Noticias de la Aldea.-
Escribe: Fidencio Treviño Maldonado.-
Dicen que al nopal sólo lo van a ver cuando tiene tunas y que los políticos mexicanos sólo ven a la gente cuando andan en campaña, pero esta comparación va más allá de eso y en mi obtusa y chata opinión el nopal se queda corto si lo comparamos con muchos miembros de nuestra clase política, a los que continuamente llamo «La Casta Divina”.
Por principio de cuentas ninguno de los dos hacen milagros. El Nopal es una planta netamente mexicana representada inclusive en nuestra bandera, esta cactácea es capaz de prosperar y florecer en zonas áridas, con escasa agua o poca lluvias, el político por su parte necesita gente que lo cobije y dinero del erario que lo mantenga, el nopal brinda comida a los humanos y a los animales, ofrece además una de las frutas más dulces del país y desde luego también tiernos se preparan en la cocina nacional de mil y una formas para comer, son baratos y fácil de cocer o preparar y después de consumirlos, de digerir. En cambio, nuestros políticos son difíciles de tragar, digerir y resultan demasiados caros para el pueblo.
En donde si la pierde esta cactácea espinosa es en otra comparación y aunque el nopal es y aporta múltiples beneficios, nuestros políticos no aportan nada para el pueblo, el nopal pose propiedades como reducir el colesterol y triglicéridos, la diabetes, para formar huesos, cabello, uñas, dientes, corregir el estreñimiento y reducir el nivel de glucosa en la sangre , así como el nivel de grasa y coadyuvante en dietas para la obesidad, esto aunado a otras propiedades de esta maravillosa planta, sin embargo nuestra clase política y casi a cualquier nivel, le lleva muchas ventajas en lo referente a propiedades.
Las propiedades del nopal son minúsculas, comparadas con las que poseen nuestros funcionarios. Cada día en este país nos damos cuenta, que perdimos la capacidad de asombro porque «X» político, funcionarios de tercera, segunda o primera categoría tiene propiedades en otros países, que son dueños de prosperas empresas, de edificios, fabricas, compañías trasnacionales inclusive, yates, mega residencias, ranchos, aviones privados y mucho dinero guardado en un banco o financiera extranjera.
Son propiedades que millones de obreros ni siquiera podrían poseer en mil años de trabajo, cuando algunos de nuestros políticos, líderes y segundones o simples delfines y bufones del sistema lo logran en pocos años como representantes del pueblo o funcionarios, aunado a esto poseen concesiones de transporte, dueños de grandes compañías constructoras que se ven beneficiadas con costosas operaciones y siempre resultan obras de mala calidad, que por influencias, compromisos o que se le deben favores, le otorgan los gobernantes en turno esas concesiones.
Es decir una nopalera estaría a muchos años luz de tener cuando menos un 20% de las propiedades de las que tienen por citar a tres gobernadores en la actualidad, estos tres políticos uno de apellido Moreira que manda en Coahuila y dos de apellido Duarte, uno Gobierna el Estado de Chihuahua y el otro de nombre Javier, en el Estado de Veracruz que tienen propiedades incontables y estos tres personajes son una muestra de las cápsulas y pomadas de nuestra extensa botica nacional.
No hay comparación alguna y nuestra insignia nacional (nopal) ni juntándose con la mentada planta llamada “moringa” puedan cuando menos empatar en propiedades a un político. El nopal es una pobre planta, casi marginada, tiene sus propiedades escondidas, defendidas inclusive por espinas, nuestros políticos hasta las presumen, siendo ostentosos y ¡cuidado !… porque en su mayoría traen guaruras, algunos una nube de estos personajes, lentes oscuros, mal encachados, empistolados muy parecido a una ola de pirañas.
Lastima que nuestra planta nacional pierda en lo referente a que tiene menos propiedades que nuestra clase gobernantes y como están las cosas en esta mala comparación, parece que cientos de funcionarios públicos y voceros del sistema, líderes de los cientos de partidos políticos, negocios familiares, chicos medianos y los llamados grandes al igual que el INE, le llevan la ventaja al nopal en que si esta planta es considera «babosa» pues ahí también le ganan y por mucho nuestros jefes al nopal… en lo baboso… por cada babosada que seguido llevan a cabo… y de paso nos llenan de saliva reciclada.
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