Saltillo, Coah., 01 de diciembre 2017.- Humberto Moreira fue el gran ausente en la toma de protesta de Miguel Riquelme como gobernador de Coahuila. Ni siquiera su labor para obsequiarle varios miles de votos al nuevo mandatario estatal, a través del Partido Joven, sirvió para que mereciera siquiera mencionarlo.
El populista “profe” ni siquiera fue mencionado por los actores que se dieron cita en el salón de sesiones del Congreso local durante tan importante evento al que sí asistieron exgobernadores como Eliseo Mendoza Berrueto, Rogelio Montemayor Seguy, Enrique Martínez y Martínez y el saliente Rubén Moreira, y todos ellos fueron mencionados por su labor al frente del gobierno hace ya varios ayeres.
Pero la memoria de los priístas, y de los amigos, pareció haber borrado el nombre de un personaje que tan solo hace seis años se mantenía en lo más alto de la política. Fue en ese tiempo cuando desde la dirigencia nacional del PRI trabajó para que su hermano fuera el candidato a gobernador de ese partido y poco después destapara a quien hoy es Presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Miguel Riquelme, agradeció a sus antecesores el apoyo que le brindaron y recordó sus actos que llevaron a Coahuila por buenos derroteros, pero no mencionó al “Profe”. Fue como si Humberto jamás hubiese existido, el gran ausente.
La ceremonia tuvo muchos invitados, acudieron los gobernadores del Estado de México, Alfredo del Mazo, de Oaxaca, Alejandro Murat; José Rosas Aispuro, de Durango y el artífice del triunfo del lagunero quien movió todos los hilos de la política desde la dirigencia nacional del PRI: Enrique Ochoa Reza.
Ahí, el hoy gobernador también reconoció el esfuerzo de los partidos que se aliaron para llevarlo a ganar la contienda electoral… pero nunca se acordó de los “partidos morralla” que pusieron todo su empeño para llevarle votos duros… Entre ellos estaba el partido de Humberto Moreira, el gran ausente.
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