fbpx

Que vuelva la tradicional quema de los Judas

… costumbre donde el pueblo suele representar a ciertos personajes políticos con monigotes que luego quema a manera de denuncia pública (Foto Desde la Fe)

Por: J. Alfredo Reyes

En un Salmo del rey David es donde se inscribe una de las profecías más dramáticas de la Biblia; la traición de Judas Iscariote. “Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar” (Salmos 41:9). Y así fue como Judas fue destinado a ser el más infame de los canallas, el receptáculo de odio de toda la cristiandad y un pretexto antisemita.

¿Por qué un hombre es predestinado a cargar con una culpa de esa magnitud? Hay quien dice que Judas no es el anticristo sino el espejo de Cristo, el que hizo posible que se cumpliera lo escrito respecto a la redención de la humanidad.

¿Acaso los demás discípulos eran gente de fiar? Claro que no, porque después de que Cristo fue apresado en Getsemaní vemos cómo los apóstoles huyen, y es Pedro el que niega tres veces al Señor.

Y pensar que es en la debilidad humana de San Pedro donde se fundó la Iglesia católica. Luego vino el tiempo en que judíos y cristianos se distanciaron, y fue entonces que se inculcó la idea perversa de que Judas y judíos eran una misma entidad.

Muchos recordamos cuando de niños nos asustaban con la llegada de los judíos, y en Parras era por estas fechas cuando se quemaban los “Judas” en las esquinas del mercado municipal, una tradición que debe regresar porque es cierto, ahora los “Judas” traidores de la política se han multiplicado de manera exponencial, principalmente los que han traicionado al PRI y al PAN para irse a Morena, a pesar de que esos partidos les dieron todo para acceder al poder y al dinero público, que es lo que ahora buscan en la 4T, auténtica cueva de ladrones.

Y es que el odio de los cristianos hacia Judas y los judíos viene de tiempos inmemoriales, alentado por un fanatismo religioso similar al del Estado islámico.

Por milenios el pueblo judío fue perseguido por cuestiones de raza y religión. Y así como los cristianos atacaron a los musulmanes en las Cruzadas, también los Reyes Católicos proscribieron a judíos y musulmanes hace 500 años. Asimismo, los musulmanes turcos masacraron a los armenios cristianos en 1915. Similar al genocidio de los musulmanes de Srebrenica perpetrado por los cristianos serbios en 1995.

Y conste que no sólo se trata de la influencia de fanáticos irracionales. Martín Lutero, artífice de la Reforma protestante, sembró el odio contra los judíos heredado por los alemanes y el nazismo. Shylock es un ícono del antisemitismo ideado por Shakespeare, cumbre de la literatura anglosajona.

Asimismo, somos contradictorios cuando nos alteramos por la violencia del Islam, pero rezamos en grandes catedrales como la de Saltillo y de toda Hispanoamérica dedicadas a Santiago Matamoros, o sea, al apóstol que aparece en toda la iconografía católica matando musulmanes.

Cierto es que la quema de Judas es una tradición de Semana Santa que se ha ido perdiendo. Una costumbre donde el pueblo suele representar a ciertos personajes políticos con monigotes que luego quema a manera de denuncia pública y que los marca como personajes nocivos de la sociedad.

¿A qué monigotes políticos colgaría usted frente a catedral para ser quemados por indeseables?

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Powered by WordPress.com. Tema: Baskerville 2 por Anders Noren.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: