí en esa pequeña capilla semiderruida, en medio de la solitaria carretera donde la mayoría pasa de largo; ahí, donde vándalos y ladrones destrozan constantemente símbolos devotos y suplicantes ofrendas; ahí, donde por la noche iluminada de cirios, no se oye más que el rumor de la montaña y el reptar de las serpientes; ahí, donde se han vertido miles de lágrimas, que fraguan al unísono el abatimiento y la fe; ahí, donde arriban con el corazón roto y anegado, los desamparados; ahí en Parras de la Fuente, se encuentra el lugar donde residen los milagros. 

Hace más de 50 años, a la orilla de la carretera Parras -Paila, un grupo de creyentes construyó una pequeña capilla en medio de la nada, con menos de 70 metros cuadrados, con la intención de crear un espacio para alimentar la tranquilidad espiritual y buscar solución a tragedias y desesperanzas, para quienes están de paso. Un templo siempre abierto, para albergar al Santo más rezado del Pueblo Mágico: San Judas Tadeo.  

No es una persona en especial la dueña o responsable del Templo. No existe una congregación, ni una parroquia, ni siquiera una comunidad en específico que se encargue de las instalaciones, de las sillas, de las puertas o de su mantenimiento. Nadie vela por ella. Es como una entidad autónoma y misteriosa que existirá mientras haya gente que le guarde fe, cariño y respeto. Y así, bajo la tutela de nadie, con la ayuda de identidades ocultas que la resanan, la pintan y la reconstruyen en sigilo, la capilla se ha mantenido en pie, en medio del inclemente desierto. 

Un aura de misticismo circunda el lugar. Tan solo a unos cuantos metros, aledaño a los terrenos en los que fue construida la capilla, las montañas guardan vestigios ancestrales. Justo en esta zona, existen artes rupestres impresas en las rocas, identificadas por historiadores como petroglifos o petrograbados, realizados por los antiguos habitantes que estuvieron asentados en la parte austral de Coahuila, que datan de los años 10 mil antes de Cristo (A.C.). Sin embargo, éstas áreas son poco visitadas, ya que, aseguran ejidatarios, están plagadas de peligrosas serpientes venenosas. 

Petroglifos presentes en el cerro aledaño a la ermita. Datan del año 10 mil A.C.

En un artículo publicado por el historiador David Martínez Román en El Demócrata, el investigador detalla que “… algunos visitantes consideran que estos símbolos fueron formas de registrar, a su modo, el tiempo o sucesos naturales. Este testimonio histórico tiene como vecinos una ermita católica, la cual está encomendada a San Judas Tadeo. El progreso humano y el poco desconocimiento del valor patrimonial pueden ser factores determinantes para la conservación de estas formas milenarias.”

Así, la pequeña capilla, las serpientes y el antiquísimo arte ruprestre comparten tierras que algunos consideran sagradas, cargadas de un profundo sentido místico, religioso y espiritual.

Fue un tal Carlos Flores Murillo, quien hace 51 años mandó levantar la capilla de San Juditas, en lo que solía ser un rancho de su propiedad, que tenía el mismo nombre que el Santo. Con el pasar de los años, Carlos Flores echó a andar, despareció en el horizonte y la gente del ejido ya no volvió a saber de él, jamás vino nadie a reclamar las tierras. Su ausencia es todavía un enigma.

Sin embargo, la encargada del Señor Carlos, de nombre Guadalupe, siguió velando por el santuario y por San Juditas, hasta el día de su muerte, pasando, como herencia, la responsabilidad a su hija, Guadalupe Muñiz Alvarado, quien actualmente vive en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. 

Guadalupe Muñiz, en entrevista con El Demócrata, habló de la historia y las dificultades que ha atravesado la ermita. “Desde hace 46 años somos los guardianes de esta capilla. Mi mamá pidió este terreno al ejido y se lo regalaron, después el patrón se fue y año con año yo me sigo encargando de la reliquia y de la danza. Al morir mi mamá tomé la encomienda, pues a ella le daba mucho miedo que quedara abandonada. El ejido no me apoya, nada, lo único que hicieron fue respetar el espacio al no vender el terreno, porque después de todo lo que pasó creo que les pertenece a ellos.” 

Guadalupe, relató las vicisitudes y profanaciones que ha sufrido la capilla, que ha sido presa de la delincuencia, objeto de vandalismo, e incluso ha sido utilizada para posibles ritos satánicos. Porque, aseguran los creyentes, donde habita la santidad, el mal siempre ronda con más fuerza.

“Siempre han existido problemas, destrozos, crimen. Han dejado costales llenos de huesos, o restos de animales muertos, cosas malas. Una vez apareció decapitada la imagen de San Juditas. La alcancía la destruían constantemente, decidimos ponerle candado y soldarla completa para que no la saquearan, pero cuando hicimos eso, algunas personas movidas por el odio introdujeron papeles encendidos para quemar los pocos billetes que dejaban los fieles. Cansados de esa acción, un día, mejor quitamos la alcancía.”

La alcancía para ofrendas fue profanada. Le arrojaron papeles encendidos para quemar los billetes introducidos por los creyentes.

Siempre hemos tenido la visita de gente extraña y sospechosa, pero son las cosas que debe lidiar la capilla al estar abierta las veinticuatro horas, los trescientos sesenta y cinco días de la año.”

Sin embargo, el Templo ha salido avante gracias al cariño y el apoyo de la gente. “Siempre que sucede algún destrozo, al poco tiempo aparece un alma buena para enmendarlo. Cuando lo decapitaron al día siguiente vino un hombre con una nueva imagen; él no desampara a nadie, por eso lo quieren tanto. San Juditas no está solo, somos miles quienes lo adoramos y lo amamos.”

Guadalupe, detalló como hace muchos años la delincuencia organizada dejó un cuerpo en la capilla. “Hace muchos, muchos años, como 30 años, vinieron a dejar un cuerpo. Era un hombre corpulento, dentro de un costal. Le vimos sus manos amarradas hacia atrás de la cabeza, portaba muchos anillos y cadenas que se veían costosas. Así vinieron y lo dejaron. Pero eso fue hace más de 30 años.” 

Fieles y devotos acuden con regularidad a visitar el Templo de San Juditas Tadeo.

Los milagros de San Juditas

Santa Brígida de Suecia, mística y patrona de Europa, escribió que un día Jesús le recomendó que cuando quisiera obtener ciertos favores, los pidiera por medio de San Judas Tadeo. Por esta razón, el santo es considerado patrono de las causas imposibles. Los fieles y seguidores del Santo de las Causas Pérdidas se han incrementado debido a numerosos  e increíbles “favores y milagros” que sus devotos aseguran haber conseguido por su intercesión, como señala la misma Iglesia Católica.

Las ‘mandas’ son cabelleras, regalos, fotografías. La gente deja su ofrenda, rogando por un milagro.

Es por ello que al interior del Templo del ejido San Francisco del Progreso se observa la presencia de mandas, cabelleras, regalos, ropas, cirios y cartas. “Las veladoras las trae la gente que pasa, traen flores, mandas, regalos. Nuestro San Juditas ha cumplido muchísimos milagros, la gente lo sabe, por eso vienen hasta acá, gente de todo el país. Un señor de Irapuato viene cada año en enero porque dice que le cumplió un milagro muy grande, de salvarle la vida a su mamá, y él viene a agradecerle haberla salvado de la muerte pues padecía de cáncer terminal y, gracias a San Juditas, ella salió adelante de esa enfermedad.” Resaltó Guadalupe.

Nombres y pertenencias de personas enfermas, a los que sus familiares desean salvar a través de la fe.

Cada 28 de Octubre, muchos parrenses toman la carretera y en medio de rezos van llegando en tandas a la capilla. Es día de fiesta. Se realiza una reliquia y danzas en Honor al Santo de las causas imposibles. 

La vigilante de la capilla reconoce que “Cada 28 de Octubre hacemos reliquia y hacemos danza, rezamos el rosario, repartimos la reliquia y convivimos aquí un rato. Para la reliquia nos apoyan algunas personas, pero principalmente soy yo quien se encarga de hacerla cada año.”  

“Para nosotros es un honor ser guardianes de nuestro San Juditas, es una parte muy importante de nuestra vida. Yo vivo en Monterrey. pero cada que vengo, llego a visitarlo, a saludarlo y agradecerle todos los milagros que me ha concedido.” Aseguró y enumera milagros extraordinarios realizados por San Judas. 

Guadalupe y muchos creyentes, festejarán hoy a San Juditas a la orilla de la carretera, en medio de la nada; rezarán y darán gracias dentro de aquella pequeña capilla semiabandonada, que resguarda, en secreto, miles de favores celestiales.

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