BAILE Y COCHINO…
Por Horacio Cárdenas Zardoni.-

Simpática aquella frase tan saltillera, de que “Ves cómo es el chango de chiflado y todavía le aplaudes”. A lo mejor no es invención local, pero por lo de chiflado a lo mejor sí, es un localismo muy propio de Saltillo, y por otro lado, solamente la hemos escuchado aquí. Pero con todo que suena folclórica, tiene su trasfondo de verdad, de profundo conocimiento de la sicología de las personas, por lo menos de aquellas a las que se les aplica la frase, y también muy al estilo de por acá, se lo dicen en su cara, y por lo general, no la pesca de qué están hablando, una crítica o un desafío directo a responder, que queda en nada o en muy poco.
Pues bien, esta frasecita le viene como anillo al dedo, si nos permiten el plagio de uno de los mandamientos ideológicos patentados de la cuarta transformación, a la situación que se dio a finales de la semana pasada, en que, según la nota de prensa, el Instituto Nacional Electoral ordenaba, así con esa palabra, al ciudadano presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, eliminar la conferencia de prensa mañanera en la cual se refirió al denominado Plan “C”, en la cual fiel a su estilo personal y a su pretexto para todo de que su pecho no es bodega, emitió la frase “ni un voto a los conservadores, sí a la transformación como en el 2018”.
Por supuesto que los seguidores del presidente, los convencidos de la cuarta transformación, por más que sean pocos los que pudieran explicar bien a bien de qué se trata esta, se lanzaron como suelen hacerlo, contra el INE como institución, al Consejo General, al que le tienen tirria y sobre el que van con todo, y en particular contra Lorenzo Córdova, interpretando la “orden” como la última carcajada de la cumbancha, como la despedida antes que terminara su período como consejero presidente.
¿Co-co-cómo que se les ocurre dar “ordenes” al presidente de la república?, ¿cómo se atreven esos fifís, conservadores, pasquineros inmundos atacar de esa manera tan soez a la investidura presidencial, ya que no a la humilde persona que la detenta de aquí hasta el último día de noviembre del 2024?, y pues lástima, dentro de las atribuciones del Instituto Nacional Electoral está precisamente esa, la de ordenar a quien sea, de presidente para arriba y de presidente para abajo, que se apeguen a la legislación electoral vigente.
Ah, otra cosa sería, y probablemente será cuando la cambien, pero eso será por allá del Plan “R” o del Plan “S”, pero mientras no pase el “B”, y el “C” resulte en un absoluto y total plegamiento de la presidencia del Consejo General a los deseos y instrucciones del poder ejecutivo, o más bien, del actual presidente, allí la tiene, una orden en toda regla para que Andrés Manuel López Obrador, hecho el proverbial basilisco, a su vez ordene a quien corresponda, a comunicación social de la presidencia, a quien le lleva la página web, a quien organiza, sube y baja de Internet los archivos de video, y quizá también hasta quien los cataloga con fines de preservación para la historia patria, que eliminara ipso facto la conferencia mañanera del día 27 de marzo.
Por si fuera poco, el Instituto Nacional Electoral no se midió, la orden fue perentoria, se le conceden seis horas para tumbar la página, de lo contrario…
Oiga, ya ve que para una solicitud de información pública, hace mucho que no hacemos una, pero creo que el plazo es de veinte días hábiles, con la posibilidad de que la entidad obligada pida una prórroga para buscar y localizar los datos que requiere el solicitante, ¿y el INE quiere que las cosas se cumplan en seis horas?, en México, en la burocracia mexicana, así se trate de la presidencia de la república, eso no sucede así. Ya ve, que la señora que traía la llave del candado de la reja de “la estación migratoria provisional” de Ciudad Juárez, donde ocurrió el incendio y fallecimiento de 39 migrantes, “se había salido” cargándose la llave, imagínese que alguien se sale de su oficina de la dirección de informática de la presidencia, y solo él o ella se sabe las claves de acceso a la cuenta… ¿en qué broncón meten al preciso con su odiado enemigo, perdón, su odiado adversario, el INE?
Que además esta instancia se pulió, ¿eh?, la verdad no tenemos los datos a la mano, pero a lo mejor por lo ya dicho que eran las últimas gracejadas de Lorenzo Córdova contra el presidente que lo ha pretendido traer de un ala desde que llegó, y aún antes, el caso es que, fíjese, la mañanera se emitió el día 27 de marzo, la denuncia por lo que en ella se dijo, la presentó la senadora Kenia López Rabadán no sabemos si se presentó el mismo día o un día después, pero lo que sí, es que para el pasado día 30 ya estaba la resolución de la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral, en la que se acusaba al mismísimo presidente de violentar la equidad en la contienda de los procesos electorales de Coahuila y el Estado de México. ¡Seco el macanazo!, para utilizar la nomenclatura oficial.
Sí sabíamos de resoluciones en las que se dirigían a este o a aquel actor político, incluso recordamos que alguna se encabezó al entonces presidente Enrique Peña Nieto, pero no que el trámite y el proceso corriera a esta vertiginosa velocidad. A lo mejor tiene razón el presidente de que el INE, antes de la llegada de sus recomendadas y consentidas, estaba en su contra, bueno de la cuarta transformación, que al final de cuentas son exactamente la misma cosa.
Ya estaremos viendo de aquí en adelante, específicamente en lo que nos interesa, el proceso electoral para la renovación de la gubernatura y el congreso del estado de Coahuila, y nomás por estar enterados, a ver cómo le va respecto de la elección en el Estado de México, desde luego mucho más importante para el “proyecto de nación” transformada de López Obrador, porque de ganar MORENA y sus alelotes en el EdoMex, tendría muchas más grandes posibilidades de triunfar en la elección federal del año siguiente, por el contrario si la pierde, pues la oposición que se ve a sí misma con un pie dentro de la sepultura, tendría todavía alguna esperanza de arrebatársela a las corcholatas morenistas.
Puede que los exabruptos presidenciales reciban ya no una orden de bajarle, de bajarlas, sino una mera reconvención, una súplica, un ruego, eso sí, muy respetuosos para su persona y la llevada y traída investidura. Allí veremos de qué lado masca la INEguana de Taddei Zavala.
Kenia López se anotó un tanto contra la presidenta, de quien no es precisamente una de sus favoritas. A ver cuántas más de esas le toleran las legiones de defensores de la 4T, que para eso se pintan solas en las redes sociales.
Pero al que hay que cuidar es al presidente, porque si algo detesta es que le lleven la contraria, y luego los que la pagan son los del ”círculo interno”, que es allí y no trabajando, que se ganan su republicano y austero salario. No se le vaya a romper una úlcera, derramar la bilis o algo peor, todo porque a esos fifís se les ocurre que pueden darle órdenes a quien jamás ha acepado una.
Deja un comentario