ESPEJO CÓNCAVO
Por: Roberto Adrián Morales.-
Dice el adagio popular “piensa mal y acertarás”, muy aplicable para hablar de los enfrentamientos armados que han ocurrido en el norte de Coahuila en las últimas semanas. Todos ellos parecen tener un sello distintivo auspiciado desde la Ciudad de México para generar caos y desconcierto entre la población en aras de una, próxima ya, turbulenta elección de gobernador.
Uno de los aspirantes de Morena, que se dice enviado por el mesías de Palacio Nacional a gobernar Coahuila, está haciendo uso de todas las artimañas posibles para alcanzar sus objetivos, después de todo se dice que en la guerra y el amor todo se vale.
Pareciera una locura afirmar que ese morenista es “la mano que mueve la cuna” de la violencia en Coahuila que, hasta ahora, ha logrado controlar el gobernador Miguel Riquelme, pero que amenaza con desbordarse para generar una crisis de seguridad en el estado.
Es tal el cinismo con el que se hace uso de la violencia para infundir temor entre la población que, el aspirante a candidato llegó a subir, junto con videos montando a caballo, un mensaje subliminal proveniente de un corrido, ése por el que fue asesinado el cantante Valentín Elizalde. Desde su propia cuenta en redes sociales, escribió “los perros siguen ladrando, luego entonces seguimos avanzando”.
Con una serie de videos ‘truqueados’, para hacer creer que es todo un Antonio Aguilar en eso de la monta de caballos (porque ni andar a caballo sabe), el aspirante a la candidatura puso como fondo la canción “A mis enemigos”:
“Siguen ladrando los perros, señal que voy avanzando, así lo dice el refrán para aquellos que andan hablando, de la gente que trabaja y que no andan vacilando…”
Y ahí corta la canción, aunque deja entrever una clara amenaza para los que están en su contra, que, en verdad son pocos, pues no ha conseguido penetrar en el ánimo de los coahuilenses por sus orígenes guerrerenses, como él mismo acusa en otra publicación, ese estado del sur en el que la violencia es sinónimo de cotidianeidad.
Para quienes han escuchado ese corrido dedicado a “El Mono”, presumiblemente un narcotraficante de tierras laguneras, sabe de la grave amenaza que representa para la seguridad de los “enemigos”, amenaza que inculca el propio morenista.
Algunas personas, deben ser muchas, aunque muchas más conocen la letra de esa canción que fue acompañada del asesinato a balazos del cantante Elizalde, desconocen las amenazas directas incluidas en el corrido con el que hoy parte de los morenistas trata de amedrentar a la población y a “los enemigos”.
“Al que no le vino el saco
Pídalo a su medida
Conmigo no andan jugando
¿Pa qué se arriesgan la vida?
Traigo una superpatada
Y los traigo ya en la mira.”
¿A quién van dirigidas estás amenazas del Guerrero-Coahuilense?
Sería bueno que lo explicara, como también debería explicar por qué, en forma por demás sospechosa, están ocurriendo incursiones de la delincuencia organizada en el norte de Coahuila. Después de todo es, según se dice, encargado de la seguridad en el país.
Este asunto es más grave de lo que podemos imaginar. Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja es un verdadero peligro para la seguridad de Coahuila.
Y eso lo demuestran sus amenazas veladas a “los enemigos”, las “extrañas” incursiones de la delincuencia organizada, los pagos de publicidad provenientes del ayuntamiento de Puerto Vallarta y sus relaciones, de hace muchos años, con Salvador Llamas, su amigo, que fuera asesinado en un restaurante de Guadalajara, luego de una reunión que sostuvo con jefes de un cartel de la droga que opera en esa región.
Recordemos los años de violencia y asesinatos que vivió Coahuila hace algunos años, veamos los hechos sangrientos de Guanajuato, Quintana Roo, Estado de México, Zacatecas, Baja California y Jalisco, entre otros estados del país y preguntémonos ¿Es esto y éste lo mejor que ofrece Morena como candidato para gobernar este estado?
Después de analizarlo llegará a la misma conclusión: este arribista de la política es un verdadero peligro para la seguridad del estado.
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