LA MENTE DE DAVID

Por: David Ellsworth.-
A veces veo a mi esposa trabajar en la casa. Es una fanática de la limpieza y toda la casa se limpia y se limpia a diario. Aparte de eso, es una gran cocinera y pasa tiempo preparando comidas. Luego están las cosas incidentales como alimentar al perro y sacar la basura.
En esta época del año, hay que decorar la casa para Navidad y preparar el árbol. Habrá pavo y abundancia de comida para la temporada y todo lo hará ella. Ser esposa es el trabajo no remunerado más subestimado del mundo.
Mi esposa tiene poco tiempo para descansar, pero de alguna manera encuentra tiempo para entrar a mi oficina y preguntar si necesito algo. Dios bendiga a mujeres como ella y hay millones de ellas dedicando cada parte de su trabajo al amor de la familia.
Comidas preparadas con atención a la nutrición y en estos tiempos difíciles, tomando todas las precauciones para que el virus se quede afuera. Las mujeres son nuestros ángeles de la guarda que nos cuidan con el amor y la protección que debemos trabajar duro para merecer.
Todo lo que puedo hacer es decir “gracias” por cada cosa desinteresada que hace y saber lo bendecido que soy.
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