// Del Tintero //
Por: Fidencio Treviño Maldonado.-
Harto está el pueblo de los funcionarios de alto y mediano rango que, desde hace tiempo, se dedican a investigar y dar con los defraudadores, los rateros, los bandidos que construyeron empresas fantasmas, que defraudan el fisco, los tranzas en el INFONAVIT Y EL FOVISSSTE, los trúhanes que adeudan millones de pesos al gobierno, pillos de nueve suelas que a estas fechas andan a salto y mata, que desfalcaron y defraudaron a millones de habitantes, los hombres y mujeres de negocios que recibieron miles de millones con aquel fraude llamado rescate bancario o el FOBAPROA el «ROBAPROA» jamás revelados su nombres, aquellos que nunca han pagado impuestos a la Secretarla de Hacienda y que la muy celosa institución les devuelve una carreteada de dinero, a los que en programas del gobierno se robaron todo o parte de lo destinado en el caso de la llamada Estafa Maestra de la que nada más se sabe participó doña Rosario Robles, como la jefa de esa sinfónica (Banda), en fin a los que a diario en diversos periódicos, en la televisión y la radio se dice que se tienen detectados a «X» funcionario .
Lo de Emilio Lozoya y recuas que le acompañaron, incluyendo su familia en uno de tantos fraudes en el caso Pemex, otro caso de los pillos de apellido Duarte ex gobernadores y uno que otro pollito que dejaron las gallinas al desamparo son muy pocos los nombres para el gran robo y saqueo que miles de pillos han llevado a cabo en este aun rico país, pero con una pobreza y división de su gente que no existe en ningún otro universo, si es que en otros planetas también tienen habitantes.
Se hace necesario que a quien corresponda, Hacienda, la Fiscalía, La FGR u otra autoridad inherente a los fraudes o delitos de los nombres de estos o estas pillos y personas que aunque estén escondidas y que de una vez el pueblo sepa quienes son, se habla de que en catorce estados los ex gobernadores y algunos funcionarios se robaron hasta los agujeros de la paredes en donde estaban los clavos que sostenían los cuadros, sin embargo son pocos los nombres y aun así en el caso de Coahuila con los Moreira y compañía, a pesar de las denuncias nada ha pasado.
Está por ejemplo el caso de Reyna Basilio Ortíz, que se birló cerca de 500 millones de pesos, se dice que los tendrá que pagar y que quedará inhabilitada por 15 años, esto también en Pemex, sin embargo se habla de unos 500 mil millones de pesos en otros fraudes como en Cultura, Turismo, Deportes, Estancias Infantiles, medicamentos con sobreprecio, y más de 1 millón de burócratas bien remunerados con nominas adjuntas a muchas dependencias, en su mayoría de los llamados aviadores ( 15/30 ).
Algo tendrá que hacer Alfonso Durazo, jefe de Seguridad Nacional, así como la señora Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación y aplicar el caiga quien caiga, nadie por encima de la ley y todo el peso de la justicia y, sobre todo que el pueblo sepa con nombres, pelos, señas y puestos o funciones que desempeñaba o desempeñan aun esos granujas.
Se habla de personas dueñas de monopolios y grandes empresas que nunca han pagado impuestos o pagan poco y que hacienda los tiene detectados, pues el pueblo, los habitantes y ciudadanos quieren saber los nombres, sus empresas y también conocer en su caso el castigo que se les aplicara, por aquello de que en el caso de la celosa SAT o sea Hacienda, cuando un pequeño comercio se tarda un rato en pagar les llegan «quesque» auditores y fiscales de la federación, los inspectores, etc. los clásicos asusta pendejos que con alevosía, con charola y leyes en el sobaco sacan dinero, lo mismo está el IMSS si un pequeño comercio o negocio se atrasa con el pago unos tres días se les suspende el servicio, mientras a las empresas grandes, nadie se atreve a molestarlas.
En el caso de los periodistas resentidos por aquello de que ya no hay teta de la grande que mamar en la cúpula, es justo que se gire la lista de estos y se haga pública para conocer a detalle a los chayoteros o plumas ‘maiciadas’ que con saco, corbata y zapatos de marca, olímpicamente escribían magnanimidades y aunque el huevo fuese miniatura, ellos lo cacareaban de parte de quien les podía pagar, esto en los gobiernos anteriores.
Por estas y otras miles de razones, causas y motivos se hace necesario que a quien corresponda en sus municipios, Estados y en todo el país se señale, se les ponga nombre a los onagros, gandallas y tartufos que de una u otra manera agandallaron al pueblo, de ahí que urge conocer los nombres y si se puede el desfalco, fraude o robo (ahora le dicen peculado) que llevaron a cabo, en su mayoría actores de nuestra bien pagada y muy triste farándula y burlesque política nacional.
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Muy buena columna