NOTICIAS DIVERSAS…
Por: Héctor Barragán.-

La publicidad es el instrumento que produce el mayor dinamismo en la economía del mundo, al fomentar el consumo a niveles insospechados. Muy por encima de las necesidades normales de la gente, con objeto de incrementar la producción y con ella las ganancias; ha creado producto que no se vendieron sin la publicidad, ganancias como propósito primordial, ha degenerado el sistema de producir, mercancías que tienen una vida útil limitada para sustituirse, mientras que anteriormente un auto servía 50 o más años, una lavadora duraba por siempre; sin contar que mucha de la producción moderna, además de durar poco, cambiaba frecuentemente de su presentación, su aspecto más bonito, hacía la moda.
Lo anterior en cuanto a la esencia del instrumento, el propósito o naturaleza, pero la publicidad tiene vida propia y necesidades de desarrollarse para subsistir, así que se enfoca a fases distintas, como la política con su creación de imágenes, de figuras y personalidades, entre otras maneras, el silencio o la exhibición, pero su mercado, su sostén económico
No es la imaginación por sí, el arte poco importa para ella, así que encontró en el público el gusto por el escándalo, las conductas inusitadas, pero principalmente los hechos criminales.
La nota roja, la difusión de hechos de sangre, fraudes, robos, secuestros, los hechos exóticos o diversos de personajes notables. Políticos, de espectáculos, del deporte, todo ello son ganchos para que la gente permanezca frente a los medios de difusión escritos o electrónicos.
Utilizar la criminalidad como atractivo al medio comunicador, es un seguro de que la gente gusta y disfruta de conocer lo peor de la sociedad y sirve para aumentar las ventas y engordar las carteras de quienes se dedican al oficio publicitario o difusivo.
La conducta violenta, que comienza como juego en los hogares y la niñez, como inocente arma de defensa frente a la vida, también evoluciona y le sirven los ejemplos bestiales de la televisión.
Las pugnas de pandillas en las barriadas de las ciudades so detenidamente revisadas por los jóvenes; los hechos de guerra, donde no ha faltado un iluminado que arrastre multitudes para armarse, aniquilar a enemigos que no necesariamente lo eran y disponerse absurdamente a matar o morir por un ideal, generalmente inventado o una ofensa inexistente o aún real pero pretérita hasta varias generaciones ha.

Los ideales del rey de la creación, del más perfecto de los seres, suponiendo bondad, amabilidad, generosidad, desinterés, es suplantada por uno fuerte, poderoso, rico, nunca sabio, con mayor capacidad para destruir, asesinar, robar, olvidando el trabajo que es la esencia del desarrollo humano, de sus aptitudes, calidad y valores reales.
Miles de años han transcurrido y la integración de ejércitos ha crecido, los medios de destrucción paralelamente y siguen aplicándose, no obstante que los medios de subordinación, explotación de la gente y los recursos propios y ajenos, se ha superado técnica, científica y financieramente.
Los asesinatos entre estudiantes de grados primarios, agresiones a los profesores, aparentemente se han incrementado, aunque pudiera ser que ahora los medios de comunicación se sirven más de exhibirlos y reunirlos al cansancio, para conseguir aumentos en sus ingresos.
El ejemplo de tales hechos, no obstante sigue siendo en demérito de los posibles ejemplos positivos y de buena voluntad que siguen propalando personas de buena voluntad y todavía buena crianza.
Pero modificar los valores que se imparten en los hogares y en la mayoría de escuelas primarias, sigue siendo la única posibilidad de acabar con la violencia y los crímenes, que predominan sobre la evolución natural del ser humano, hacia su perfeccionamiento y para garantizar su permanencia en el planeta.
En general debe considerarse una estupidez el ejercer violencia, aún entre contendientes comparables, pero es criminal hacerlo ante la debilidad, sea infantil o femenil, diferentes en cultura o situación económica-cultural-social, pero también en grupos.
Como absurdo son los enfrentamientos guerreros, donde los publicistas captan clientes, los cuales disfrutan también absurdamente el triunfo o la derrota de los contendientes, donde millares de personas son sacrificadas, pueblos enteros destruidos, material bélico de valor incalculable que se adquiere con dinero de los pueblos y la explotación de otros seres humanos (también pueblo y con inteligencia que no se debe utilizar para la extinción de enemigos, que en momento alguno y en esencia no son.
Deja un comentario