Escribe: José Luis Cuevas.-
Los Derechos Humanos son ya un talón de Aquiles (otro) para las autoridades que dirigen el País. Esta semana comienza otra prueba, otra revisión y con ella vendrán más recomendaciones.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) estará de vuelta para reclamar explicaciones sobre las alarmantes cantidades de personas desaparecidas, y las constantes violaciones a los principios básicos de humanidad.
Siendo este un asunto que ya ha rebasado la capacidad de asombro ciudadana, una práctica que se ha vuelto constante y reiterada según indican los titulares de la prensa día a día, y con ello la percepción ciudadana.
Y mientras tanto pasa por las manos de los tomadores de decisiones una iniciativa que pretende dar un marco jurídico a las fuerzas armadas para legitimar los operativos que llevan a cabo. Se pretende dar el uso de todos los medios y recursos legítimos que se encuentren a su disposición, lo que rompe el uso gradual de la fuerza para solucionar una determinada situación.
Lejos de recurrir al dialogo o a la prevención, parece que el plan que pretende la clase política es una constante militarización del país.
Muchas recomendaciones, muchos cuestionamientos pero pocos resultados; una visita más.
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