
Por Isidro García
Torreón, Coah., 09 de mayo 2020.- (Reporte Laguna).- El aire que se respira es de respeto, cariño, amor y admiración para Dora, Araceli y Cecilia, las tres hermanas trabajadoras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que fueron asesinadas la noche del jueves en su casa de la colonia La Compresora, uno de los barrios de Torreón.
Pero también se respira un aire de indignación, coraje e impotencia por los crímenes de las tres mujeres que han conmocionado a los habitantes de La Laguna y que ha sido considerado un acto de salvajismo terrible.
El grito fuerte de los compañeros de trabajo de las hermanas asesinadas: ¡Justicia, justicia, justicia!
Son casi las tres de la tarde y hace un calorón muy de aquí de la región y frente a la Unidad Médica de Alta Especialidad del IMSS de Torreón, ubicada al oriente del bulevar Revolución, donde Dora laboró por más de 30 años, se empiezan a congregar decenas de compañeros de trabajo de las tres mujeres asesinadas, además de familiares cercanos y amigos.
Se reparten globos blancos, algunos verdes, otros llevan sus globos de corazón, en la espera de las carrozas que transportan los restos de quienes dedicaron gran parte de su vida al cuidado y atención de miles y miles de pacientes del Seguro Social.
Los compañeros de trabajo de Dora, Araceli y Cecilia, platicaban de las labores que habían realizado durante varios lustros en la institución. Dora, Doris como la llamaban, ya había cumplido los años necesarios para su jubilación.
Por su don de personas, Dora, Araceli y Cecilia, se ganaron el respeto, el cariño y admiración de muchos de sus compañeros en el IMSS.
Con una temperatura superior a los 30 grados centígrados y bajo el intenso sol, ahí están los compañeros de trabajo de las tres hermanas.
A eso de las tres, a la también conocida como Torre de Especialidades 71 del IMSS, llegaron las tres carrozas que eran acompañadas por una patrulla de Tránsito y por ambulancias del IMSS que hicieron sonar sus sirenas.
Automovilistas y peatones que pasaban por el lugar se unieron a esta emotiva despedida, unos accionando el claxon de sus vehículos, otros con aplausos y vítores.
Los compañeros de trabajo de Dora, Araceli y Cecilia, muchos de ellos con lágrimas, aplaudieron y echaron porras.
Más adelante y en señal de cariño y respeto, las decenas de asistentes lanzaron al cielo los globos blancos, verdes y de corazón.
Fue así el último pase de lista laboral de Dora en la que no hubo fiesta ni mariachis y las despedidas de Araceli y Cecilia.
Poco después de las tres de la tarde, los compañeros de trabajo del IMSS les dieron un último y lindo adiós a las tres hermanas, en medio de una ovación y con el sonar de las sirenas de las ambulancias del IMSS. Los compañeros regresan a sus puestos de trabajo para seguir aliviando enfermos y salvando vidas.
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