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Si en las urnas perdimos el país… ¡en las urnas hay que rescatarlo!

Presenta López Obrador evidente incapacidad mental para gobernar 

Por: Marco Tulio C.  

Nuestra Ley Fundamental que es la Constitución, expresamente dispone que se depositara el ejercicio del Poder Ejecutivo de la Unión, en un solo individuo, que se denominara “Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”, el cual durará en su cargo seis años y en ningún caso ni en ningún supuesto o motivo, podrá reelegirse para volver a desempeñar ese mismo puesto, dado que ese es el principio esencial que rige a una República, Representativa y Democrática como la nuestra, en donde el Presidente, antes de iniciar su cargo ineludiblemente debe jurar protestar respetar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de las leyes que de ella emanen, desempeñando leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la Republica que el pueblo le ha conferido, mirando en todo momento por el bien y prosperidad de la nación, así como por la unión de todos los mexicanos; y si así no lo hiciere, que la Nación se lo demande”.  

Bajo los principios constitucionales antes referidos, el rumbo y destino de un país en materia económica, salud, seguridad, educación, paz social, estado de derecho y gobernabilidad, dependen particularmente de las decisiones que tome López Obrador, por lo que, es deber de todos los mexicanos velar que quien ocupe la Principal Magistratura de la Nación, reúna en su persona todas las cualidades de un liderazgo propositivo, que tenga inteligencia emocional y moralidad, que guarde un respeto profundo a las instituciones de la nación, que obedezca las leyes, que cumpla con el sagrado deber de honrar a la patria en todos sus actos.  

Además, que destierre de su conducta la posibilidad de cometer abusos y arbitrariedades, que no despilfarre ni comprometa unilateralmente los fondos públicos, que no cancele ni  invalide proyectos y acuerdos benéficos para el empleo, que invariablemente  mejoran la economía de los mexicanos, y que no se deje llevar por telarañas de ideologías fracasadas del pasado próximo que ya vivimos.  

Que evite llevar a la ruina a este país, que no padezca los vicios de la mentira, la soberbia, la egolatría, y el culto megalómano hacia su persona, que no pretenda acallar indebidamente a la opinión pública cuando ésta no le favorece, que comprenda sinceramente las necesidades de la comunidad, y no obedezca a pensamientos ideológicos mezquinos, ni de división de clases de ideologías extremistas, sino que siempre busque y facilite los mejores caminos para el andar exitoso de la nación mexicana, y en fin, que sea un estadista y no una persona que se siente semidiós.    

Ahora bien, para la mayoría de los mexicanos resulta totalmente evidente que López Obrador, solo ha demostrado que es un personaje al que le falta carácter, criterio, sensibilidad, preparación, y una visión de estado, lo cual provoca un vacío de autoridad que está conduciendo a este país a una catástrofe, no nada más poniendo en riesgo la salud de los mexicanos, muchos de los cuales fallecieron por su incapacidad manifiesta de gobernar al no atender oportuna y eficiente la pandemia que aún estamos viviendo.   Y tampoco está haciendo algo efectivo para aliviar la crisis económica devastadora que  ya llevo a la pérdida de miles de empleos y a la quiebra de muchas empresas, y todo por la necedad del Presidente Andrés Manuel López Obrador, de dividir a la sociedad mexicana, confrontándola indebidamente al dejarse guiar por una ideología retrograda y degradante como es el socialismo que pretende imponer.    

En razón de lo anterior, y por salud de la República, es que los representantes de los otros dos poderes, el Legislativo y el Judicial, deberían prever una reforma constitucional federal, en el sentido, de que si un Presidente de la República en funciones, con sus actos y decisiones demuestra una inestabilidad emocional o enfermedad mental debidamente comprobada y declarada por una autoridad médica, éste pueda ser removido del cargo en beneficio de la nación,  dado que la conducción de la nación solo debe de ser ejercida por una persona emocionalmente equilibrada.    

Si en otros Países tienen contempladas esas facultades para separar del cargo a un Presidente que tenga problemas de estabilidad y salud mental, porque no tener esa posibilidad legal en México, ante la incapacidad mental manifiesta de López Obrador para Gobernar, pero como tal posibilidad se antoja muy remota, ahora nos toca a los ciudadanos que queremos un país exitoso y en paz, votar en contra del Presidente y su engendro de partido “Morena”, para sacarlos de la Presidencia de la República, y de otros Órganos de Gobierno donde están haciendo mucho daño  a la Patria, “porque si en las urnas perdimos el País, en las urnas hay que rescatarlo”.

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