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Educación y Procesos Electorales

…ya luego comenzó la corredera de gente, el no pago de facturas, la debacle financiera que nos habrá de durar tres décadas… si los Litos Ramos de entonces, si no son los mismos de ahorita despachando desde la cárcel, no la siguen renegociando.-

Rubén Moreira con su operador financiero Ismael Ramos.
Rubén Moreira con su operador financiero Ismael Ramos.

A Torombolo pasado, los analistas de café con leche, los politólogos, los periodiqueros y la gente sin que hacer, se ha puesto a reflexionar en la extraña confluencia de hechos e intereses que culminó, para mal o para peor, con la elección del pasado 7 de junio. En efecto, no se tiene memoria de que un problema que se ha dejado crecer desmesuradamente, derivado de la repulsa de unos, muchos, a la reforma educativa del régimen de Enrique Peña Nieto, pudiera llegar a contaminar, a hacer peligrar y hasta a hacer naufragar un proceso electoral. Nunca antes los encargados de la política interna del país habían permitido que la lumbre llegara hasta los aparejos, sin antes tomar medidas preventivas, paliativas o de emergencia, fueran las que fueran y costaran lo que costaran.
No que antes no hubieran estirado el tiempo para soltar las devaluaciones del triste peso frente al poderoso dólar, hasta después de las elecciones, acá mismo, el enfermo estaba boqueando, pero se detuvo el asunto del megafraude del sexenio pasado para que no impidiera la llegada de Rubén Moreira a la gubernatura, ya luego comenzó la corredera de gente, el no pago de facturas, la debacle financiera que nos habrá de durar tres décadas… si los Litos Ramos de entonces, si no son los mismos de ahorita despachando desde la cárcel, no la siguen renegociando. ¿Qué tanto es entonces tantito más tiempo?, pues sí, pero al gobierno de Peña Nieto se le acabó el tiempo para poner en paz a los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la APPO, la Sección 22 y demás contlapaches, así que le dieron en bandeja de oro la suspensión de la evaluación docente. Ya salvada la elección, allí viene Chuayffet de regreso sin ninguna vergüenza de que lo tilden de títere de gobernación y un montón de cosas cada vez más feas.
Y bueno, el hecho de que Emilio Chuayffet hubiera podido salir a hacer su numerito de echarse para atrás como los meros machos, porque el sistema de cómputo del discriminativo, altanero, corrupto y torpe Instituto Nacional Electoral, se las arregló para entregar los resultados de las elecciones con el suficiente grado de veracidad, como para que la gran mayoría de los mismos fueran considerados incuestionables. Solo imagínese que el INE, reencarnación estilo Frankenstein del IFE, hubiera hecho otro espectáculo como el de la elección del 2006 cuando el 0.56% dizque decidió la elección a favor de uno y en contra de otro que pasó seis años diciendo que estaríamos mejor con López Obrador. Sobre un lapso de tiempo semejante, los profesores hubieran hecho tal roncha, que ningún bisturí hubiera ya podido extirparla. No pasó, y luego que se sentían con la cancelación de la evaluación de su ignorancia en la mano, sale el secretario a decir que va para atrás, apoyado de cerca por el subsecretario Miranda, ese que se ha construido una fama de chivo histérico en cristalería, para decir que no va a haber negociación con los profes, más que fuera de horario de clases… y después de haberlas impartido, lo que lleva la solución del conflicto con la Coordinadora al limbo, o todavía un poco más allá. Ahora sí que la maniobra, nada quirúrgica, pero funcionó, y muy a la mexicana pueden decir que se lo deben a su manager, si es que lo hay, a la virgencita de Guadalupe y al INE.
Viendo que cuando se quiere, se puede, hacer que las cosas funcionen, cumplir con los horarios y los calendarios de trabajo sin importar que haya que juntar la papelería de todas las casillas de todos los distritos, y eso hacerlo en el curso de una noche de domingo, cabe preguntarnos ¿y por qué no es así de eficiente el gobierno para resolver todos los problemas que tiene, es más, por qué no es así de efectivo para evitar que las situaciones complicadas se conviertan en problemas?
Allí le va un caso para la araña, digno de que pongan sus cabecitas juntas el secretario Osorio Chong de gobernación, Chuayffet Chemor de educación, Miranda el subsecretario que no depende del primero pero que es el consentido de Los Pinos, y que casualmente tiene que ver con el funcionamiento del sistema educativo nacional, nos estamos refiriendo al eterno problema del calendario escolar, en relación directa con el cumplimiento de los planes y programas de estudios y con la parte administrativa del sistema.
Queriendo arreglar las ineficiencias del sistema educativo, esas que quedan de manifiesto cada vez que nos evalúa la OCDE vía PISA, las autoridades hicieron el malabar de quitar un viernes de clases a cada mes del año y sumarlos en forma de dos semanas adicionales de clase en julio. La verdad eso de los consejos técnicos y nada, es más o menos lo mismo, pero donde la cosa se pone para llorar es lo que ocurre en la mayoría de las escuelas concluido junio: como los profesores tienen que entregar los papeles de los alumnos a la dirección y esta a la secretaría, y esta se tarda en recibirlos las mismas dos semanas, en la práctica lo que van a hacer los niños ese tiempo es a que los cuiden, a calentar la banca, a jugar, a cotorrear con los maestros, pero a nada que sea realmente productivo, por el simple hecho de que no hay nada calendarizado para esos quince días. Nadie se cree eso de que van a revisar los temas en los que salieron mal, nadie tampoco que van a adelantar lo que verán el siguiente grado, es la pura perdedera de tiempo, pero institucionali-zada, porque así está todo el sistema desde la escuela más balín hasta la más modelo.
Habría que hacer un par de consideraciones al respecto: primero que nada, si ya las calificaciones o las evaluaciones sumativas de los alumnos no se aplican o no vienen valor, toda vez que todos los alumnos inscritos son aprobados, ¿Cuál es la urgencia de la secretaría de educacion en Coahuila de acabar con el programa si las calificaciones si se mandan o no se mandan no afecta en nada? Mejor que sigan con actividades docentes regulares, no de reventón, hasta el último día.
La otra no es menos relevante ¿si la autoridad electoral puede juntar la papelería de las casillas en una sola noche, porque la autoridad educativa localona, con más experiencia, con más gente, con mejores canales ysobre todo sistemas, ha de tomarse quince días?
Es triste, más bien es para enojarse, que el tiempo que se supone que destina el sistema educativo para continuar aprendiendo, es el mismo que el sistema autoriza para que comiencen a olvidárseles las cosas a los niños. Extrañas confluencias, que dan coraje y mucho.

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