*** Funciona, para el gobernador, su frase «De la seguridad me encargo yo»
***Temerosos, nuevos legisladores asumen su encargo
Como nunca en la historia de la vida política de Coahuila, las calles aledañas al Congreso del Estado fueron prácticamente sitiadas por una nube de policías estatales y elementos del GROM’S durante la toma de protesta de los nuevos integrantes del Poder Legislativo.
El lamentable suceso para proteger la seguridad del gobernador Rubén Moreira –quien con esto cumple a carta cabal su frase «de la seguridad me encargo yo»–, además de la integridad de quienes paradójicamente se dicen representantes del pueblo, se dio ante los rumores de posibles manifestaciones de grupos ciudadanos que se oponen a las medidas hacendarias voraces que ha implementado el mandatario, como el decomiso de vehcículos automotrices, así como para manifestar su repudio a algunas iniciativas de ley, entre ellas la de despenalizar del aborto.
El despliegue policíaco propicio el temor de la ciudadanía sobre todo porque prácticamente dejaron incomunicado el recinto legislativo al «sellar» las calles Obregón, Carmen Aguirre de Fuentes, Xicotencatl y el bulevar Francisco Coss.
Hombres armados hasta los dientes impedían el acceso a cualquiera de esas calles ya fue a pie o en automóviles y los ciudadanos creyeron que se trataba de un hecho vandálico o criminal de dimensiones desconocidas, como tal pareciera que fue.
Así, de una manera gris, mediocre e insultante para la población los nuevos y temerosos «representantes populares» tomaron posesión de sus curules.
En un principio se habló de que el pseudolíder campesino José Luis López se instalaría en las inmediaciones del Congreso para manifestar su repudio hacia la nueva legislatura, de la que estuvo a punto de formar parte luego de maniobras ilegales que realizó el IEPEC, para hacer creer que era merecedor de una diputación.
Pero todo eso se convirtió en un rumor surgido de la mente enfermiza de quien dirige los destinos del PRI, y del Gobierno de Coahuila, David Aguillón Rosales. La versión fue hecha correr para evitar que el PAN acarrerara seguidores. Con ello los panistas prefirieron guardar distancias aunque es de todo mundo conocido que López López es un apéndice del partido oficial y siempre sigue las instrucciones de Aguillón Rosales.
Quienes sí acudieron a manifestar su oposición a las enfermizas iniciativas del gobernador Rubén Moreira fueron integrantes de la Asociación Coahuila por la Vida, organismo religioso que se opone a la despenalización del aborto que propone el mandatario.
Al final, la fiesta fue solo para los diputados entrantes y salientes, acompañados de sus familias y la población apenas si se enteró de que, al fin, había cambio de legisladores en Coahuila.
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