fbpx

Retomando 1984

Escribe: José Luis Cuevas.-

1984

Hace algunas semanas hizo eco a través de los medios de comunicación la noticia de que –de acuerdo a los reportes de ventas- la adquisición del libro ‘1984’ de George Orwell se había estado incrementando paulatinamente, teniendo como detonante la llegada de Donald Trump al Poder.

A pesar de que de entre las causas del incremento de las ventas destaca la del ahora presidente de los Estados Unidos debido a que resulta el denominador común entre los enemigos públicos de una gran parte de la sociedad (al menos en el plano mediático)  debido al discurso que ha manejado desde sus primeros pasos políticos; pues hay –o puede haber- más de ellas, todo depende de diferentes factores como el grado de imaginación, pero la realidad es que muchas líneas de las escritas en ese texto pueden empotrarse en diferentes niveles de gobernabilidad, de diferentes países, autoridades o situaciones cotidianas. Por ello hago mención de cómo la imaginación encarrila a uno u otro lado la situación. Además, 1984 es uno de esos libros que no se pueden dejar olvidados, siempre se corre el riesgo de volverse a poner en vigencia, si es que alguna vez no lo ha estado.

Es difícil hacer una selección de líneas destacas debido a la calidad de la obra de Eric Blair, con ese aire futurista (recordando que fue escrita a finales de los años 40) que veía una sociedad controlada por los medios, completamente vigilada, con un autoritarismo muy marcado, brechas sociales muy definidas, entre otros elementos que van permaneciendo constantes a lo largo de la obra.

Uno de estos aforismos es “Hasta que no tengan conciencia de su fuerza, no se rebelarán, y hasta después de haberse revelado, no serán conscientes. Ese es el problema”,  haciendo referencia precisamente a esa parte de la sociedad que se encontraba en desventaja económica, y que retrata como incapaz de ver su potencial como masa. Como si les dieran $150 pesos para asistir al mitin de un candidato que pueden conocer… o no, sólo para hacer acto de presencia masiva, y decir que el poder seguiría residiendo en el mismo grupo; en el libro “El Partido”, encabezado por El Gran Hermano, en otras latitudes será diferente.

Y es que resulta bien interesante la vigencia de varios  mecanismos que utilizaba ese partido, que de entrada es ficticio y fue ideado hace casi siete décadas.

Otro ejemplo que podemos mencionar relacionado a la vigencia en los diferentes ámbitos y niveles, es el slogan del partido: La guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La ignorancia es la fuerza. Siendo esto lo que el propio libro trata mediante un concepto, el doblepensar, es decir la falta de coherencia con lo que se dice y se hace, o con la realidad y el discurso. Haciendo gala en una de las escenas presentadas que resulta muy atractiva, aquella en que Winston (personaje principal) ve como se reportan cifras y cifras de mejoras, aumento en la producción, incrementos en el nivel de vida, más alimento, más vestido pero que cuando voltea a ver a ‘los probles’ la realidad es otra, cada vez hay más desnutrición, van peor vestidos, el dinero les alcanza menos. El doblepensar, la estadística que infla el discurso.

Por esta vez el espacio periodístico se ha agotado pero será bueno continuar hablando de esto, que finalmente es sólo un libro…. Y qué peligrosos pueden ser los libros.

 

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Powered by WordPress.com.

Up ↑

Descubre más desde El Demócrata

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo