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Nuestra propia ‘Barbosa’ coahuilense

BAILE Y COCHINO

Por: Horacio Cárdenas.-

La autodenominada Cuarta Transformación está empeñada, al parecer, por crear problemas allí donde no los hay. No que las cosas funcionen como deben o como deberían, eso es algo imposible en este país de improvisaciones, donde los políticos, de todos los colores, se han dedicado al paso de los años a crear expectativas que en la práctica, son imposibles de cumplir. Lo suyo es puro aire caliente, darle a la gente, al pueblo bueno y sabio, a los posibles electores, la esperanza de que las cosas van a cambiar para mejor, sin embargo como su cabeza no da para más, se concretan a “dejar plasmadas” sus buenas intenciones en discursos, y lo peor, en leyes, para las cuales no se allegan los medios indispensables para que alguien, a quien le toque, las pueda cumplir.


Sería mucha monserga, y también trabajo inútil, ponernos a rebuscar en el larguísimo historial de modificaciones hechas a la Constitución General de la República, de la que siempre se ha dicho que es la dama más violada de todo México, pues no hay quien haga caso de lo que en ella se dice. Específicamente el artículo Tercero Constitucional es clarísimo, esto sí desde su redacción original en el año 1917, que es obligación del Estado Mexicano proporcionar educación con carácter obligatorio, gratuito y de pasada laico para todos los ciudadanos de este país. ¿Y qué cree?, que cien años y feria después, no ha habido gobierno, ni de izquierdas, ni de centro ni de derechas, que haya logrado ni remotamente acercarse a la meta plasmada por el Constituyente: todos, sin excepción ninguna, todos.

¿Qué ha pasado en veintitantos gobiernos federales?, ah pues que el ordenamiento está allí, claro como él solo, pero el gobierno jamás ha tenido, o si lo ha tenido nunca ha dispuesto que se destine el dinero en la cantidad suficiente para que se logre el objetivo. ¿Qué se ha hecho entonces?, pues lo de siempre, en este país ultranacionalista en el que el gobierno, de la filiación que sea, se siente que solo sus chicharrones truenan, a las calladas han tenido que doblar las manitas de puerco para dar entrada a quien les “haga le paro”.

Eso sí, la Constitución no pierde ni un ápice de su soberbia ni de su pomadosa dignidad, así el artículo tercero constitucional, concretamente en al numeral VI se establece que “Los particulares podrán impartir educación en todos sus tipos y modalidades. En los términos que establezca la ley”, salvo su mejor opinión, el párrafo dice lo contrario de lo que está escrito, los particulares impartirán la educación… que el gobierno no está en condiciones de impartir, tan sencillo como eso.

Más adelante el artículo tercero especifica que “En el caso de la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria y normal, los particulares deberán: a) Impartir la educación con apego a los mismos fines y criterios que establece el párrafo cuarto, y la fracción II, así como cumplir los planes y programas a que se refieren los párrafos décimo primero y décimo segundo, y b) Obtener previamente, en cada caso, la autorización expresa del poder público, en los términos que establezca la ley”, o sea que, los particulares, si es que quieren entrarle a la educación, sea por negocio, por apostolado, o por lo que sea, están obligados a cumplir al pie de la letra lo que el gobierno disponga para la totalidad del sistema educativo. Que sí, a lo mejor a cambio de las cuotas que cobren, podrán agregar más horas, más contenidos, algo que le interese a los padres que aprendan sus hijos, pero nunca menos que lo que el estado ordena que sean los contenidos del sistema educativo nacional. Tan sencillo como eso.

El discurso gubernamental, por lo menos desde la Constitución de 1917, aunque probablemente desde siempre, ha sido amenazador, violento, nada amable ¿Cómo para qué?, si todos los ciudadanos, en lo individual y como organizaciones, son sujetos obligados, poco más que súbditos. Recordamos, por ejemplo u párrafo de la Ley General de Bibliotecas, en el que respecto de la Red Nacional de Bibliotecas, dice que esta se integra con todas aquéllas constituidas y en operación dependientes de la Secretaría de Educación Pública y de la Secretaría de Cultura, así como aquéllas creadas conforme a los acuerdos o convenios de coordinación celebrados por el Ejecutivo Federal, a través de la Secretaría de Cultura con los gobiernos de los entidades federativas. Además considera las bibliotecas universitarias, las académicas, todas las bibliotecas pues, pero acá la idea es de allegarlas a un gran acervo nacional, no decir que es del gobierno y los demás se friegan, como es la mentalidad prevaleciente en este momento en el sector más duro de MORENA, que si por ellos fuera, harían buena aquella estrofa del himno nacional de que “piensa oh Patria querida que el cielo, un soldado en cada hijo te dio”, a todos quisieran mangonearnos a su gusto, me canso ganso… ¿o de donde viene la declaración de que los que no están con la 4T, están contra ella?

Habíamos oído con horror, visto con cierto malestar como avanzaba el asunto de la llamada Ley Barbosa, allá en el Estado de Puebla, donde el gobernador, Miguel Barbosa había enviado una iniciativa de reforma a la Ley Estatal de Educación con la finalidad de que los bienes muebles e inmuebles, propiedad de particulares que prestan servicios educativos, pasaran a ser considerados parte del sistema educativo estatal, en lo que equivale a una amenaza de expropiación potencial en el momento en el que el gobierno considere que es de utilidad pública quitarle a los dueños sus escuelas, con el cuento de que están incumpliendo algún punto de sus obligaciones para con los alumnos a los que prestan servicios educativos. Las escuelas poblanas pueden estar cayéndose, en todos los sentidos, sin que nadie haga nada, ah pero si un particular falla, le quitan no el permiso o el reconocimiento… ¡le quitan su escuela!, el asunto pasó en el Congreso, ya es ley allá en Puebla.

Lo veíamos lejos, hasta que nos enteramos que la diputada local Elisa Villalobos, también extraída de los bajos fondos de MORENA, ahora está proponiendo lo mismito, en nuestra entidad, que la Ley reformada de Educación establezca con todas sus letras que “los bienes muebles e inmuebles de las escuelas particulares, así como los servicios e instalaciones, pasen a formar parte del sistema educativo estatal”, dándole la posibilidad al gobierno, sí es que pasa su proyecto, que se agandalle los predios, nada baratos por su misma naturaleza, instalaciones, equipamiento, todo… a cambio de … nada. La iniciativa no va a pasar, Elisa está sola en el congreso de Coahuila, no le ladra ni el perro, pero lo peligroso es que los “barbosos” y las “barbosas” andan sueltos y su capacidad de hacer daño parece que no tiene límites, allá en Puebla ya pegó, aquí no por lo pronto, ¿pero cuanto más se podrá contener a quienes, incapaces de hacer las cosas como se debe, quieren quitarle a los demás la capacidad de hacerlas ellos?, con la finalidad última de que la mediocridad sea pareja.

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