«A pesar del fracaso, el espíritu de la protesta había llegado a ser parte de la población.»
(Francia y su Anarquía).-

Un Estado de Derecho vacilante en la impartición de justicia es el que existe en el actual gobierno que, titubeante, sólo logra ser un esbozo de ridícula caricatura ante la avalancha de agrupaciones y grupúsculos que por quítame estas pajas lo ponen a temblar y de paso de rodillas llevándose entre las patas a los ciudadanos que, entre otras cosas, somos los que con nuestros impuestos y el voto mantenemos al gobierno hegemónico para que ofrezca una confianza racional, capaz esta de conciliar ante todos los ciudadanos por igual y no tener “negocios” con grupos destabilizadores.
A nivel nacional los CENTistas están haciendo pagar ‘dolor con dolor’ a millones de personas que ni la deben, pero si la temen y la pregunta es la misma de hace años cuando Manuel López Obrador o los electricistas, barzonistas, entre otros, marchaban y ponían campamentos en pleno Zócalo del D.F. ¿pero qué culpa tienen los ciudadanos de esta venganza de grupos manipulados por diferentes partidos?
No son privativas del Distrito Federal las marchas, plantones, caravanas, cierres de autopistas y protestas de todo tipo, en las calles avenidas explanadas y frente a distintas dependencias, sino que ahora en los diferentes estados y municipios, las protestas en la provincia son simples copias al carbón, de lo que sucede en la capital, desde luego guardando las debidas proporciones pero aderezadas y sazonadas por una misma causa: el caos.
La justicia bien aplicada en unos, mientras los más, gozando del fuero que da la multitud y la corrupción; ejemplo, la policía ministerial “agarra” un jovencito con un cuchillo cebollero o se topa en un camino vecinal a un campesino o simple pastor de cabras con un machete o rifle de salón calibre 22, estos individuos van al bote por portación de arma blanca o de fuego etc., pero a los macheteros de San Salvador Atenco, Estado de México, a las guardias de Michoacán y de Guerrero, con machetes y rifles en manos, amenazantes y enardecidos, más las consabidas mentadas y recordadas del 10 de mayo que tienen como destinatarios desde el presidente Peña Nieto hasta los que sólo cumplían con el deber de cuidar.
¿Qué pasó? nadie los tocó, llegaron los tiempos de votaciones y varios municipios de Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Chiapas, se declararon autónomos y quemaron boletas, robaron urnas, etc., el INE y sus tentáculos, sólo agachó la cabeza en otro más de la palidez de nuestro Poder Judicial.
En la región Lagunera, comarca llena de líderes charros y simples promotores del caos y la miseria, desde hace rato convirtió en monigotes a nuestros funcionarios en turno, desde gobernadores hasta las diferentes dependencias.
Así, mientras la economía se debate con el desempleo, miles de jóvenes son rechazados en las instituciones de educación superior, los mantos acuíferos se diluyen como lágrimas de un bebe de 9 meses sin control, la droga se distribuye como la mala yerba y el alcohol desde hace mucho tiempo se les salió del control a los desfuncionarios.
Ahora las jornadas de manifestaciones, marchas en las de calles y tomas de presidencia son el rasante para lograr intereses mezquinos en la mayoría de las veces movidos por intereses políticos.
Los taxistas piratas y no piratas hacen de las calles, bulevares y avenidas, su botín y ayudados por las rutas chatarras en donde sólo su ley impera, mientras las autoridades del transporte son simples piñatas, porque las mueven a su criterio y de paso les caen a palos cuando les da su regalada gana .
Tiempo de huracanes en el horizonte y largas jornadas de protestas, gruesa agenda, llena de anarquía se cierne sobre los ciudadanos que inermes sólo les queda preguntar ¿ahora por que protestan?
Simples vivales que se pitorrean en las narices de las autoridades, ostentando sólo las siglas de alguna agrupación “luchadores sociales” capaces de poner a Torreón, Gómez Palacio y parte de la Laguna a temblar, so pretexto de defender causas perdidas, que van desde el repudio a la reforma educativa, despidos injustificados, decomiso autos chocolates, de taxis piratas, predios invadidos, niños con plomo, cerrar escuelas, quitar rieles, o en su caso exigir programas, tarjetas, despensas, etc. para su organización.
Y también son estos mismos grupos los que se prestan al mejor postor para llenar las urnas de votos a quien les llegue al precio.
En fin así están las cosas, todo un cúmulo de contradicciones por parte de las autoridades, mientras el pueblo se sigue preguntando ¿en manos de quien estamos?
Queda una vez más evidenciado que los temibles grupos de policías encapuchados que rondan en las calles del territorio nacional y en particular de toda La Laguna van sólo en contra de niños y jovencitos grafiteros y pandilleros.
Sin duda el Diálogo es bueno y de personas civilizadas y mientras la ley es para unos «Juan pueblo» y, la justicia y tolerancia es para los dueños de la calle y representantes de la anarquía y sembradores del caos.
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