La Quimera de Pep
Escribe JL Cuevas.-
Mientras leía El Seductor de la Patria, una novela de Enrique Serna sobre Antonio López de Santa Anna, encontré en uno de sus párrafos una referencia a Benito Juárez que me parece viene muy a modo para los comicios del siguiente año. Incluso, antes de que ellos se celebren, durante la ya venidera campaña y las actuales precampañas, que hasta el momento se han notado un tanto frías; no han arrancado con la fuerza que hubiéramos esperado. Tal vez se estén guardando la energía para en el sprint final dar la sorpresa.
Menciona Benito en una misiva a su esposa Margarita, mientras éste se encontraba en el exilio, que si llegase a ocupar la primera magistratura del país, él no saldría a la calle a ostentar el poder con finos ropajes y una escolta que impusiera el miedo que no genera el respeto de la propia presencia; por el contrario dice que después de tantas décadas de pompa militar, lo que el pueblo necesita es un sencillo ejemplo de rectitud, algo que hoy día sigue muy vigente. No necesitamos acusaciones, guerra sucia, despensas, señalamientos constantes y reiterados de lo que ya sabemos y hemos visto día con día. Necesitamos ciudadanos en el poder que sean ejemplo, que actúen con honradez, con respecto, con integridad. Necesitamos lo mejor de la sociedad. Gobernar es una tarea sumamente importante y delicada, y debido a ello se le debe dar la importancia que merece.
Las campañas son muy larga, tanto que las han tenido que dividir añadiéndoles un periodo previo. Ese es mucho tiempo que puede aprovecharse para mostrar que se puede cambiar al país, que quien quiere ser gobernante tiene la estatura moral que eso requiere. Los grandes problemas del país pasan por un mismo filtro, el no respeto a la ley.
Necesitamos alguien a la altura de estos retos. Los caudillismos están sumamente erosionados.
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