Saltillo, Coah., 27 de agosto.- Combinar una violación con sexo oral no fue la mejor idea que tuvo un delincuente pues su víctima, una jovencita de 17 años, en esa acción vio la oportunidad de escapar y le propinó tremenda mordida que casi le arranca el pene.
El aprendiz de violador, conocido como Gaspar “N”, de 31 años de edad, aulló de dolor al sentir como se encajaron los dientes de la víctima en su miembro; al ver que empezaba a brotarle sangre se olvidó de la joven que en un descuido echó a correr.
Gaspar intentó dar por olvidada tal afrenta, pero conforme pasaron los días, la mordida empezó a infectarse, el dolor era tal que decidió acudir a la Clínica Uno del Seguro Social; ahí aseguró que lo había mordido un perro.
Era tal su dolor que exigió atención rápida y como eso no existe en el IMSS, médicos y enfermeras decidieron llamar a la policía para que detuviera al sujeto que a gritos pedía que lo ayudaran. Cuando fue recluido en la ergástula municipal, el Ministerio Público comprobó que el detenido era el violador que buscaban.
Inmediatamente se dio parte a la Procuraduría de Justicia del Estado, quedando a disposición de las autoridades que podrían dictarle prisión hasta por seis años.
Nunca se supo si fue atendido de la terrible mordida que le dio la jovencita en el pene o si los médicos decidieron amputarlo para evitar que continúe la grave infección que presentaba.
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