Los doctores de la 4T

BAILE Y COCHINO…

Por Horacio Cárdenas Zardoni.-

Alguna vez leímos, seguramente para alguna materia de la preparatoria, un libro sobre la historia de la filosofía, en aquel texto, árido como no podía ser de otra manera, todavía no se escribía El Mundo de Sofía, nos distrajo un capítulo que hablaba en un cierto tono chismoso, de los padres de la iglesia, y de los doctores de la iglesia.

Era la etapa de la historia de San Agustín y Santo Tomás, de ninguna de las cuales recordamos mayor cosa, pero lo que sí se nos quedó era lo otro, de cómo los doctores de la iglesia tenían a su cargo examinar cada uno de los postulados que hacían los clérigos, desde los sacerdotes y párrocos, hasta los de los obispos y cardenales, y determinar si estos se apegaban fielmente a la doctrina, o si por el contrario, ocultas entre interpretaciones de los textos sagrados se hallaban herejías.

Aquello era como los tribunales constitucionales de ahora, en que la suprema corte de justicia tiene que examinar, pensar, reflexionar y finalmente decidir, si algo que propuso el ejecutivo o aprobó el legislativo, se apega al espíritu del constituyente, o por el contrario, es inconstitucional, y si este es el caso, va para atrás, sin importar cuántos votos lo aprobaron.

El capítulo, de allí lo que lo hacía tan interesante, mencionaba que a veces los doctores de la iglesia se enfrentaban en sus discusiones y apreciaciones, que podían llevarles hasta años y décadas, para determinar si no era el Maligno el que había inspirado una interpretación bíblica en apariencia tan claridosa, al final terminaban por dilucidar la insidia y la perfidia, que además… ¿quién iba a discutir lo que hubiera dictaminado el doctor o los doctores?, se exponían a ser llevados al otro tribunal, el del Santo Oficio, y ese sí que no se andaba con chiquitas, para ellos era sencillo, un placer sencillo, sacarle una confesión firmada con sangre de que había sido el mismísimo Lucifer el que les había dictado tan bellas palabras.

Pues bueno, esto nos vino a la mente luego de leer una columna de Fernando Rangel de León, aparecida en Milenio Laguna, y que de entrada nos llamó la atención por su título: “Votar por Mejía es votar por AMLO y la 4T”. A pesar de los años que tenemos en esto del periodismo, todavía nos cuesta trabajo entender las cosas, así que para pronto nos pusimos a traducir, Votar por Ricardo Mejía Berdeja, ahora precandidato o ya casi candidato del Partido del Trabajo a la gubernatura del estado de Coahuila, es, según el autor de la columna, votar por Andrés Manuel López Obrador, quien definitivamente no está contemplado que aparezca en la boleta electoral el próximo 4 de junio, y por la cuarta transformación, membrete que agrupa o sintetiza el conjunto de postulados ideológicos, procedimientos políticos y forma de gobernar tanto del presidente como de quienes han emanado de su movimiento. Ya con esta traducción, nos comenzó a quedar más claro lo que escribió Fernando Rangel, aunque también nos brincaron dudas.

La columna inicia diciendo que Andrés Manuel López Obrador no ganó la presidencia de la república solamente por MORENA, también por el Partido del Trabajo, “y otros”… esto fue pocos días antes que el citado López Obrador saliera con que Mejía Berdeja ni adiós le dio, que nomás le mandó un papel, lo que muchos interpretaron como enojo del mandatario, a quien solo le faltó decir que era un malagradecido, lo que por cierto no le faltó a Mario Delgado, quien sí se soltó el pelo para decir que Mejía era un traidor, alguien que había mordido la mano que le daba de comer, solo para redondear diciendo que era un lamebotas de “los Moreira”.

No es por criticar, pero así somos de criticones, el autor de la columna debió referirse a MORENA, al PT, al Partido Verde y al Partido Encuentro Social, porque así puesto, da la impresión de que a unos los ensalza y a otros los desprecia y ningunea. Pero punto y aparte de eso, nos da pie para tratar de entender, lo mismo que los doctores de la iglesia en su momento o quien sabe si todavía, ¿qué cosa es a final de cuentas la Cuarta Transformación?, ¿quién es su propietario, a quienes incluye y a quienes excluye?, y es que la defensa que hace el columnista de Ricardo Mejía Berdeja, todavía antes de que el mismísimo presidente de todos los cuatroteros lo hubiera tachado de descortés, por decir lo menos.

Recordamos que en uno de sus primeros videos luego de haberse pronunciado como que no iba por MORENA y sí por el Partido del Trabajo en su búsqueda de ser gobernador del estado de Coahuila, concluyó con un más o menos entusiasta, pero indispensable, Viva la cuarta transformación, viva Andrés Manuel López Obrador, lo que nos da la idea de que de parte de él, en ese instante, no había rompimiento, quien sabe si de allá para acá, en ese momento y después, sí lo hubo y lo hay.

Cabe entonces preguntarse ¿puede haber una cuarta transformación que esté en contra de Andrés Manuel López Obrador?

Ya quedó claro con el pleito, ya que no se puede calificar de un mero distanciamiento entre MORENA y Mejía Berdeja, que el Partido del Trabajo siente que puede actuar de manera independiente, libre, de MORENA, y para el caso también del Partido Verde, sí, nada  más que en el imaginario de la mayoría de los mexicanos, MORENA y López Obrador son una y la misma cosa, aquel es la institucionalización de la persona y la personalidad de quien lo creo, y quienes van en contra de uno, del partido, van en contra del otro, del presidente, de su gobierno y de todo lo que representa y quiere significar para el futuro.

En alguna ocasión lo había dicho Gerardo Fernández Noroña, él, él y no otro, es el verdadero heredero de la cuarta transformación, añadiendo que esperaba que “el compañero” López Obrador lo considerara como una más de las corcholatas que pueden llegar a sucederlo en el poder. El compañero nunca le respondió directamente, tampoco era para darle champú por mucho que lo necesitara, y es que le cayó mal, de veras mal, que Noroña ninguneara a Claudia Sheinbaum, su pupila, y a los otros dos que son como sus hermanos, el carnal Marcelo y López Bis. Mejía Berdeja se apega a esta misma línea que llamaremos noroñona, aunque se escuche feo, de criticar a MORENA cuando a quien quieren atacar es al presidente, para luego esconder el puño de lo que acaban de hacer.

A lo mejor todo sería mucho más fácil si amigos, enemigos, socios y demás, supieran, supiéramos lo que es la cuarta transformación. Las sagradas escrituras eran complicadas de interpretar, pero allí estaban escritas, la 4T no nos ha hecho ese favor, se habla de ellas pero en abstracto, sin que nadie pueda decir con exactitud que es y hasta donde alcanza. ¿Pues así cómo?, este es un caso para los doctores de la 4T, aunque ni ellos saben que lo son.