¿A qué viene a Coahuila el Presidente? ¿A conocer las raterías de los allegados a la 4T?

Espejo Cóncavo.-

Por: Roberto Adrián Morales.-

¿A qué viene a Coahuila el Presidente Andrés Manuel López Obrador?

Esa es la pregunta que hasta los mismísimos chairos se están haciendo, luego del anuncio hecho por el mediocre y traidor superdelegado del gobierno federal que, en un abrir y cerrar de ojos, decidió dejar de cargarle la maleta al senador bigotón Armando Guadiana Tijerina para moverle el tapete y mandarlo directo a la vieja España, donde el tauromáquico personaje podrá gritar oles a su libre antojo.

Pero volviendo a la pregunta, ¿a qué viene a Coahuila el Presidente López?  Se le ocurrió a este columnista pensar que hay importantes cosas que viene a conocer en persona, y son las de la descomposición total de quienes los representan por estas tierras, además de los alcaldes que llegaron a gobernar tres municipios con la bandera del Partido Morena.

Lo primero que deberá saber es que su representante, su superdelegado no ha servido más que para nada. Las encomiendas que le dejó, si las hubo, no han aterrizado ni viajando en el avión presidencial de Peña. Hasta ahora su única función ha sido la de saquear los ayuntamientos morenistas dejándolos en la vil chilla y a meterse a uno que otro restaurante a consumir bebidas embriagantes mientras habla pestes del gobernador de Coahuila “porque no se ha plegado a sus órdenes e instrucciones».

O tal vez, el Señor López venga a Coahuila a observar como su Secretario General del IMSS, Javier Guerrero García –por cierto socio y amigo de la presa política, la paisana, Rosario Robles– destina decenas de millones de pesos para pagar a constructoras afines a él, o propiedad de familiares, que realizan diversas obras mientras las clínicas y hospitales con que cuenta el Seguro Social en Coahuila carecen de médicos, enfermeras, medicinas y equipo.

Guerrero, quien es muy asiduo a amasar fortunas ajenas, como se demuestra con la “bandera” informativa de El Demócrata y otros medios de Coahuila, de noviembre del 2008 donde se habla de los recursos que le arrebató la banda de los”Chilangos”, mismos que penetraron al domicilio del actual funcionario del IMSS y, como quien le quita una pluma a una gallina, se llevaron diez millones de pesos en efectivo, más costosos óleos de pintores reconocidos y joyería diversa.

De este funcionario hay mucho qué decir, muchas de las inversiones fantasmas que hizo la Secretaría de Desarrollo Social en Coahuila tienen mucho que ver con su sugerencia y aplicación. Tan solo por el rumbo de Parras hay un monumento a esa corrupción.

O tal vez, el Señor Presidente venga a Coahuila a comprobar que no hay medicamentos en clínicas y hospitales, que no se está brindando atención médica a miles de ciudadanos que, como es el caso de la clínica 71 del Seguro Social en Torreón médicos y enfermeras reconocen que no hay nada para atender enfermos, que el desabasto está en su apogeo y que día a día mueren los pacientes por falta de medicinas.

O a lo mejor el Presidente quiera viajar en su suburban blindada a Parras de la Fuente para recorrer las calles de esa ciudad y se le vuelvan a ponchar las llantas por tanto bache que hay y después verifique personalmente lo que ha hecho su alcalde, fiel representante de Morena, que no ha dejado títere con cabeza y cuánto dinero le llega lo desvía a los bolsillos personales y de su familia política.

Después de analizar todo eso preguntaría nuevamente ¿a qué viene a Coahuila el Presidente López Obrador?…

¡Ah, sí, a que el inútil super delegado organice una rechifla contra el gobernador Miguel Riquelme!… Aunque hasta eso hace mal.

Después de los puntos señalados en estos comentarios, la verdad, no sé a qué fregados viene.